Después de ese día empezamos a hablarnos un poco más. De hecho habíamos llegado a hacer un pacto en el que uno dormía en clases mientras el otro prestaba atención e intercambiábamos turnos para que así al final nos diésemos un reporte de lo que había sucedido. Fue muy interesante. Francisco se convirtió un amigo que realmente me ayudaba mucho en clases. Y durante esos días que habían transcurrido pude darme cuenta que Gretta estaba muy entusiasmada con Francisco… siempre elogiaba su reloj, se lo quitaba y se lo ponía ella misma, le sonreía mucho. Me pareció tan tonta, se notaba a simple vista que a él no le interesaba para nada.
Francisco era… raro. El no es de ese tipo de amigos que te abrazan o que te dan besos en la mejilla para saludar, se sentía como si nunca pudiese tocarlo, como si fuese prohibido. El definitivamente no era normal, pero me agradaba mucho porque conmigo hablaba mucho mas que con cualquier otra persona, quizás era porque se sentaba conmigo, quien sabe. Pero en nuestros recesos siempre pasábamos juntos. Fue tanto asi que un dia empezaron a molestarnos.
-Viiiii, Pei y Francisco, sentados debajo de un arbol b.e.s.a.n.d.o.s.e –cantó Alex con una sonrisita en el rostro
-Con que Francisco eh Pei? Te lo tenias bien guardadito –dijo Carolina señalándome con el dedo.
-De que rayos hablan chicas locas!? Francisco es simplemente un amigo! –Es que tan difícil era de entender? Es que literalmente el y yo solo hablábamos de materias y nos ayudábamos; de vez en cuando hablábamos de la vida del otro, él me contaba anécdotas suyas de cuando era pequeño mientras que yo solo me reia. Pero no había nada mas.
-Hemos visto como se sonríen el uno al otro –acusó carolina
-Pero es solo por las anécdotas que me cuenta! No es que hablemos de romance ni nada que se le parezca. Como creen!? –Dije un poco exasperada.
-Así empieza Pei, nosotras sabemos que no eres tonta y que muy pronto terminaran juntos –contestó Alexandra
-Ya los veo casándose y teniendo hijitos con lentes como tú –dijo Carolina con voz soñadora.
-Ay si, ya los veo también. Tan tiernos. –coincidió con Alexandra
-Váyanse a la misma. Andan viendo tonterías donde definitivamente no hay y no habrá. –Dije cansada- me piro de aquí, tengo cosas más importantes que hacer. –me di vuelta y me encamine al salón de clases.
Ahora ya no son solo mis amigas las que me molestan, son también todos mis compañeros de clase. Esto se volvió realmente una tortura. Cada vez que me molestaban con Francisco yo siempre lo negaba como era obvio pero ese no fue un motivo para que dejara de hablarme con él. En lo absoluto. Mientras yo negaba, Francisco solo se reia de ver el enojo en mi rostro.
-Y Pei, dime, ya son novios? –pregunto Bryan, un individuo del curso.
-No se de que ni de quien me estas hablando –contesté haciéndome la tonta mientras ordenaba mis cosas. Francisco estaba a mi lado, viendo la situación con una cara divertida en su rostro. Ahora me las iba a cobrar con una buena patada.
-Ya sabes –dijo Bryan y me gire para verlo. Movia las cejas de arriba hacia abajo –Francisco- aclaró mientras lo señalaba con su boca.
-A ver mi querido Bryan, te lo diré clarito para que lo entiendas y te entre en tu cerebrito: NO HAY NADA ENTRE EL Y YO MAS QUE UNA SIMPLE AMISTAD! Ahora si insistes en seguir jodiendome con el mismo asunto te juro por todo lo que mas quieras que no tendras herederos para cuando quieras contarles esto. Asi que si quieres una familia en un futuro, largo de aquí antes de que te patee en el lugar mas sensible que puedas tener! –ladré roja de furia.
