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—Te preparé tu propio cuarto— Sanjoy abrió una puerta dejando ver una bonita habitación, espaciosa y cómoda —Mi habitación está al lado, por si necesitas algo— movió sus dedos en forma de despedida y salió cerrando su puerta dándole privacidad, supuso que YoungJae necesitaba descansar pues se veía muy cansado y además los cambios de horario podrían estarle afectando.

YoungJae dejó sus maletas en una esquina y se lanzó en la cama con pereza, se quedó pensando en lo que había hecho y en la vergüenza por la que tuvo que pasar al haberse quedado dormido sobre el hombro de alguien a quien a penas había conocido.

A parte, aunque no quisiera admitirlo, se sentía solo, porque en una habitación como esa y en una cama de ese tamaño, YoungJae solía dormir junto a su líder mientras este lo abrazaba fuertemente durante cada noche.

¿De verdad todo se había terminado? Simplemente no lo podía creer, pero la imágen que se había llevado de JaeBum engañándolo descaradamente con otra persona era real y no lograba deshacerse de ella.

Cómo no le iban a hacer falta todos los mimos recibía del mayor a diario, irónicamente JaeBum era el único que podía sacarlo de esos momentos en los que se sentía de esa forma, tan triste y confundido.

Pero, tal vez se había aferrado demasiado a su líder y estar necesitado de él también lo hacía sentir patético.

No se había percatado de que sus rostro se había empapado de lágrimas otra vez ¿cuánto tiempo más iba a llorar por él?

No quería verlo, quería alejarse justo como estaba haciendo en ese momento, pero no podía, no podía desaparecer sólo por un simple capricho suyo, no iba a dejar a sus amigos ni a su carrera ni miles de seguidores sólo por JaeBum.

Y sin darse cuenta, se había quedado profundamente dormido entre lágrimas y suaves sollozos.

Cuando el sol iluminó su ventana con fuerza logró despertar por la molestia en sus ojos, percatandose de la gruesa manta que lo cubría, seguramente Sanjoy se la había traído pues él no lo había hecho en ningún momento.

Se levantó cansado y estiro sus brazos hacia arriba soltando un bostezo, tras ello puso sus zapatos en los pies y abrió la puerta buscando a alguien a quien saludar.

—Buenos días YoungJae— una voz hizo voltear su mirada dando directamente a Sanjoy sirviendo dos tazas de café junto a unos panecillos sobre la mesa.

YoungJae caminó hacia él y se sentó en una silla cuando el americano se lo indicó.

—Hoy podemos tomarnos un descanso para conseguir la inspiración suficiente— indicó Sanjoy mientras tomaban un desayuno tranquilo —si quieres puedo ayudarte a conocer la ciudad un poco, a modo de buscar inspiración.

El menor sonrió achicando sus ojos en dos hermosas medias lunas, Sanjoy se quedó observándolo un momento y sintió un ligero toque que le hizo estremecer y sentir muy bien con tan sólo una sonrisa de él, no recordaba la última vez que había sentido eso con alguien y sabía que sólo podía significar una cosa.

—De acuerdo— asintió contento y con un tono de voz realmente adorable. Sanjoy le devolvió la sonrisa asintiendo junto a él.

–Me alegro que hayas venido– habló Sanjoy mientras desayunaban tranquilamente, YoungJae quitó la mirada de su café y asintió contento

–Yo también– de nuevo esa sensación invadía a Sanjoy, si el chico seguía actuando de esa manera se volvería loco ¿como era que podía verse tan bien? Todo en el era perfecto, desde la manera en que sonreía, esos ojos que siempre reflejaban una mirada linda y su forma de ser tan tierna.

El desayuno había terminado, lo único que harían sería salir, lo cual a YoungJae le emocionaba bastante y a la vez le ponía nervioso, no podía creer que uno de sus artistas favoritos estuviera por mostrarle una ciudad que no conocía, se sentía como un sueño. Una hora después ambos estaban listos para salir,

–Creo que es una ciudad un poco aburrida– habló el mayor mientras caminaban un poco –en realidad solo hay edificios y más edificios– se encogió de hombros con una sonrisa.

–No importa, me alegra poder estar contigo– respondió YoungJae jugando con sus manos, a decir verdad estaba un poco incómodo, no sabía de que hablar con Sanjoy, extrañaba aquellos momentos en los que salía con JaeBum, siempre tomados de la mano sin importar a donde fueran, ambos sacaban temas de conversación de cualquier cosa, podían hablar horas y horas y jamás se cansaban de oír al contrario, definitivamente esos eran los mejores paseos, cosas que estaba seguro jamás volvería a vivir.

–¿Entonces que piensas?– oyó la voz de Sanjoy, no sabía que había dicho, tanto le agobiaban los recuerdos de su ex-novio que ni siquiera escuchó lo que había dicho.

–Uh... si– estaba demasiado inseguro de lo que podia tratarse.

–Bien... entonces que te parece si vamos por... un helado– no se le había ocurrido otra cosa –y en el parque me platicas ¿si?– YoungJae no tenía ni la menor idea de lo que estuviera diciendo, no se trataba de que no dominara su idioma, si no que no había puesto atención a lo que dijo, lo último que le quedaba era aceptar.

Luego de haber ido por su helado fueron al pequeño parque que había, una banca de atravesó en su vista por lo que decidieron ir allá para sentarse.

–Entonces... cuéntame Jae...
–¿Que cosa?– su nerviosismo había vuelto, temía a que se molestara por no ponerle atención, sin embargo, una sonrisa, que reflejaba ternura fue lo que recibió.

–Pues lo que te ha pasado– se tensó al oír sus palabras –¿tan rápido olvidaste lo que dije? Bueno, te dije que podríamos basar la canción en algún hecho reciente que haya pasado en tu vida.

El menor estaba por contestarle cuando su teléfono comenzó a vibrar, era una llamada entrante, sintió aquel frío recorrerle al ver la pantalla iluminarse con el nombre que menos quería ver.

Im JaeBum

No se huiría siempre, debía enfrentarlo y no podía engañarse... Tenia tantas ganas de saber como estaba, hablar con él, como cuando eran novios, pero eso no pasaría, ahora solo era su compañero de trabajo. Quiso engañarse a sí mismo pensando que era algo relacionado con GOT7 a pesar de saber que no era así, las manos le temblaban pero lo haría. Hablaría con él.

–¿Hola?

Keep Loving Me [2JAE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora