Capítulo dos.

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Quizá mi madre esté en lo correcto al decirme que no sirvo para nada, la verdad es que yo misma creo eso. De pequeña siempre solía llegar a casa y hacer mis tareas con ella. Recuerdo que era muy amable, pero siempre se la agarraba con mi hermano. Yo trataba de defenderlo pero lo que conseguía eran solo más golpes.

¿Yo quise ésta vida?

No. Si ella no nos quiso tener, pues no lo hubiera hecho. Nosotros no tenemos la culpa de nacer.

Hoy mi madre me dió una cachetada por el simple hecho de decir que mi hermano no debería tocar mis cosas. Hay veces en que es una madre de cuento de hadas, pero también hay veces en que se comporta como una loca.

Cada vez que me golpea, yo solo suelto una lágrima ya que el verme llorar, le hace sentir bien.

Cuando salimos afuera es una madre ejemplar pero estando en casa...es un martirio.

Hay veces en que pienso en el suicidio, pero me acuerdo que hay seis personas que me aman. Dios, y los cinco ángeles que me envío.

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Nota: Siempre habrá alguien quien te diga que eres un/a inútil pero Dios tiene un propósito para cada uno en el mundo, sino fuera así ¿Por qué te envío al mundo? Tal vez seas la persona que cambie al mundo, un abogado muy importante o un simple vendedor pero, todos tienen un propósito que cumplir en el mundo.

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2014 ⏰

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