☆ 30-Days【SeKai || KaiHun】☆

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❀ Fluff!AU, Cazador, fantasía.

SeHun entró cerrando la puerta de su apartamento y se quitó los zapatos; suspirando con cansancio mientras se quitaba el abrigo, lo colgó en un perchero que había en una esquina al lado de la puerta y se dirigió al salón.

Hoy había hecho turno doble en el bar, un total de doce horas; sus pies dolían y su espalda lo estaba matando. Quería echarse en su cama y dormir hasta la noche del día siguiente, y lo haría si no tuviera que ir a trabajar.

Entró al salón y tanteó la pared en busca del interruptor de la luz, cuando se volteó para dirigirse al sofá, su mirada fue directa hacia el hombre sentado en uno de los sillones. SeHun dio un brinco por el susto y se llevó una mano a la boca para no gritar.

—¿¡JongIn!? —susurró con incredulidad estático en su sitio.

El rubio se levantó del sillón y abrió los brazos con una sonrisa. SeHun tardó tres segundos en reaccionar; corrió hacia él y saltó en sus brazos rodeándole la cintura con las piernas, mientras JongIn lo sujetaba por los muslos.

El rubio menor pasó los brazos por detrás del cuello del mayor y lo besó con efusividad y pasión. JongIn se dejó caer de nuevo en el sillón con SeHun encima de él probando gustoso sus labios, trasladó las manos a su cintura y la apretó con delicadeza antes de morder levemente su labio.

Ambos rubios se separaron lo suficiente como para sentir la respiración del contrario contra sus rostros, SeHun apoyó su frente en la de JongIn y cerró los ojos disfrutando de su cercanía; deslizó la punta de su nariz contra la de él en una pequeña caricia antes de echarse hacia atrás para verlo mejor. JongIn seguía igual de hermoso que la última vez.

—¿Me extrañaste? —alzó la mano y con su dedo pulgar limpió el rastro de saliva que había quedado en el labio inferior del menor.

—Sabes que sí —suspiró—. JongIn, no quiero que vuelvas a irte —suplicó en tono bajo. Subió sus manos pasándolas por su pecho y agarró las solapas de su chaqueta de cuero para acercarlo más.

—Sabes que es mi trabajo, SeHun.

—Cazar licántropos no debería considerarse un trabajo, nadie te paga por ello —replicó.

—Es lo que me gusta hacer.

—¿Te gusta más que a mí?

—Claro que no, yo te amo —sujetó sus manos y dejó un casto beso en sus labios—. Prometo quedarme más tiempo esta vez, ¿hecho?

—¿Cuánto?

—Un mes.

—Dos —demandó.

—Uno y medio.

—Tres.

—¡SeHun! —el menor hizo un puchero provocando que se riera—. Vale, serán dos meses.

—Y no saldrás de este apartamento.

—¿Me tendrás atado a tu cama? —bromeó.

—Tal vez lo haga —fingió pensarlo. JongIn lo sujetó con fuerza y se levantó con SeHun en los brazos, probando otra vez su boca, mientras iba en dirección a su dormitorio.

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