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Te odio, no me sirves ¡arruinaste mi cuerpo perfecto y mi vida!

Julie estaba mirando aquel cielo despejado con algunas aves en él. Eran gigantes, no sabía si eran nubes o seres vivos. Al levantar desviar la mirada del firmamento, encontró un pequeño oso de felpa. Era color marrón -aparentando ser un oso pardo- con botones para reemplazar sus ojos y unas costuras algo grotescas y chuecas, tratando de parecerse a una sonrisa de un oso común y corriente de felpa. Pero este parecía algo especial: tenía un relicario algo oxidado con algunos granos de tierra en él. La pequeña estiró con algo de pereza su brazo hacia la forma de corazón. Lo abrió fácilmente, encontrándose con una foto de ella muerta en estado de descomposición. La menor de levantó con rapidez para ir a vomitar a otro lado, pues le causó un disgusto extremo. Al echar todo ese disgusto, y al estar tranquila; encontró al mismo oso detrás suya ¿estaba alucinando o de verdad se trasladó ahí?

- Hola Julie -una voz grave se le presenció a la pelicastaña, haciendo que se asustara un poco de que sepa su nombre- ¿me tomarías como tu compañero?, te protegeré de cualquier peligro.

A la mencionada se le dibujó una hermosa sonrisa en su tersa piel; le salieron oyuelos en este.

Julie cargó con mucha alegría a su oso de peluche, el cual estaba muy agradecido de que alguien le hiciera caso.

- ¿Buscamos una casa por allá? -el pequeño objeto miró hacia un bosque color blanco, pues estaba completamente nevado.

La pequeña niña asintió, y enseguida comenzó una pequeña travesía al lugar donde quería ir su nuevo compañero.



Un alivio.

Un respiro para ella.


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⏰ Última actualización: Jan 30, 2018 ⏰

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Julie's NightmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora