1/1

194 28 9
                                    

-¡Corre Tweek!-
Los dos hombres corrían rápidamente, intentando escapar del enemigo.

-¡No lo voy a lograr Craig!, sigue sin mí…- Craig detuvo su paso y miró a su compañero que se había quedado parado.
–¡Tweek No!-

Todo se volvió oscuridad.

1944 – Segunda Guerra Mundial – Batalla de Ardenas (Ardennes Counteroffensive).

Dos valientes soldados tomaban posición para atacar a los nazis mientras se arrastraban por la fría nieve, y para sacar la tensión se hablaban entre sí.

–Ya quiero volver a casa…- dijo el soldado de cabellos rubios algo tembloroso por el frío.

–Cuando todo esto acabe volveremos todos a casa- dijo muy confiando el soldado Craig apuntando con su arma a los alrededores.

-¿Y si muero aquí? Yo ni siquiera quería venir a esta batalla, no quería ser parte de esta horrible guerra.- hubo un corto silencio y su compañero de negros cabellos respondió:

-¿Entonces por qué estas aquí? Después de la Primera Guerra Mundial ¿Cómo es posible que no supieras como sería una guerra?- Tweek miró a su compañero algo perdido.

–Es que desde que soy pequeño me molestan diciéndome que era débil, que no servia para nada, que si me enfrentara a algo solo mojaría mis pantalones y saldría corriendo, incluso mi padre antes de unirme a la guerra me dijo, “Maricón, ¿no vas a ir a defender a tu país?, que vergüenza me das…”, esa fue la gota que derramó el vaso, pensé que si venía a esta guerra y sobrevivía a ella me tratarían con más respeto, pero ahora que estoy aquí… creo que fue un error-.

Craig miró a su compañero, pudo ver como de sus ojos salieron algunas lágrimas pero ningún quejido, él estaba a punto de darle palabras de aliento, pero antes de abrir su boca para hablar escuchó unas ramas romperse a lo lejos.

-¿Escuchaste eso?- Dijo el pelinegro a su compañero. –Están cerca…- hubo un silencio inminente, otros soldados que estaban más atrás de ellos se acercaron, el silencio continuaba.

Cuando parecía que ese ruido no provenía de una persona, vários soldados nazis salieron detrás de unos árboles y comenzaron a disparar. Los aliados regresaron el ataque, Tweek y Craig se colocaron detrás de diferentes árboles para protegerse. Luego de unos minutos, ya estaba corriendo sangre por la nieve, muchos soldados aliados cayeron muertos, por lo tanto el resto tuvo que retroceder, mientras corrían entre los árboles intentaban disparar a los nazis que venían detrás.

-¡Mueran hijos de perra!-

gritaba Craig repetidas veces, parecía estar furioso.

Tweek comenzó a cansarse, miró al frente, no intentaba disparar solo zigzagueaba, cada vez iba disminuyendo su velocidad, comenzaba a ver borroso. Craig se percató del estado de su compañero, así que en un movimiento rápido colgó el arma en su espalda y cargó a Tweek. Corrió lo más rápido que pudo y se refugiaron en una pequeña cueva que se encontraba allí cerca; Recostó a su compañero en el suelo y le ofreció su cantimplora con agua, éste la agarro con su mano temblorosa y bebió de la fresca agua.

–Sabía que no debía venir aquí…. Papá, mis compañeros, todos tenían razón… No sirvo para nada, soy inútil, debería dejarme atrapar por los nazis, que me encierren en un campo de concentración, que me asesinen, no sirvo para nada en este mundo-.

Craig lo miró de nuevo, pudo ver como nuevamente estaba llorando. Éste se acercó a Tweek y se sentó a su lado.

Escucha, ahora estas en una guerra, no puedes simplemente salirte de ella, lo que vas a hacer ahora es salir allí afuera, luchar, sobrevivir, y demostrarles a todas esas personas que no creían en ti que lograste sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial, que fuiste lo suficientemente valiente para venir y luchar-.

Tweek levantó la mirada hacia Craig, sus ojos brillaron al escuchar esas palabras, le inspiraron, pero aún se sentía inútil, aún se sentía vacío, no tenía un verdadero propósito para luchar, pero como no quería que esas bellas palabras se fueran al desagüe se levantó y le respondió a su compañero:

–Hagámoslo-

Craig le sonrió al rubio y corrieron fuera de la cueva, en ese momento unos soldados nazis los vieron y gritaron - Da sind sie!- Craig y Tweek corrieron hacia el bosque para poder protegerse de los disparos.

Mientras los valientes soldados corrían, Tweek comenzó a sentirse mal de nuevo, su visión volvía a ser borrosa, escuchaba las voces burlonas de su padre y de sus compañeros riéndose, “Sabía que no lo lograrías”, “Inútil”, “Te desprecio”, “¿Te volviste a orinar en los pantalones? Marica”, volvió a descender su velocidad.

-¡Corre Tweek!-

El rubio miró a su compañero y gritó -¡No voy a lograrlo Craig!, sigue sin mí…- Su compañero detuvo su paso y vio como Tweek dejaba de correr:

Tweek no!-
Craig comenzó a dispararle a los soldados que se acercaban a él.

–¡No sirvo para esto Craig, no sirvo para nada, deja que me maten, deja que me lleven, déjame morir!-
el rubio comenzó a llorar fuertemente y se arrodillo en el piso para recibir su disparo, hasta que escuchó la voz de su compañero:

–¡No voy a dejarte morir, no quiero dejarte morir!,
¡Desde que te vi en la base sentí algo muy fuerte por ti, y a pesar de no conocerte tanto como quisiera quiero protegerte porque…!
Porque te amo Tweek-.

El corazón del joven soldado latió muy fuerte, pareciera como si un hueco vacío dentro de él se llenase, como sí volviera estar completo, ahora sí tenía una razón para luchar, el amor de su compañero lo hacía sentir vivo, y lucharía por protegerlo como él lo protegió. Tweek se levantó, cargó su arma y comenzó a dispararle al enemigo mientras retrocedía. Una sonrisa se reflejó en su rostro, pero no una sonrisa diabólica con sed de sangre, sino una sonrisa tierna, feliz de haber encontrado una razón para vivir, feliz de poder levantarse y decir “No voy a morir aquí”, feliz de haber encontrado a alguien que lo ame.

-Y así, hijos míos, fue como yo y su padre nos enamoramos en la batalla de Ardenas- Dijo Craig con una gran sonrisa en su rostro, y una mirada orgullosa que se dirigía a su actual esposo, Tweek y sus dos hijos de seis años.

Fin.

Me enamoré en la batalla de ardenas ~One-Shot~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora