Contigo Y Sin Ti [KaiSoo Fanfic] CORREGIDO

Un problema

Capítulo 1

Kim Jongin con veintitrés años de edad era estudiante del decanato de arte en la Universidad Central de Seúl y trabajador en las oficinas de la misma como asistente del rector. Contaba con una beca-trabajo que lo ayudaba con los gastos de sus estudios. Su vida aparentemente era la de un chico común y corriente con empleo, estudios y vida social, todo perfecto, pero había algo en él que parecía no estar bien...

…Su vida amorosa era un caos, incluso a veces pensaba que en realidad no tenía una "vida amorosa" porque no encontraba ese sentimiento de amor en ninguna de sus relaciones, ya habían pasado años desde la última vez que se involucró en una relación seria y estable con alguien, ya sea chica o chico. En cambio, si se hablara de reputación fácilmente cualquier estudiante de la universidad pensaría en Kim Jongin, todos los conocían por sus aventuras sexuales de una noche, con las cuales intentaba distraer su mente sin saber exactamente qué quería. El sexo casual se había convertido en un espiral de adicción en el cual se iba perdiendo sin darse cuenta, pero tenía buenos amigos que estaban ahí para recordarle el camino correcto de la vida y restregarle en la cara los fracasos, ellos estaban dispuestos a orientarlo en su problema o, al menos, eso es lo que aseguraban.

Era muy temprano en la mañana y Jongin iba en el bus de camino a clases. No le importó que fuera lleno hasta más no poder, o que las señoras mayores lo miraran con malos ojos por su falta de amabilidad al no ceder su puesto, su mente estaba total y completamente ubicada en otro tiempo y espacio.

¿Qué había ocurrido?

La noche anterior había quedado en una cita con una chica llamada Victoria, aunque solo lo llamaban "cita" entre comillas por darle algún nombre, en realidad, ambos sabían lo que pasaría, aquella palabra solo aportaba formalidad a la realidad, pero Jongin en su mente no necesitaba esas tontas formalidades así que... El maldito sexo casual caótico de la noche anterior, eso sonaba mejor, había sido un completo asco y no por la chica ¡no! Ella era perfecta, mucho mejor que otras, incluso tenía un aura especial que le había hecho sentir cómodo desde el principio. Victoria lo había seducido con palabras al oído y roces delicados, excitándolo de a poco ¡Joder, había sido malditamente perfecto!¿Pero cuál había sido el problema?

Pues bien, existía una regla universal que sin ser dicha todo hombre la sabía, a la hora del sexo se duraba el tiempo suficiente o el placer no sería completo. Si duraban poco corrían el riesgo de que su pareja les mirara con trauma y preguntara: "¿ya? ¿Tan rápido?" Jongin nunca había tenido ese problema, pero se imaginaba que debía ser horrible y decepcionante. También estaba la otra posibilidad, tardar mucho en terminar y que la situación se tornara extraña, ese tampoco había sido el problema, sino algo peor, en su encuentro con Victoria simplemente no había acabado.

La chica había llegado a su orgasmo y Jongin nada, nada de nada. En ese instante sufrió de pronto un ataque de pánico, pero no se daría por vencido, no paró su movimiento de pelvis en un intento desesperado por llegar, si la chica lo notó gracias al cielo no hizo mención al respecto, al contrario, y para su tranquilidad ella gimió más fuerte al llegar al segundo orgasmo y Jongin se dio tristemente por vencido teniendo que fingir el suyo propio. Eso lo había dejado muy agotado no solo física sino mental y emocionalmente; y su tormento  solo aumentaba cada segundo que pasaba.

—Explícame qué sucedió —se quejó mirando su entrepierna mientras la señalaba acusadoramente. ¿Amigo, en que fallamos?

Escuchó una tos y de pronto fue consciente del espacio-tiempo donde se encontraba. Pudo notar una mirada reprobatoria por parte de una señora entrada en los sesenta, la risa burlona de un par de chicos adolecentes, la mirada de asco de una chica y una risita disimulada de su compañera de asiento, automáticamente se irguió  con la cabeza en alto, podía sentir el ardor en su rostro, pero su orgullo era más fuerte. Bueno, quizás no tanto porque terminó bajando la mirada hacia sus manos. Debería aprender a concentrarse un poco más en su entorno y menos en sus pensamientos. Sus reflexiones quedaron olvidadas cuando la chica a su lado con esa risita le hizo pensar que quizás era una nueva cómplice, su mente comenzó a trabajar, la miró y le sonrió de forma coqueta recibiendo el mismo gesto como respuesta.