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Solo pasar por la puerta fue recibir miradas de todo tipo.
Curiosas, de asco, de odio, de burla.

Yo mantenía mi sonrisa, ignorante de mis nuevos compañeros. Rurik no fue discreto, les devolvía con el ceño fruncido el mismo odio que ellos a el.
Oh estrellas. No quiero que mi hermano se meta en una pelea.
Y si le hacen algo? Como podré llevarlo a casa si nadie quiere ayudarme.

Apreté la mano de mi hermano para decirle que porfavor se calmara. El solo suspiro. Y desvió su mirada mientras miraba al frente.

Quisieron meterme el pie a mi y a Rurik, yo solia caerme pero el agarre de Rurik me mantuvo en pie, reia ante ello, los demas se cuestionaban por que a pesar de ser molestado me estaba divirtiendo tanto.
Rurik en cambio los pisaba con furia, haciendo que soltaran chillidos.

Oh hermano, como haremos amigos si sigues asi, de verdad.

AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora