Él nunca falla

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Había decido dejarlo todo, dejarlo todo por ella, por mi preciosa..

A los cinco meses tenía una ecografía 3D para confirmar la situación de mi hija para ver su proceso y evolución dentro de mi vientre, que para los médicos era cada día peor.

Llegó el día, llegó la hora, tenía una cita con uno de los mejores ecografistas de la maternidad; fui con mi mamá (Bienaventurados aquellos que tienen a su madre viva) ella con una fe innegable en Dios, yo también que me había agarrado a las promesas divinas, un mes atrás una pastora a quién admiro y respeto muchísimo había orado por mi hija y decidí desde ese momento, desde esa oración aferrarme a que Dios todo lo que hace, Él lo hace perfecto y que así tenga que sacrificar mi vida, jamás iba a convertirme en una asesina, si tenía que morir lo haría con mi hija, pero no iba a permitirme vivir sin haberlo intentado y luchado (terca como siempre jeje).

Cerré los ojos y oré a Dios algo muy sencillo:

-"No hay nada imposible para Ti, yo confió en que harás un milagro en mí" fueron muy pocas mis palabras, ingrese con mi madre, ahí entendí que de verdad la fe es algo tan poderoso en esta vida que tu corazón y todo tu ser se llena de pasión y de creer totalmente de que todo estará bien; todas aquellas noches en las que acostada veía el horizonte desde la ventana de mi cuarto muy oprimida, decepcionada, todos esos sentimientos de duda, de tristeza se hicieron mi alimento y fuerza.

-"Acuestese por favor y subase la blusa, ya viene el doctor"- me dijo la enfermera.

-"Bueno"- solo pude decir eso, mientras veía a mi madre llorar y yo como nunca sonriendo.

-"Hola, vamos a ver a tu bebé"- me dijo el doctor.

-"ok"- como nunca estuve corta de palabras.

-"Bueno, tienes 20 semanas pero tu bebé parece de más, es una niña totalmente sana y tiene la nariz gordita, ¿el papá es ñato?, mira parece de más semanas de edad tu hija"-me dijo el doctor.

Vi el rostro de mi madre lleno de lágrimas, yo estaba en un éxtasis de agradecimiento, felicidad y Fe. Mi hija estaba totalmente sana en una ecografía 3D la pude ver, era hermosa, aunque los niños a esa edad casi no tienen tantas características específicas ella para mí lo era todo.

Gabriel estaba llamando a mi mamá, y ella le contó que todo estaba bien, en la noche al vernos en casa Gabriel me contó que al escuchar aquello, lloró como un niño de felicidad y emoción, uno de los mejores ecografistas de la maternidad confirmaba lo que otro doctor nos había dicho una semana antes en un eco normal.

Estaba dentro de un sueño..

En la semana 36 había tenido 3 baby shower y en el último baby shower comencé a tener dolores de parto, muy pequeños pero lo eran, fuimos a la maternidad y luego que me reviso el doctor me dijo: -"tenemos que hacerte cesárea de urgencia, toda tu placenta se ha calcificado y parece que le está dando una taquicardia a tu hija".

Me prepararon para el parto, antes de ir Gabriel estaba llorando, no sabía que pasaba pero le dije:-"todo va a estar bien mi amor" y me fui tranquila.

En realidad el parto fue rápido y normal, una cesárea en todas su expresión, estaba nerviosa porque ingrese sola.. A las 8:30 pm de un 19 de abril oí como lloraba una niña, era Mila mi bebé. Habíamos coincidido con Gabriel ese nombre (sorprendente pero real, aún tengo guardado el post it donde escribimos los posibles nombres de nuestra hija). En medio parto tuvieron que estabilizarme porque mi presión subió de un momento a otro, creo que es normal, hay demasiadas emociones en un parto y con mayor motivo el mío que había sido un embarazo complicado muy lleno de bajas y pocas altas.

-"Doctor ¿todo bien, la puedo ver?- pregunté algo asustada.

-"siii, por supuesto ¡que pulmones los de tu hija, va a ser la presidenta de la República ha nacido con las manos abiertas y gritando!".-respondió el doctor.

Pude verla y era perfecta, luego en el apego (una sala donde la madre y el recién nacido están cerca y pueden darle de lactar) la vi minuciosamente lloraba y le cantaba suavemente a mi pequeña, y en mi mente y corazón solo podía decir:

Dios Nunca Falla, Él nunca falla.

Ella estaba vestida de rosa totalmente, una princesa en lo absoluto, lloraba como nadie en el tiempo que estuvimos en la maternidad, por ella aguante el dolor de que te formen pezones con una jeringa, de que sangren pero que ella pueda alimentarse, esa fue mi prioridad; la pediatra la reviso y confirmo lo que ya sabíamos era una niña totalmente normal.

Mi hija tiene 3 años en la actualidad, va al jardín, es cargosa, hablantina, llorona, dramática y ella tiene todito mi corazón en sus manos.

Mi hija tiene 3 años en la actualidad, va al jardín, es cargosa, hablantina, llorona, dramática y ella tiene todito mi corazón en sus manos

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