De cupidos a flechados [Kim YuGyeom]

3.

¹.Cuando está escrito —así— en un diálogo es porque se está hablando en Coreano.

—Entonces tú quieres que tu mejor amiga salga con Alec—Repite el asiático.

—Sí, sí. Eso mismo—Asiento efusivamente.

—Y para eso me necesitas—Repite otra vez.

—Sí, Kim YuGyeom—Pongo los ojos en blanco. Yo estaba tan ansiosa y él tan lento.

—¿Por qué?—Sus cejas se fruncen en señal de confusión.

—Porque sí—.

—No. De verdad quiero un buen motivo. No estás viendo los sentimientos de ambos, no vamos a obligar a alguien a tener una relación, me niego—Cruza sus brazos y hace un negativo movimiento de cabeza.

—¡Claro que estoy viendo los sentimientos!, mi mejor amiga está como enamorada de Alec—Explico.

—¿Y Alec?, no estás pensando en sus sentimientos. Podría gustarle, pero- primero quiero ver la foto de tu amiga y que me hables un poco de ella, ya te diré si es de su gusto o no—Pide.

Desbloqueo mi teléfono y él parece examinar la fotografía de mi mejor amiga. Sus ojos se abren ampliamente y me mira a mí después.

—Ay, no me digas que te gusta a ti, YuGyeom. Porque si es así—Formo un mohín.

—¿Qué?, ¡no, no, no!—habla con prisa.

—¿Qué?—Frunzo las cejas por la confusión, creo que había hablado en su idioma.

—Quise decir; no—corrige con rapidez.

—Ahhh, ya. Es que no te había entendido, ¿hablaste en tu idioma?—Interrogo.

—Sí, lo hice—Afirma.

—se escuchó genial—Admite.

—Eh- gra-gracias—Parece tímido, así que mejor decido cambiar el tema.

—Pero, ¿Por qué dijiste eso?, ¿Qué significa?—.

—Quise decir que no—Explica.

—¿No qué?—.

—No me gusta tu amiga—.

—¿Entonces por qué tuviste esa reacción?—Interrogo.

—Porque Alec me habló de una chica que le llamaba la atención. Y cuando la señaló la miré y- es- es la misma chica—Narra, le miro con los ojos entrecerrados.

—No me estarás mintiendo, Kim YuGyeom, ¿verdad?—.

—¡No, no lo hago!—Apresuradamente responde.

—Bueno, entonces será más fácil emparejarlos—.

—¿Quieres hacer de cupidos?—Alza ambas cejas y yo le miro y asiento—¿Y cómo piensas hacerlo?—.

—Tengo muchos planes, muchos. Ellos ya se gustan, por lo que no será tan difícil. ¿Entonces?, ¿qué dices?, ¿quieres ayudarme?—La ilusión en mis ojos es algo que debe estar llenando mi mirada.

—Bueno- yo- yo creo que ayudaré a Alec con esto, ¿verdad?—Duda un poco.

—¿Qué?, ¡ah!, ¡sí, sí! Ellos necesitan estar juntos. Yo sé lo que digo. Vamos a lograrlo, será pan comido—.

—Dios, espero no arrepentirme de ésto—Murmura para sí mismo.

—¿Eso es un sí?—.

—Está bien, Naunet. Hagamos ésto—Chillo cuando me da su respuesta definitiva—Dime tus planes—suelto un suspiro y me preparo para hablar.

Aquí vamos...