Keeping Up With Bae [Blog]

01: Mi sensual programa

El timbre de la puerta sonó, haciendo que Bae frunciera el ceño. Estaba demasiado floja para levantarse a abrir la puerta, pero al final lo hizo. Dejo a la fuera su plato de papas fritas y camino a abrir la puerta de madera de un tirón.

—¿Y ustedes quienes son...? —preguntó al ver la cámara y un pequeño equipo de personas frente a ella.

—Eh, tenemos que grabar Keeping Up With Bae, ¿se te olvidó? ¿No te aviso mi asistente...? Rayos, sabía que debía contratar a otro asistente... ¡Que alguien despida a mi asistente, y tráiganme uno nuevo!

Bae todavía seguía sin entender... ¡Ah, ya entendió! Milagro de Dios que su cabeza funcionó. Se acordó del contrato que había firmado para hacer Keeping Up With Bae. ¿Por qué no me habían avisado que comenzaba hoy? Soltó un bufido y se peinó un poco.

—¿Podemos grabar de nuevo? —preguntó.

—No. ¡Acción!

Bae soltó otro bufido, y sonrió a la cámara.

—¡Hey, hola a todos! Lo siento el mal inicio, pero comencemos con este programa de mier-tido, ¡divertido, eso dije: divertido! Perdonen, a veces me confundo de... palabras.

Chequeo la lengua. Casi la jode todo... como la mayoría de veces. Agitó su cabeza y entró a su casa, mientras la cámara la seguía con el equipo.

—¿Le gusta mi futura casa? Lo sé, es muy bonito. Me dejaron grabar aquí en lo que dura el programa... al menos saque algo bueno de todo esto.

Camino de regreso hacia la sala y apago la televisión. Y miro de frente a la cámara.

—Hace unos días estaba pensando en sí las lectoras querían hacerme alguna preguntas, algunas dudas que resolver y todo eso. ¿Quieren hacerme alguna pregunta? Entonces no dudes en dejar tus preguntas aquí —señaló hacia un lado inviable—. Y si no quieres dejar tus preguntas... pues entonces alv —se encogió de hombros y después agitó sus mano con felicidad—. Deja preguntas geniales así como pendejas.

—Psss... Bae, no puedes decir malas palabra en el programa.

—¡Me vale madres! Es mi programa y digo lo que quiero.

El equipo se encogió de hombros, igual le importaba mier*da su opinión, ellos estaban ahí por contrato y para ganar dinero como Bae. Mientras tanto, la escritora volvió a concentrarse en su trabajo.

—Próximamente también podrán hacerle alguna pregunta a los personajes, tal vez en uno días. ¡Así que espérenlo con ansias y emoción! Bueno... ya no sé qué decir. ¡Ah, ya me acorde...! No, esperen, ya me olvide.

El director rodó los ojos y mandó a buscar el contrato para saber si todavía estaba a tiempo de renunciar. Pero para su mala suerte, el contrato duraría hasta cuando Bae quisiera.

—Uhm, este es un gran inicio... tal vez en el próximo episodio les traiga a un invitado especial. ¡Así que espérenlo! Su nombre empieza con J, pero viene de otro universo.

Cuando el director gritó corte, el primero episodio termino. Bae pudo regresar a lanzarse al sofá, al fin terminaría de tragar sus papas fritas.

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