Capítulo 4

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Había pasado días, semana, casi meses desde que ya no lo veía, cada vez tenía más tarea y cuando salimos de la escuela ya era tarde y no lo veía.

Ya me estaba resignado a no verlo, y era difícil, en todo este tiempo sólo lo vi en los primeros días, y ya estaba por finalizar el primer semestre, no tendría la oportunidad de verlo, tal vez se salió de la escuela aunque esa idea no me gustaba y yo quería verlo.

Eran unas de las últimas semanas que iría, tendríamos clase en la sala de computo, el maestro aun no llegaba y aun no podíamos entrar, me senté recargado en la pared junto con mi amigo.

Los minutos pasaban lentos y el maestro no aparecía, y cada vez me aburría más, comencé a mirar a cualquier lado, observando a los que iban llegando o a los que ya se iban.

Un grupo de chicos que iba saliendo de uno de los salones llamo mi atención, al parecer el venia junto con ellos, espere a que siguieran saliendo y efectivamente, él estaba junto con ellos.

Estaba con todos sus amigos, o eso era lo que creía, iban riendo, como siempre él se veía tan bien, me quedé embobado viéndolo, paso a lado de mí, pero creo que no noto mi presencia, aun así lo seguí viendo hasta que lo perdí de vista.

No tardo mucho y el maestro apareció y enseguida entramos al salón, estaba feliz y contento, lo había visto, lo vi antes que finalizará el semestre, ahora podría irme de vacaciones más tranquilo.

Cuando te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora