Ella siempre visita esa cafetería cuando tiene un mal día, le gusta el café que allí preparan, bueno, también le gusta ver la peculiar sonrisa de aquel chico que servía el café.
Él siempre encontraba la forma de alegrarla, él es como un mejor amigo...
Suelto un bufido mientras me abrazo por el frío. Hoy no ha sido mi mejor día. Todavía que estamos a comienzos de invierno, y justo ahora se ha venido la lluvia agarrándome desprevenida, lo primero que hice fue meterme bajo el techo de una cafetería.
Mi salvación.
Muchas veces concurro a esta cafetería, generalmente cuando tengo un mal día, en realidad, vengo siempre que tengo un mal día. Y esta no es la excepción. Entro a la cafetería y el olor a café inunda mis fosas nasales, un ambiente cálido y relajante me invade. Por suerte no hay muchas personas en el lugar, odio que haya mucha gente y que no me permitan disfrutar mi café.
Oh, mi delicioso café.
De solo pensar el sabor que queda en mi boca luego de tomar un trago hace que lo anticipe. Me dirijo a la mesa donde siempre me siento, se encuentra algo alejada de las demás junto a un gran ventanal. Me siento en la silla y al instante un taza con café se posa delante de mi. Recorro con mi mirada el brazo que sostiene la taza y me encuentro con la mirada de Hoseok.
-Wow, que velocidad- digo observando su rostro, su piel perfecta igual que siempre y esa sonrisa que lo caracteriza.
-Tenía un presentimiento de que vendrías hoy- dice y su sonrisa se ensancha.
-Si claro, ahora eres adivino- digo rodando los ojos y mirando el café frente a mi- has mejorado bastante- murmuro viendo el dibujo que hay en la espuma.
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-Lo se- levanto mi mirada y ahora Hoseok se encuentra sentado frente a mi apoyando sus codos en la mesa y reposa su rostro entre sus manos, nunca borra su sonrisa. Ruedo los ojos y tomo un sorbo.
Que confiado.
-Ya enserio, ¿como supiste que vendría?- cuestioné. Hoseok al instante pone un periódico en la mesa, me señala un título y lo leo.
"La exposición de arte es cancelada por mal tiempo"
-Ah vale, entonces ya sabes que hago aquí- digo dejando de lado el periódico.
-Ajá- contesta aún sonriendo. Ruedo los ojos y me dedico a tomar mi café en silencio. No solo estoy aquí por la lluvia. Yo soy una artista, y hoy por fin haría mi primera exposición, hace 5 meses que la venía preparando. Pero no se pudo dar. Y no es como si se pudiera hacer al otro día, ahora debo esperar 2 meses para poder exponer ya que el lugar esta ocupado.
Simplemente genial.
-¡J-Hope!- un chico de pelo castaño claro y piel algo bronceada grita.
-¡V!- contesta Hoseok gritando también. Fruncí el ceño ante tantos gritos. El chico de cabello castaño viene corriendo hasta Hoseok y se funden en un abrazo chocando con la mesa haciendo que el café se vuelque.
-¡Ah! Quema, quema, quema- me quejo y parándome de un salto retiro el suéter de mi abdomen para que no me queme más- ¡maldita sea! Fíjense- me quejo enojada.
-Oh, como lo siento- dice "V".
-T/n...- murmura Hoseok tratando de acercarse.
-No, déjalo así, ya me voy- digo mientras tomo mi bolso y salgo de la cafetería. Decido ir a mi apartamento y dormir, es lo único que se me ocurre en estos momentos.
Es como si el universo conspira contra mi.
Continuará...
Espero que les guste mucho~
Se me ocurrió una tarde lluviosa justo estaba tomando café, vi una foto de Hoseok y me inspiré.
¡Si es la primera vez que lees una de mis historias denme su amor y denle a la estrellita, también comenten que les pareció enserio me haría muy feliz!
