Abrio los ojos de golpe con las pupilas dilatadas denotando miedo, como despertandose de una pesadilla. Acto seguido entrecerro los ojos ante tanta luz que la cegaba. Pestaneo hasta acostumbrarse a la luz, escrudiño su alrededor. La imagen del leopardo seguia latente, su pecho subia y bajaba, un frio sudor recorrió sus brazos mientras su mirada frenetica buscaba advertir al animal. Pero ya no se hallaba en el bosque. A su alrededor paredes de piedra solida con una abertura en el centro del techo donde entraban los rayos del sol. Su último recuerdo habia sido de noche, cuantos dias habrán pasado? Donde estaba? Y si salia de aquel lugar y la volvian atacar? El rostro de su madre se vislumbro en su mente, dejando deslizar espesas lágrimas. La extrañaba, tenia miedo. Solo queria volver estar con ella a salvo lejos de aquel sitio. Se mecio dolorida en el frio suelo de piedra. Su cuerpo estaba vendado con extraños vendajes. Se sentía menos dolorida aunque las puntadas en su sien le mandaban descargas de dolor continuamente. Oyó pasos acercandose y se acurunco en una esquina, encogiendose en posicion fetal tratando de convencerse de que todo estaba bien mientras su cuerpo temblaba. Se proyectaban sombras cada vez de mayor tamaño, minutos despues se dejo ver la silueta de un chico y de una chica acompañada de una niña, esta última se acercaba seguida de un lobo. Ante la imagen del animal recuerdos de la anterior persecución se filtraban, nublandole la vista ante las lagrimas.
-Por favor, no me maten....- el azul de sus ojos apagado por la desesperación se posaron sobre los ojos amarillentos del animal- no me comas...por favor solo dejame vivir....por favor- su voz se quebraba en pedidos de clemencia al animal- ayudenme....no lo dejen matarme...yo no quise estar aqui...solo quiero a mi mamá...por favor...-
-Ciris no te atacará a menos que se lo ordene, además no tienes suficiente carne sobre tu piel para serle tentación como aperitivo. Asi que deja de lloriquear y gritar como loca- La niña movia sus manos con nerviosismo cuando la chica reanudo sus pedidos de ayuda-
-Vamos Layla asi no lograras calmarla, sal afuera con Ciris y cuando la situación este más controlada te llamaremos- solto tras un suspiro el chico
-Va hacer que Daphne venga aqui y tendremos problemas, no pienso dejar a esta chiquilla mocosa hacer que venga la arpía de Daphne. No pienso tener que pelear para que Daphne no le haga daño- solto mirando furiosa a la recien llegada
-No vendra, solo sal asi podemos calmarle. Venga Layla, no lo hagas más dificil- el chico solto un suspiro mientras pasaba la mano por su pelo con nerviosismo
La niña vestida con un vestido azul noche y con una capa a juego, con pesados rizos azabaches y unos ojos negros como pozos; salio junto al lobo refunfuñando y mascullando por lo bajo, no sin antes fulminarla con su mirada. Como un reflejo desvio la mirada al vislumbrar sombras en la mirada de la niña...a la cual habian llamado Layla. Observo al chico y la chica con desconfianza en silencio. Se incorporo levemente hasta quedar sentada abrazada a sus rodillas con las piernas flexionadas sin dejar de mecerse para delante y atrás.
-No te haremos daño, no vuelvas a gritar así o haras que vendra alguien que si te lo hará...soy Guido y ella es Violet, ella curo tus heridas aunque tendras que seguir en reposo unas cuantas lunas. Y con respecto a Layla...no te hara daño ni ella ni Ciris pero nunca la mires a los ojos, jamás.. o te destruira, creeme- la miro con semblante frio y serió
-Ayudame salir de aquí, mi madre debe estar preocupada. Necesito volver a casa. Por favor ayudame volver...-susurro eso último con un hilo de voz quebrado mientras las lágrimas volvian inundar sus ojos cristalinos.
