30 días de tu OTP: Damijon

Día 17: Acurrucados

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, todos los personajes son propiedad de la franquicia de DC, yo solo los pido prestados para traerles esta historia

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Jon no solía enfermarse seguido, quizás por lo mismo, cuando lo hacía, se enfermaba gravemente. Al ser un alienígena tampoco es que podía ir al hospital, por lo general el Dr. Mid-Nite siempre era quien iba por la casa de los Kent, lo revisaba y le daba alguna medicación apropiada para cualquiera que sea la enfermedad que le estuviera afectando a su mitad humana. Esta vez, sin embargo, se trataba de una gripa, que lo tenía en la cama, algo adormilado.

Cada vez que algo así sucedía, Damián viajaba todo el trayecto desde Gótica hasta Metrópolis, lo bueno era que al crecer, y ya que Damián tenía 23 años, ya la mayoría de los juguetes para viajar de su padre estaban a su disposición, y era algo rápido y sencillo. Una vez llegado a la casa de los padres de su compañero de batalla, saludo amablemente para encaminarse a la habitación de Jon.

Una vez allí, lo vio acostado, y por unos segundos pensó que estaba durmiendo, no fue hasta que dos ojos azules lo miraban por encima de la cobija, que se dio cuenta que no era así.

— ¡Deberías estar descansando! —Comentó con cierta rudeza el hijo de Bruce Wayne.

—Lo intenté—le respondió Jon con un tono lastimero, puesto le dolía todo el cuerpo.

— ¿Y por qué no pudiste? —Preguntó Damián intrigado.

—Es que cuando estoy enfermo, me cuesta hacer muchas cosas, en el caso de mi sueño, imagina que normalmente yo controlo que tanto quiero escuchar, cuando estoy enfermo, no, cuando estoy así, el ruido me llega de todas partes, y no puedo callarlo, me duele la cabeza, y no sé si es más porque no puedo callarlos, o por el hecho de que la gripe me tiene así.

Damián lo miro analizando sus palabras, luego suspiró. — ¿Qué fue lo que hiciste para enfermar?, se supone que eres invulnerable, ¿no?, cosas como estas no deberían afectarte.

Jon asintió, se supone que así debería ser pero, él tampoco lo comprendía del todo. —Papá dice que es posiblemente algún virus que se me pego en el espacio, y probablemente al llegar a la tierra compartieron material genético, y bueno, me enferme.

Damián no dijo más, puesto que era una explicación bastante válida, aunque no cambiaba el hecho de que debería estar durmiendo. Lo miro anonadado por unos segundos y a la final, decidió que sería bueno hacer algo al respecto. — ¿Crees que si me quedo aquí podrás dormir mejor?

Eso saco a Jon un poco de sus confusos pensamientos, pero asintió, Damián siempre era un buen compañero de cama, en todos los sentidos posibles (Si, todos), así que le abrió un espacio a su lado, donde Damián, entró casi en seguida.

— ¿No te da miedo enfermarte de lo que tengo? —Preguntó Jon, un poco temeroso de que eso cambiara la decisión de Damián, pero lo vio negar la cabeza.

—Si tú dices que es un virus o una bacteria con un prion alienígena, probablemente sea eso, lo que te haya afectado, además que es lo peor que podría darme, una gripe. —Comentó el de ojos verdes, torciendo los ojos al final.

Jon sonrió, y cerró los ojos, intentando concentrarse únicamente en los latidos de Damián, estaba haciendo un gran esfuerzo.

Damián debió haber visto la cara de estrés de Jon, que tras hacer una mueca, hizo lo que le parecía más apropiado, y se acostó aún más cerca de Jon, y comenzó a peinar los cabellos de la parte delantera de su frente, Jon sintió aquello tan relajante que cerró los ojos sin más.

Mientras disfrutaba de esos pequeños gestos, sin embargo, estiro su brazo hasta tenerlo abrazado desde la cintura. Damián no se negó.

— ¿Por qué no siempre eres así de cariñoso? —Se quejó Jon sorprendiendo a Damián.

Damián se quedó callado por unos segundos y luego le respondió, y aunque sonaba a una excusa, pues, era totalmente válida. —Si es que hiciera eso siempre, no fuera especial, y no sirviera para estas circunstancias.

Jon gruño molesto al escucharlo. Eso él olivarda no podía saberlo, peor teniendo en cuenta que el mitad Kryptoniano había sido criado para ser un ser que da cariño y amor. Por lo mismo, mencionó algo que le parecía justo.

—Entonces, si yo dejara de buscarte para darte abrazos y besos, estarías totalmente de acuerdo—Damián dejo de acariciarlo, como si es que se hubiese espantado, pero el movimiento fue lo suficientemente rápido como para que Jon abriera los ojos, y viera a Damián, con cara de que se debatía que hacer ante esa amenaza que le presentaba Jon.

Su rostro pasaba de enojado a triste en segundos, a la final le plantó la mirada al otro poniendo su mejor rostro posible

— ¿No lo harías? —Replico Damián, como si es que lo estuviera retando.

—Pruébame—Le dijo Jon con tono tranquilo, y juguetón y allí fue cuando Damián, se sintió vencido, si es que hacía como decía que haría, sería una tortura, el hijo de los Wayne no estaba dispuesto. Se tensó.

Claro, eso no paso por desapercibido por Jon, y lo dejo unos largos minutos así, sin embargo, con el tiempo se compadeció de su novio y mejor amigo y lo acercó a él.

—Tranquilízate Damián, estaba bromeando—Comentó, tranquilo.

Damián sentía como jugaban con su corazón y eso no se hacía. Miró feo a Jon. —Mira lo que obtengo por tratarte bien, la próxima que reciba una amenaza de esas...

Jon lo calló con un beso. Si, sabía lo que podía pasar, terminarían, pelearían y ambos se arrepentirían, sin embargo, en ese momento estaba demasiado cansado para seguir, la gripe le había ganado, y la fiebre de pronto lo hizo perder la conciencia.

Damián entonces se quedó solo y preocupado. Su amigo/novio, era un idiota, pero suponía estaba bien por el momento, era el quien necesitaba los cuidados.

—Idiota—Replico al final, para ir por unas toallas y ponérselas en la frente, pasaron horas antes de que le bajase la fiebre, pero cuando por fin lo logró. Ambos quedaron acostados en la cama acurrucados uno muy cerca del otro, como si nada hubiera pasado.

Si, las peleas entre ellos eran tan comunes que no le daban importancia a alguna de ellas cuando sabían que era algo irrelevantes, a la final, las discusiones como esas eran partes de amarse. ¿No?

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¿Les gusto?

¡Espero que si!