La caja de Brendon

39 2 0
                                    

9:00
No sabía lo que mis padres querían de Brendon, ni si Brendon quería algo de ellos. Aquella mañana me desperté con ganas de abrir la maldita caja de las respuestas. Al día siguiente empezarían las clases y necesitaba despejar la mente para ese entonces. Por lo que bajé las escaleras directa a la cocina. No había nada.
Nada.

Empecé a buscar por todas partes, pero di en la conclusión de que mis padres podrían haber tenido algo que ver en esto. Fui a su habitación y estaban sopa, dormidos. Volví a bajar, empezando a pensar que estaba loca y tuve otra hipótesis sobre lo ocurrido. Miré las cerraduras de las puertas de acceso de toda la casa, pero estaban intactas. Di media vuelta y entré de nuevo.

Desquiciada me llevé las manos a la cabeza y vi una ventana abierta de par en par, de alguna parte tenía que venir el viento. Era la ventana por donde me colé ayer, y podría haber sido utilizada para transportar las cajas y pintar a mis padres de culpables. Intenté encontrar algún tipo de trampilla o salida escondida en la casa. Me dirigí al garaje con la intención de dar con algún objeto. Ahí fue justo cuando encontré una caja con el nombre de Brendon, de la misma manera en la que la vi la noche anterior. Miré alrededor, por si había alguien cerca.

Ansiosa, abrí la caja con rapidez y a la vez cuidadosamente, para después dejarla como si intacta quedara. Me sorprendió lo ligera que era la caja, pensé que estaría llena de cartas o periódicos que le involucren. Cualquier cosa podría ser posible. No creas que me pensé dos veces eso de abrirla, estaba completamente convencida de que lo haría sin ningún escrúpulo. Pero dentro no había nada, nada que a mis padres les involucrara. Nada más que un cartel que decía:
"La próxima vez deberías ser más rápida".

Según lo leí me di cuenta de que mis padres no podían estar detrás de esto, de ninguna manera. Algo tenía que hacer con la caja, pero mamá y papá se darían cuenta de su falta. Alguien se llevó el contenido de aquella caja y dejó caer sobre mí el marrón. Se me ocurrieron varias cosas en ese momento... La persona que robó esos objetos a mis padres estaba al tanto de lo que pasaba, y aprovechó el único momento que tuvo de ir a por su objetivo. Probablemente, querría borrar algún hecho pasado o pruebas que le delaten o afirmen cosas.

Aun hay cosas que no concuerdan. ¿Qué hacían todas esas cajas fuera? Fue obra de mis padres para poder encontrarme, o tal vez interrumpí la acción de alguien, y cuando fui a dormir, acabó su trabajo huyendo con su objetivo.

10:00
- ¡Buenos días mamá!
- Hija, pero... ¿Dónde te habías metido?
- Oh, no importa. He estado en casa de una amiga, quería desconectar.
- Estábamos muy preocupados.
- Lo siento, echo de menos a mi pandilla de Ravenswood. ¿Has dormido con papá?
- Qué va, hija...
- Os he visto.
- No quería dejarle tu habitación, me sentiría mal. Ahí debiste dormir tú y estábamos asustados por tu desaparición.

Lo más importante de todo es que ni se dio cuenta de que faltaba una caja. Recorté la parte del mensaje dirigido a mí, la doblé y la metí entre dos cajones de mi armario, donde guardo el dinero y ahora los mensajes de desconocidos. Me vestí, y me fui con mi novio para preparar las clases.

12:30
- Por fin, Liam... Te he echado muchísimo de menos.
- Yo a ti también Emily. ¿Qué tal fue tu cumpleaños?
- Podría haber sido mejor, la verdad. Pero bien, ya puedo conducir sola.
- ¿Vamos al 'Neue'?
No tenía ni pajolera idea de lo que era, pero supongo que una cafetería-biblioteca de esas modernas.
- Claro - respondí tras segundos de silencio y espera.

Estábamos tomando un café, forrando los libros de texto y contándonos las anécdotas del verano. Desde la ventana se podía ver la oficina de correos y el parque en reformas. Bastantes cosas habían cambiado por allí desde julio.
Estaba observando a través de la ventana y me fijé en una persona con capucha y con unas letras BS planchadas en su sudadera. Contenía en sus manos dos paquetes con cintas de vídeo y varios sobres, podría estar hablando de Brendon, o de cualquier persona que robara el contenido de la caja a mis padres.
Lo más loco, ilegal y complicado fue lo que pensé. Quería colarme en la oficina de correos, de modo que podría llevarme las cartas y las cintas para comprobar si tenían que ver en algo con la historia de Brendon y mis padres.

20:20
Llamé por teléfono a Alison para ver si podía acompañarme a la oficina de correos. Esa persona quería enviar las cartas y las cintas a alguna parte, lo que significa que tiene un "cómplice". Alison me dijo que podía acompañarme, pero que tenía que venir desde Ravenswood a ochenta kilómetros. Se lo tomó como una quedada, pero ya le explicaría de lo que se trata más tarde. Es un plan arriesgado y peligroso, e igual que se coló en mi casa sin darnos cuenta, podría sin duda hacerlo en la oficina.

21:30
Eran las nueve y media, había oscurecido y Alison acababa de llegar. Obtuvimos unos planos del edificio gracias al ayuntamiento y nos adentramos por la puerta trasera, saltando la valla y forzando la cerradura con un alambre, una pinza y un poco de fuerza. El guardia de seguridad miró hacia atrás al oír la puerta, pero nos escondimos y ni siquiera vino por nosotras. Pero justo al escondernos, el cerró la puerta principal y se marchó. Acto seguido, comenzamos a dictar el plan.
- Veamos. Tenemos que ir hacia la sala de envíos de Pensilvania, allí cogeremos las cintas, y en el buzón las cartas. Cruzaremos el pasillo dos hasta la puerta siete, y entraremos en el departamento de Pensilvania.

Aquello significaba dos cosas: que había un departamento por estado, cincuenta puertas en total. Además, los envíos se realizan al mismo estado.
Íbamos vestidas con zapatos negros, pantalones negros, sudaderas con capucha negras y el pelo recogido. Estábamos preparadas y nada más levantarnos, alguien vestido con uniforme de esa misma oficina echó a correr exactamente hacia donde nosotras queríamos ir. Nos robó el plan, fuimos tras él durante más de dos minutos y pudimos vernos dentro de una sala de prensa, cerca de nuestro objetivo, encerradas.
- ¿Alison...? - me sorprendí al no oír su respiración.
- ¡Emily! - gritaba desde lejos.
No supe reaccionar, me vi acorralada. No estábamos solas, éramos más de 5 personas ahí dentro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 02, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los juegos de ScreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora