ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

INMORTAL

Naruto no quería soltar a Hinata a pesar de que había terminado de besarla por el diablo que quería beber más de su boca pensaba que si así sabía no quería imaginar cómo sería probarla en cuerpo entero, no sería el mismo después de ese beso quería conocer todo de ella no solo en cuerpo si no en alma, que ironía pensó el siempre condenando tantas almas y quería conservar a una esta vez pero para nuca dejarla ir, quería hacer las cosas bien por primera vez y no lo echaría a perder pues estaba dispuesto a tenerla como a dé lugar no solo para retenerla si no para amarla eternamente así que pronuncio aquellas palabras más difíciles de pronunciar

-Mentiría si dijera que lo ciento porque en verdad no es así, porque claro que quería hacerlo desde el momento en que entraste por mi puerta, pero tengo que admitir que no estuvo correcto de mi parte

Hinata todavía estaba recuperando el aire que le había robado Naruto por ese beso y pensó que también mentiría si le dijera que no le importaba claro que le importaba, porque gracias a él de ahora en adelante si alguien volvía a besarla dios siempre compararía ese beso, pero valió la pena pensó Hinata

-No también fue inconsciente de mi parte no tendría por qué haber correspondido a.....

Y antes de que pudiera terminar de hablar Naruto la apretó más a su cuerpo pues no la había soltado y no claro que no quería dejarla ir. Hinata por instinto puso las manos en el pecho del rubio y dios como la estaba mirando pensaba que en cualquier momento mojaría sus bragas, tenía que dejar de mirarla como si se la quisiera comer.

-entonces no querías que te besara porque eso no es lo que dice tu cuerpo ni tu mente

-Pues no sabía que pudieras leer la mente

-no cariño tengo muchos talentos que pienso mostrarte pero leer la mente lamentablemente no la tengo y no sabes cuánto daría por tener esa habilidad justo ahora para saber qué piensas después dese beso.

-bueno en primer lugar hablando de tus dotes o tus habilidades dices que me los vas a mostrar como si dieras por hecho que nos seguiremos tratando y segundo a mí me alegra que no leas la mente

-bueno.....

En eso Naruto le puso un mecho detrás de la oreja a Hinata y la miro con más intensidad que antes

-No sé si recuerdas que te dije que de ahora en adelante llamaría a la firma Hyuga para todos mis asuntos legales si tú los atendieras pero Hinata no solo quiero tener un trato solo profesional

Mierda pensó Hinata la estaba poniendo muy nerviosa que no sabía que responder se le había olvidado que de ahora en adelante se verían más seguido pero como podía pensar si no la dejaba ni respirar con su cercanía, pero sobre todo había dicho que quería conocerla más allá de lo profesionalismo y dios claro que quería conocerlo pero sabía que sería mala idea perjudicar placer con trabajo

Pero así como él se ponía serio ella también lo aria nunca se dejaba vencer por ningún hombre y no iba a llegar Naruto Uzumaki y la doblegaría podía tenerlo en su cama y en su espacio pero nadie la volvería a dominar ase tiempo cometió ese error y le costó muy caro no iba a pasar por lo mismo así que con toda la seguridad que le costó recobrar Hinata no había apartado las manos en el pecho de Naruto y también lo miro con toda seriedad posible pero llenos de lujuria y empezó a descender los brazos a la parte superior hasta dejarlos cruzados en su cuello se acercó poco a poco a su oreja izquierda y le susurro en modo algo comprometedor

-tienes toda la razón, pero recuerda que siempre cuando combinas placer con trabajo algo siempre viene saliendo mal con los involucrados

A Naruto por un momento pensó en mandar todo a la mierda y tomarla hay y ahora probarla hacerla suya de una vez por todas pero sabía que con ella tenía que ir más despacio para que no huyera pero ese acto de susurrarle palabras al odio lo prendió como nadie lo había hecho y ella con su sola presencia lograba que todos sus instintos fueran bestiales pero tenía que tranquilizarse seria suya de eso estaba seguro pero tiempo al tiempo pensó así que disfruto su cercanía y también le susurro unas palabras al oído de la de ojos de perla