Por el alcohol y la sobriedad

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¡No me hables a mí de que borracho se pasan las penas!
Si cuando no te tuve a mi lado, sufrí sintiendo la sobriedad en mi boca.

Viví de licores con sabor a encanto y engaño.
Brindé con un ponche de disturbios, ya que iba a gozarme los dolores con sonrisas y dulzores.

Una fiesta en mi iris, que se teñía de lujuria al probar la amargura.
Un brindis más por lo que vendrá,
Algo lleno de ebriedad con sobriedad.
Aspiré el olor a llanto, mezclado con el "Te he extrañado tanto"

Un poquito de limón,
Para un corazón que ha sentido confusión.

Ángel únicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora