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Sí, Millie disfrutaba de la compañía de sus suegros, pero de no ser porque es muy amiga de Joe, no asistiría a las cenas, pues la comida que prepara la madre de Lucas nunca ha sido de su agrado.

—Entonces Wolfhard regresó.—Comentó Joe seguido de darle un mordisco considerable a su pierna de pollo.

La castaña asintió, haciendo un esfuerzo para ocultar la mueca de disgusto que deseaba mostrarse después de haber probado la sopa de tomate.

—Me agradó—Observó Lucas—Supongo que tenías razón, Joe.

Él meneó la cabeza con obviedad.—Ese chico es genial, tengo que visitarlo, no lo veo hace mucho tiempo.—Dijo con la boca llena de comida, por lo que Millie llegó a entender la mitad.

La señora Zumann lo reprendió por el reciente acto, el cual calificó como una falta de educación.

—Perdón, tía.—Brown captó el momento justo en el que Joe rodó los ojos luego de que Judd dejara de centrar su vista en él.

Como no lo notó, la señora continuó con la conversación.—No sé de quién están hablando.—Confesó con una sonrisa.

—Es un muchacho que trabajó con Millie, si no estoy mal.—Respondió su esposo y le lanzó una mirada a su nuera para confirmar sus palabras.

—Tiene razón.—Corroboró ésta—También es uno de mis mejores amigos.—Agregó, pues no quería que identificaran su relación con Finn de manera únicamente profesional.

Maika, la esposa de Keery, sonrió de manera radiante antes de hablar. —Lo conocí en la premiere de la segunda temporada de Stranger Things. —Informó.—Definitivamente es encantador, sin mencionar talentoso.

Millie le lanzó una mirada rápida a Lucas, notó que sus labios formaban una línea recta mientras clavaba un tenedor en su pollo. Por alguna razón, se empezó a sentir agobiada con el tema de conversación.

—¿Y qué me dices tú, Hazel? —Se dirigió a la niña de siete años que estaba sentada frente a ella, la cual no había tenido ocasión de intervenir en la plática —¿Cómo va la escuela? —Preguntó desviando la línea de conversación anterior.

La pequeña alzó la vista, sus ojos grandes y brillantes demostraban la emoción que sentía de poder participar en la charla. La nostalgia estrujó el corazón de Millie, pues no pudo evitar recordar a su hermanita Ava, que ahora contaba con once años.

El resto de la cena platicaron acerca de los estudios de su pequeña cuñada, los proyectos que tenía Lucas para el año y el apetito de Joe. Al finalizar, Joe y Maika se despidieron y se marcharon. Lucas le comunicó a sus padres que llevaría a Millie a su casa, sin más Millie asiente y se despide de sus suegros, agradeciendo por la comida, dejó el plato vacío a pesar de que no le haya gustado ni un poco, no le gusta dejar sobras.

La pareja sale tomada de la mano, y camina hasta el Jeep Compass aparcado delante de la casa. Ambos entran al vehículo y se abrochan los cinturones. El camino a casa de Millie fue silencioso, pero agradable. De vez en cuando ella volteaba a mirar al conductor y él le sonreía con tranquilidad, una que otra canción animaba el ambiente.

Lucas estacionó frente al portal del edificio donde vivía su novia y la miró.—Gracias por cenar con nosotros, Mills.

Millie se quitó el cinturón de seguridad para sentarse de lado y poder verlo mejor.—Sabes que siempre es un placer estar con tu familia—Señaló con una sonrisa. El chico frunció los labios y la castaña comprendió que quería decir algo.—Vamos, suéltalo.

—¿Qué cosa?—Preguntó frunciendo el ceño. Millie no quería tocar el tema, pero tampoco quería que su novio estuviera intranquilo. Lo miró con las cejas alzadas y él soltó una pequeña risa en señal de rendición.—No es nada, sólo...

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⏰ Última actualización: Feb 17, 2018 ⏰

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¿Superado? || FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora