En la casa de los Chavero nadie se había dado cuenta que algo pasaba con Refugio, excepto Julieta, su amiga de muchos años que la conocía muy bien.
Cocina.
- Me vas a decir lo que está pasando o tendré que descubrir sola?
- Ay, mujer, me asustaste (puso una mano sobre el pecho)! Como entras así? No te fijaste que estaba distraída?
- Sí, por supuesto que me fijé! Estas muy rara, amiga. La Refugio que conozco estaría con un brillo en los ojos y una enorme sonrisa en la cara. Qué te pasa?
- No pasa nada. Es solo que todo ha sido un grande susto y...
- No mientas.
- De verdad que me conoces muy bien, Julieta (bajó la mirada al suelo). Necesito contarte algo...
- Dímelo. Sabes que puedes confiar en mí.
- Lo sé. Mejor sentarnos (la miró angustiada).
Las dos sentaron una frente a la otra, como de costumbre, para charlar.
- Julieta... (hizo una pausa y suspiró), lo que te voy a decir es algo muy fuerte, una vergüenza que jamás quitaré de encima.
- Ahora yo que estoy asustada. Dímelo... Sea lo que sea, te voy a apoyar.
Refugio dejó escurrir una lágrima.
- Es sobre lo ocurrido con Patricio... Yo (respiró fuerte), yo fui buscar al jefe de mi hijo para pedirle que retirara la acusación. Estaba dispuesta a darle todo lo que tengo, pero él recusó.
- Entonces como...
- Él me pidió una noche de placer en cambio de retirar la acusación y yo acepté, Julieta.
Julieta no lograba creer en lo que estaba oyendo. Un hombre había aprovechado de su amiga y esto no podía quedarse así, pensó.
- Pero que desgraciado (gritó y golpeó la mesa)!
- Shiii... te controlas, por favor! Mis hijos no deben saberlo. Ya se acabó! No lo veremos más...
- Como puedes pedirme esto? Este hombre se ha aprovechado de ti.
- Lo sé, pero cerremos este asunto, por favor. Por todo lo que amas, olvidate de esto como yo también olvidaré.
De pronto su conversación fue interrumpida por la llegada de Lucero, hija de Julieta.
- Entonces resulta que las dos señora quedaron aquí de chisme mientras nosotros esperábamos por el pastel que dijeron que iban traer...
- Perdón (dijo Refugio forzando una sonrisa). Ya nos conoces...
- Ah! Casi me olvidaba de decirte que tenemos visita (dijo Lucero con una cara pícara).
- Y quien es, mi hija (preguntó Julieta)?
- Un señor muy guapo, Patricio lo conoce y dijo que es Dionisio Ferrer.
Refugio, al oír lo que dijo Lucero, dejó caer el vaso que estaba en su mano.
- Estas bien, señora Refugio? Te veo algo pálida.
- Hija... vete a la sala y diga que ya llevaremos los pasteles (dijo Julieta mientras socorría su amiga).
Dionisio miraba atentamente cada detalle de la casa de Refugio. No le agradaba para nada, pues todo era muy simple, olía a pobreza. Sin embargo, estaba dispuesto a actuar de la manera más convincente con tal de tener Refugio otra vez en su cama. Una aventura sin importancia como tuvo con otras mujeres al largo de los años.
ESTÁS LEYENDO
Ámame En La Oscuridad
RomanceSu amor de madre la llevará a sacrificarse. La maldad de él robará la dignidad de la dulce mujer. Pero el destino les preparó una trampa que será el desenlace de una pasión. Qué sucederá cuando Refugio Chavero conozca el implacable Dionisio Ferrer? ...