Gabriel

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El culpable y responsable de toda mi felicidad y tristeza (por amor) desde los 13 años era él.

-"Vamos a superarlo baby, iremos a otros doctores y veremos que nos dicen; pero ya quedate tranquila"- me lo decía él abriendo la puerta de la casa.

Estaba muda, me cambié de ropa y él también, solo quería dormir; y nos acostamos porque ese sábado él también había madrugado para trabajar, siempre he sido fanática del olor que emana su cuerpo, me encanta como huele, si tengo que describirlo sería como un cedro mojado por el rocío de la mañana ( su olor natural es así, para mí él no necesita perfumes o cosas así), lo abracé, percibí su olor, él me trasmite paz, control, pero en esta ocasión no podíamos hacer nada más que esperar.. No recuerdo cuánto lloré, pero lo hice hasta dormirme.

Gabriel, cejas y sonrisa perfecta; con un corazón tan grande que a veces parece que se le va a salir del cuerpo, simpático, dulce pero de muy pocas palabras tiernas. Pero siempre lo he admirado por la capacidad que tiene al decirme dos o tres cosas lindas (las pocas ocasiones que lo hace) y ya me tiene rendida y babeando a sus pies jajaja..

Sí, lo amo muchísimo, lo que estábamos viviendo era una prueba más que Dios y la vida planteaban para nosotros.

-"Gabiiii (siempre le he dicho así, todo el mundo les dice a los Gabriel: Gabo, Gabu pero para mí él es Gabi, mi Gabi) ¿qué quisieras que fuera nuestro bebé: niño o niña?"- se lo pregunté un día cocinando.

-"No sé, creo que niño estaría bien"- me lo dijo riéndose.

-" Y.. ¿Por qué quieres que sea niño?- siempre he sido fastidiosa, para mí todo tiene un ¿por qué?.

-"No sé; creo que será más fácil"- me dijo Gabriel sonriendo mientras se rascaba la cabeza-"¿Ya está la comida esposa?".- Se acercó a la cocina y me dió un abrazo.

Justamente en ese momento recordaba todas nuestras conversaciones referente a nuestro bebé y se me partía el alma. Gabriel siempre ha sido muy realista y objetivo con casi todo en esta vida; y pensar que hace años muchos años atrás moría por saber cómo se llamaba, aún lo recuerdo.

Estaba en 9no año de colegio y la iglesia de la que son pastores mis padres, cristianos evangélicos desde que tenía 10, se estaba expandiendo y tuvimos que cambiarnos de casa para que la iglesia sea todo el piso de abajo y construir un nuevo piso para que nosotros vivieramos ahí; ese lugar donde íbamos a vivir era realmente una pocilga llena de garrapatas.

Sí, GARRAPATAS, el anterior inquilino era dueño de tres perros de raza pastor alemán y absolutamente tooooda la casa hasta los ladrillos estaba llena de garrapatas, para variar en el patio las palomas habían hecho su "monasterio"; conclusión un asco TOTAL. En lo único que podía pensar era en que nuestra casa este lista lo más pronto posible, ¡que odio vivir ahí!. Para variar el vecindario lleno de gente SAPA, bebiendo desde el viernes fuera de sus casas, parlantes con música full, jóvenes y niños sintiendose dueños de la calle desde el viernes; la primera impresión es la que cuenta y en realidad esa, dejo en mí mucho que desear.

-"Mami, ¿No había un lugar más horrible que este para vivir?- le dije a mi mamá mientras fumigaba esa asquerosa pocilga con Baygon por esas garrapatas espantosas que parecían mutantes por su tamaño, o sea eran grandoootas y llenas de sangre de perrito (imagino).

-"Sí mami este lugar esta horrible y cochino, yo no quiero vivir aquí"- prosiguió mi hermana, con su tono de asco y coraje que la caracteriza cuando está asqueada de algo.

-"Cierren la boca las dos y sigan limpiando, no vamos a vivir aquí toda la vida"- nos respondió mi mami quién estaba con una escoba, cloro, una manguera limpiando enérgicamente ese patio desalojando todas las heces de paloma que habían.

Ella Tiene Mi Corazón En Su ManoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora