"No podré dormir ésta noche
en mi corazón, en mi alma,
realmente odio tener que pagar éste precio.
Debería ser fuerte, joven y valiente,
sin embargo, lo único que siendo es dolor
pero está bien,
seguiremos siendo amigos,
intenta tener mi confianza y digamos que todo está bien"
Después de leer aquella nota, mi mundo se tornó de diferentes colores, no había recordado aquellos momentos, sino hasta ahora que había regresado.
¿Por qué volví después de 9 años?, la vida nos llama a nuestro lugar de origen, esta vez no es la única que regreso, lo he hecho con anterioridad, pero no por tanto tiempo como ahora.
1 año después de haber partido y hacer mi vida en Nueva Jersey, Miriam y Big Bob quedaron solos en aquella casa, durante mucho tiempo la rutina fue la misma, hasta que un día Miriam perdió la conciencia a causa de una congestión alcohólica y el gran Bob tuvo que llevarla a emergencias, pude enterarme del incidente por mi "adorable" hermanita que marcó a mitad de la noche diciendo que pasaría por mi para ir al hospital.
En el auto de mi cuñado viajamos a Hillwood, estuvimos en el hospital aquella madrugada, y por la mañana al tener el parte médico se decidió que Miriam ingresaría a un programa para alcohólicos en cuanto estuviese mejor.
Big Bob no objetó aquella situación, a partir de aquel momento algo comenzó a cambiar. A Miriam se le dio de alta 3 días después de su ingreso, tiempo en el cual estuvimos en casa mi hermana y yo, no quería que nadie me viese en aquel lugar, no en tan poco tiempo de mi partida, por ende no salí a ningún lado y tampoco hubo llamadas a Phebs.
Al quinto día fuimos a la clínica donde se internaría Miriam, con una sola maleta en mano fue que le dejamos, Olga y ella lloraban mientras se despedían, para el gran Bob y para mi solo hubo un gesto de adiós.
Hecho aquello, Olga decidió permanecer con papá una semana más, por cuestiones escolares tuve que regresar a Nueva Jersey, sin embargo regresé dos fines de semana después, para ir de visita a la clínica.
Pasamos seis meses visitando a Miriam, hasta que le otorgaron el alta, después de ello Big Bob llevó a mamá a la tienda de localizadores, debía distraerse en algo o encontrar el sentido de vivir para no recaer.
Al parecer le sirvió ayudar al Gran Bob, pues se ocupaba de algunas llamadas o visitas a clientes potenciales, mientras tanto Big Bob tuvo que aprender a controlar su carácter y comenzó a manejar de mejor forma el estrés.
Eran personas ajenas al ambiente donde crecí, para controlar el estrés Big Bob y Miriam salían a correr por las mañanas, a su regreso preparaban el desayuno para ir a abrir la tienda, de la cual regresaban antes de las 6 de la tarde, al estar solos tenían tiempo de sobra, me pude enterar y percatar que salían a cenar, el gran Bob llevaba a mamá al cine, en ocasiones iban a las luchas, eran dos desconocidos para mi. La chica perfecta, Olga, los visitaba con más frecuencia, en cuanto a mi, pues acudía dos veces por mes a verles, llegaba el viernes por la noche y me retiraba el Domingo muy temprano, fue mucho después que me iban a dejar de regreso a Jersey en el auto de papá.
Pasaron los años y todos habían cambiado, incluso yo, me costó un poco de trabajo acostumbrarme a Nueva Jersey, no lograba dormir bien las primeras semanas de mi llegada, mucho menos lo hacía después de aquella nota, la cual atesoraba y a la vez me atormentaba en demasía, pues creía que representaba mi esperanza de volver a ver al cabeza de balón, pero ¿acaso no me había marchado para dejar todo atrás?.
Demasiadas noches le dí vueltas a aquellas letras, ¿eran una esperanza real o solo fue falsa cortesía?, no lo sé, ni quise saberlo, no tuve el valor para decirle aquel día que le seguía amando, solo corte de tajo la conversación y eché a correr, debí ser valiente aún cuando mis lágrimas inundarán mis ojos, pero no fue así, solo le dije que era todo y ese todo en realidad encerraba un "está bien, seguiremos siendo amigos".
Fue difícil desprenderme de todo los primeros meses, sin embargo la carga escolar y la serie de talleres que tomé hicieron que mi "antigua" vida pasara a segundo plano, entre ellos, Arnold, dejé de pensar en él por un tiempo, lo recordaba cuando veía en el armario las cajas sin abrir.
Lo único que nunca pude cortar fue el contacto con Phebs, aunque no era muy seguido que nos marcáramos o hablásemos por teléfono, solíamos mandarnos mails, ella me narraba como le sorprendía el cabeza de cepillo, en ocasiones me enviaba fotos de ellos dos, nunca en todo ese tiempo le regrese alguna fotografía mía, ni ella la pidió de forma clara.
El primer año de preparatoria fui la chica "rara", solía acudir a clases, no hablaba demasiado para evitar peleas, aunque es necesario mencionar que había varios zopencos en la preparatoria a donde acudía, pero ninguno de ellos parecido a los cabezas duras de Hillwood,ja,ja,ja,ja,ja,ja.
Al término de cada día, salía de clases y me dirigía directamente al departamento, otras ocasiones acudía a la biblioteca donde me quedaba hasta tarde, por terminar trabajos o bien por leer libremente.
En mi segundo año llegó una nueva chica al grupo, Lena era su nombre, lo supe porque solía ser algo distraída y en esa misma semana me había pedido mis apuntes, los cuales le presté de mala gana, ¿quién se había creído aquella mocosa para que Helga G.Pataki le prestase sus breves notas?
En fin, aquella "mocosa" se convirtió en mi amiga, no estaba tan mal como pensaba, era de estatura más baja que yo, de pelo largo pero castaño, era bonita y estaba un poco loca, solíamos pasarla bien en nuestros ratos libres, pues ingresé al equipo femenil de beisbol.
Transcurrió ese año y uno más, es obvio que había cambiado bastante, no era tan ruda como antes, por lo menos en apariencia, aunque no me dejaba intimidar, ya no optaba por dos coletas, durante los días en que no entrenaba solía traer el cabello suelto, a veces lo sujetaba con un pasador, otras veces colocaba mi listón rosa como si de una diadema se tratase, mi vestido rosa de antaño fue sustituido por uno del mismo color más ceñido que me llegaba un poco arriba de las rodillas, otras ocasiones solía usar jeans o shorts.
Mis gustos en música eran variables, un poco de rock, jazz, a veces algo melódico. En cuanto a literatura, pues mis textos favoritos eran historias de amor, algunas ocasiones con finales felices y otras no tanto. Me volví un poco más desinhibida, tanto que gracias a Lena ya le dirigía la palabra a unas cuentas personas más, que no eran las cajeras de los supermercados.
Sé que se preguntarán, ¿Qué hay de Arnold?, pues bien, seguía guardado desde hacía 3 años en aquellas cajas de cartón que yacían en el armario, no había escrito más poemas desde mi llegada a aquel lugar, a ratos le recordaba, aunque he de admitir que mi cuento seguía sin estar bien y todo era notorio cuando llegaba el día de los enamorados, ¿a qué día me refiero?, obviamente al día de San Valentín.
2Y=h;
********************************
Hola, hola!, es mi primer fic de Helga y Arnold, disculpen si en ocasiones parece redundante mi texto, tenía años que no escribía, perdí un poco la práctica...
Espero el texto comience a ser de su agrado, en éstos días me siento inspirada,ja,ja,ja,ja,ja,ja, siendo así les regalaré un capítulo más...si, el tercer capítulo de éste fic.
No tengo un día específico para publicar, me haré la costumbre de que sean los días Viernes, así que comenzaré a preparar el cuarto episodio de ésta historia.
Espero sus comentarios.
Au revoir!!.

YOU ARE READING
El pasado siempre regresa.
FanfictionHelga que vive enamorada de Arnold decide alejarse Hillwood, algo inesperado y bastante rápido, pues su despedida toma a casi todos por sorpresa, en ésta ocasión conoceremos en palabras de Helga el motivo de alejarse, sin embargo, pasado el tiempo d...