Se había desatado una tormenta en pleno verano, pero eso no hiba a arruinar el festival de primavera que se desarrollaba cada año en la ciudad de Trujillo, la gente se amontonaba cada vez más en las calles, dificultando el pase que de por si ya estaba saturado por lo estrecho que eras sus calles, si bien es cierto este festival empezaba desde un día anterior empezando al medio día con el desfile de carros alegóricos de distintas instituciones, el cual constaba de dos fases la primera que se realizaría a partir de las doce y la segunda pasarela que se llevaría a cabo el día de hoy pero a partir de las seis de la tarde , el sol se estaba ocultando y el festival estaba dando inicio al igual que la caza.
La gente seguía acumulándose y eso no me gustaba, necesitaba salir de ahí antes de que me diera un colapso, y hoy era día de caza así que no tenía de otra que conseguir una presa si quería largarme rápido de ese tumulto, y los Minutos transcurrían mientras yo sin una presa que cazar, mi pasiencia se estaba agotando pero no me hiba a permitir llevarme una foto cualquiera a rellenar mi álbum, asi que debía ser paciente y esperar la persona y el momento adecuado.
Total, solo me faltaba una hoja para terminar mi precioso álbum de fotografías.
Cuando sentía que terminaría fundiéndome en el pavimento apareció, una hermosa chica con cabellos dorados que caían en forma de ondas llegando poco más arriba de los hoyuelos de venus, caminaba apresuradamente y no pude desperdiciar la oportunidad tuve que seguirla, dobló una esquina y sentía perderla, generalmente en estas épocas era más difícil de encontrar personas adecuadas, el tumulto de la gente complicaría todo pero no me podía dar el gusto de perder esa bella mujer que sin duda quedaría hermosa en la foto, para ventaja mía todo el mundo había cerrado sus puestos, asi que no se detendría a menos que buscara algo de comer y para ello necesitaba ir a unos puestos de comida de calles pobres, y así fue el día no podía sonreírme mejor , decidí ir en mi carro, sino no tendría como mover la mercancía del lugar .cuando estaba por doblar una esquina estacioné y bajé para luego caminar ahsta alcanzarla, para mi suerte no había nada más que niños corriendo, cogí el juguete y me acerqué.
- linda date cuenta por acá no hay nada interesante mejor regresemos al carro - le dije mientras ella se erizó al sentir el frío metal - demos la vuelta ,ven - le dije para luego pasar mi brazo por su hombro.
no se tomó la molestia de balbucear una sola palabra, ella sabía de quién se trataba y en que juego están a punto de entrar antes de que su cuerpo entrara completamente en el carro saqué una jeringa y se la incruste en el brazo para dejarla caer en un sueño profundo, cerré la puerta y subí, volteo a verla y en efectivo esa chica era muy hermosa, satisfecha por mi presa eché el carro a andar.... El cielo se había tornado oscuro, al parecer se desataría una pequeña lluvia y eso volvía más interesante la caza, y ella seguía durmiendo plácidamente, ya estaba lista.
Cuando ya me estaba aburriendo ella despertó, que fascinante era ver sus rostros de sorpresa para luego mirarme con horror, siempre disfrutaba eso así que no me quedé a admirarla.- realmente eres bella, te asienta muy bien lo tétrico sabes, resalta tus ojos y estoy segura que serás el centro de atención de mi muchacho, que me dices? Oh claro como vas a hablar si tienes una mordaza en la boca - me acerqué a ella y le hablé al oído - un solo movimiento y te arranco la lengua reina - mientras le plantaba un sonoro beso en la mejilla.
- quien eres? Que hago aquí? Ayudaaaa.!!!!!!.
Un grito ahogado, le cogió la cabeza y con unas pinzas separo sus mandíbulas, le extrajo su lengua sin ningún atisbo.
- la reina no puede hablar? - hizo puchero - no importa tampoco podrá moverse.
Salió de la sala y en unos minutos volvió, pero trajo consigo un khopesh uno de sus juguetes favoritos que alzó y en un segundo la cabeza se desprendió.
- buenas noches reina .
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sonríe
Mystery / Thrillersiempre que tengas una cámara delante de ti , sonríe, talves sea la última vez que lo hagas. Ahí estaba ella sentada en aquella banca, atada de brazos y pies, mientras yo buscaba entre mis cajones mi hermoso estuche rojo, donde guardaba mi mayor...