—Aprieta el gatillo.— Le dijo. —¡Apriétalo joder! ¿A qué esperas?— Gritó, desesperado, el corazón.
Y lo hizo, apretó el gatillo.
Su amor era una pistola cargada y aquel el primer disparo.
Lo inició todo.
Febrero de 2018
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Nanorelatos
Short StoryLo bueno de los nanorelatos o microcuentos es que en pocas palabras se pueden decir muchas cosas y cada uno tiene la libertad de interpretarlas como le guste. [De 20 palabras aproximadamente.] Es la primera vez que escribo cosas de este tipo, así qu...