Guido observo a Violet tras un suspiro, camino hacia la abertura que daba al exterior. Dio un sordo golpe contra la pared con su puño y salio al exterior. Observo el vasto paisaje que se extendia. La cueva pendia sobre el filo de un acantilado, veia a Oliver sobrevolando a lo lejos las montañas vigilando su nido. La brisa fresca soplaba en su rostro y cerro los ojos buscando calma. Nadie podia volver, no habia forma. Todos perdieron sus familias y al ver la desesperación de la joven se lleno de impotencia. El habia llegado de pequeño, Eban le habia contado que el tenia unos tres años al llegar y que Oliver lo habia traído. El águila lo habia criado junto a sus pichones, le había protegido y enseñado a sobrevalerse. Era como una cría más para Oliver. La pareja de Oliver habia sido asesinada por Daphne cuando esta salio en su caza apenas habia llegado a sus oídos su llegada a la isla aunque habian pasado varios solsticios después de su llegada. Recuerdos de aquel atardecer de inicios de Invierno inundaban su mente, los graznidos de dolor de su madre adoptiva mientras el leopardo le atacaba las alas y le arrancaba pedazos de tendones entre plumas y sangre. El viajaba con Oliver, este sujetandolo con sus garras para cargarlo mientras aprendia emprender vuelo usando su conexión con el aire manipulando las ráfagas de viento. Estaban a varios kilometros de distancia cuando rajaron el aire sus graznidos y los rugidos. Al llegar al nido las imágenes eran desgaradoras, Oliver decendia soltando a su cria adoptiva y al ver el escenario, plumas,sangre y vísceras desparamadas por todo el nido, solto un grito al cielo reclamando por su pareja asesinada. Lágrimas acudieron a sus ojos, no olvidaria nunca aquel día. A cada llegada y cada vez que detenia a Nymeria aquellas imágenes volvian a el. La lider les explicaba a que se debian sus destinos pero tenia ataques de ira contra aquel que quisiera irse y a los recien llegados. Mandaba a Nymeria, su leopardo, a que los caze para que se deshaga de los nuevos. Debian cuidarse entre ellos para preservar sus vidas. Cerro el puño con enojo haciendo que el aire se agite, pequeñas rafagas surgian con vehemencia a medida que su frustración crecía. El habia llegado de pequeño, no tenia recuerdos de sus padres. No sabia si siquiera los tenia. Pero esta chica los tenia, o por lo menos a su madre que tanto pedia por ella. No volveria a verla, quedaria estancada fuera del tiempo en aquella isla hasta que descubriera su don y aprendiera controlarlo en todas sus formas. Pero no podria aprender a controlarlo ya que hacia cinco solsticios atrás Daphne habia dejado de instruirlos dejandolos a merced de aquel lugar para el resto de sus días.
No tenía el valor para explicárselo a la joven. Parecia fragil y el miedo que se reflejaba en sus ojos le rompia el alma. Si le decia que no veria nunca más a su madre, que ellos ahora eran su nueva familia, la joven terminaría de desmoronarse. En caso contrario de que le explicara a la chica la única forma de salida que es a través del completo manejo de su don, le crearia falsas esperanzas. Todos tenian amplio manejo de su don conseguido a través de los años y a pesar de ello seguian allí.
Cada recién llegado tenia su historia, dolor y perdida. Cada uno tenia un don, una conexion con la naturaleza en alguno de sus aspectos pudiendo moldearlo a su antojo. Gracias o a su desgracia de ese don era que la Diosa Destino los enviaba a aquel sitio para cumplir con sus destinos guiados por la Luz.
Las ráfagas de viento se intensificaban a medida que consumian su enojó.
Sintio una mano sobre su hombro y volteo ver a Violet. La chica apoyo el mentón sobre su hombro y miro el vacio.
-Ya le explique...esta llorando desesperadamente de que no sea real todo esto, duele verla en el estado en que esta...- suspiro con la mirada vacía de emoción - y tú relájate, vas atraer problemas si las ráfagas se convierten en huracán. Controla tus emociones-
Aún con la mandíbula tensa y el semblante serio, relajo de a poco los músculos de su cuerpo. Solto un largo suspiro y paso sus manos una y otra vez por su pelo. Estas situaciones le estresaban. Anhelaba el dia en que no hubiese más llegadas a la isla, el dia en que ninguna persona más se viera obligada a perderlo todo y sumergirse en lo desconocido. Con un futuro incierto y adaptarse al nuevo estilo de vida que se tenia como opción. Ansiaba salir de alli y a la vez temia a como serian las cosas allí fuera. Al ser pequeño cuando llegó no tenia recuerdos de aquel mundo de allí afuera. Temia a como lo trataria aquello de más allá de las aguas y lo que pudiera encontrar una vez allí. Las ráfagas de viento aminoraban y poco a poco se deshacian. Observo el vasto paisaje que se extendía más y más sin fin hasta las playas. Esto era su hogar, esto era lo que tenia y todo lo que conocía.
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Darkness
AdventureUn viaje sin retorno, la vida de once jóvenes se entrelazan en búsqueda de librarse de aquello que los unió. Hay cosas aún más oscuras que la oscuridad, que es la mismísima realidad y en estos tiempos lo único que nos salva es el amor