Eso fue todo, desapareció inmediatamente de mi presencia. Entonces escuché unas risas apagadas detrás mio. Me volteé para ver a Francisco que trataba de callar sus risas con una mano en su boca. estaba rojo también pero de tanto reírse. La verdad es que me dió risa verlo asi, pero no me quedaría tranquila, ahora el iba a sufrir las consecuencias.
-De que te ries Francisco? –pregunté muy tiernamente, solo preparándolo un poco antes de la tormenta.
-Es que… -tomó aire- es que es tan gracioso ver como amenazas a los demás; es un espectáculo realmente divertido. –empezo a reírse nuevamente
-En serio crees que soy tan graciosa asi, Francisquito? –sabia que odiaba que lo llamara así, y surtió efecto inmediato.
-Pei… sabes que no me gusta…
-…que te llamen asi –le corté viendo a su rostro serio- lo sé. Pero venganza es venganza –empecé a acercarme a él lentamente, seguramente con una cara de loca plasmada en mi rostro. No había ya nadie en el curso, podía hacer lo que me diese la gana.
-Que tienes en mente? Pei, tú no eres mala verdad? No conmigo, no es así? –dijo mientras retrocedia instintivamente sin darse cuenta que iba a chocar con la pared, y por alguna extraña razón que aun no podía comprender, él tenia una sonrisa en el rostro.
-Por supuesto que no soy mala… soy malvada y mucho cuando realmente quiero –acorté la distancia entre nosotros. Lo tenía acorralado entre la pared y yo.
Entonces lleve mis manos a su cuello, presionando mi pulgar derecho en el punto exacto en el que lo dejo sin respiración. Él me miró con sus grandes ojos negros mientras una sonrisita bailaba por salir de sus labios.
-Todavía se rie Sr. Mayorga? Vamos a ver quien rie al final –dije con una voz realmente macabra. Él solo asintió y sonrió.
Esto no me lo esperaba. Es decir, no lo iba a matar lógicamente, solo quería asustarlo y que clamara por mi perdón, pero en lugar de eso me sonríe. Y el dándose cuenta de mi vacilación trata de aflojar mi agarre con sus manos. Lo hace con fuerza suficiente para hacerme tambalear. Mierda, una maleta detrás mio. Eso me hace caer sobre mi espalda, pero estaba tan fuertemente agarrada a Francisco que no fuí la única en caerme. Cerré los ojos mientras caia, y los abrí nuevamente cuando ya me sentía en el piso helado.
Me lleve una sorpresa *otra vez*. Francisco estaba encima mio, sintiendo cada una de mis curvas y mirándome fijamente con los labios entreabiertos. Estábamos increíblemente cerca, como a 3cm de distancia. Mi corazón palpitaba rápido. Y solo me podía fijar en sus labios, como era posible que no me haya fijado en ello antes? Eran tan llenos y rosados, me dieron ganas de morder su labio inferior.
Entonces me di cuenta de como estábamos, en donde estábamos. Pero que rayos pasa por mi mente? Asi que parpadee enseguida y sonreí: empece a hacerle cosquillas. Era lo mejor que podía haber hecho en ese momento de tensión y de tanta cercanidad. Francisco empezó a reir y rodó hacia su costado. Ese fue mi momento para pararme y hacer como si nada, como si solo hubiésemos estado jugando porque… fue solo eso, no? Solo un juego!
Y luego nos empezamos a reir de nuestro juego juntos. Momentos asi eran los que yo consideraba increíbles, e imborrables.
Aunque no entiendo porque mi corazón latió tan fuerte y rápido cuando él estaba encima mio. OH! Claro, fue por ese sentimiento de estar cayendo. Obvio! A quién le va a gustar la sensación de caerse? Si! Eso fue. Creo.
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JELI
Teen FictionUna historia mas de mejores amigos? No lo creo. Esta historia puede ser de todo menos normal... Solo puedo decir que es una historia basada en la vida real.Espero lo disfruten. :)