Capitulo 10

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Guillermo al escuchar esas palabras tragó grueso y asintió a la pregunta de Samuel. Finalmente todos dentro de casa esperaron a que la madre del pelinegro bajara de su habitación

-Em.... Quieren algo de beber? -.

-Podría ser un vaso con agua, porfavor-. El padre de Samuel junto con su esposa pidieron lo mismo.

-Y tu, Samuel quieres algo? -. El castaño le mostró una sonrisa pícara, lo que Guillermo no ignoró, logrando que sus mofletes tornaran ese color rojizo.

-También quiero un vaso con agua porfavor-. Éste como si nada hubiera pasado se dió vuelta en dirección hacia sus padres.

-Okeyyyyyy...voy y vuelvo-. Mientras el iba en busca de los vasos con agua su madre comenzó a bajar las escaleras.

-Hola, buenas noches-. Las 3 personas que estaban en la sala se pusieron de pie para ir a saludar a la madre de Guillermo, pero a Samuel ya la vio en la tarde así que solo movió su mano en señal de saludo. -Bueno y...donde esta mi hijo? -.

-Fue en busca de unos vasos con agua para nosotros-.

-ya veo, Samuel, puedes ir a decirle a mi hijo que ya comenzaremos a cenar? -.

-Claro, ningún problema-. El castaño comenzó a dirigirse hasta la cocina, al entrar vio como Guillermo llenaba los vasos con agua, no dudó en acercarse para molestarlo.-Bu!!! -.

-Ah!!!, que paso!? -. Por el susto botó un vaso al suelo haciendo explotar el vidrio contra este. -mira lo que me has echo hacer pringao-.

-Tranquilo solo es un vaso, iré a buscar algo para recogerlo y ya-. Samuel, quería reír por como se asustó el menor, pero se contuvo soltando una sonrisa, no quería que se enojar más.

-Espera, mejor lo recojo yo, si a mi se me cayó-. Caminó en dirección al refrigerador donde tenía una pala junto a una escoba, comenzó a recoger los vidrios, mientras Samuel miraba como los recogía torpemente.

-A ver macho deja ayudarte, así como vas terminarás a media noche-. El pelinegro lo miró con el seño fruncido, pero al final le pasó la escoba para que terminara. -oye pero no te enojes-.

-No lo estoy-.

-Si lo estas, mírate en un espejo y notaras como tu cara está roja de rabia, se que quieres matarme pero espera un rato-.

-Si si, lo que tu digas, hey y que haces aquí?-.

-Vine a decirte que tu madre ya quiere cenar, me pidió que te dijera eso-.

-A....bueno, la llamaré para que pongamos la cena en la mesa-. Guillermo iba en dirección al salón, pero Samuel lo detiene agarrándole la muñeca con su manos suavemente.

-Espera....este, s-si quieres te puedo ayudar, deja que tu madre hable con los mios, debe estar divertida, y sería mejor no interrumpirlos. El menor asintió y comenzaron a arreglar todo lo que necesitan.

-O-oye Samuel, ne-necesito mi ma-mano para hacer las cosas-. Ambos chicos estaban con las mejillas rojas a más no poder, el castaño al darse cuenta que todavía tenía sus manos tomando la muñeca de Guillermo lo miró directo a los ojos, mostrándole una pequeña sonrisa, el pelinegro le devolvió el gesto. -ahora me puedes dejar ir porfavor? -.

Samuel no sabe que hacer, los nervios lo están carcomiendo, por su mente pasan tantas cosas que ni el mismo puede explicar, en un acto rápido tira del menor llevándolo hacia su pecho tomándolo de la cintura con su mano libre agarrando firmemente, comienza a acercarse a su oído

-Que pasa si no lo hago? -. Guillermo al oír esas palabras comenzo a temblar de los nervios, quedando inmóvil, el castaño comenzo a separarse de Guillermo dandole un beso en la mejilla, el pelinegro no sabía que hacer sus movimientos se volvieron torpes. -Taquilo, no te e echo nada, aún -. Ese aún lo dijo en forma de susurro, pero igual se escuchó.

Te necesito(Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora