~Dos~

1.5K 92 90
                                    

Ahora nuestra pareja perfecta ya no parece tan perfecta, ¿verdad?

Yoongi sintió que algo se rompió en su interior al escuchar las hirientes palabras de su novio. Duele. Duele como mil infiernos quemando dentro de su pecho, duele más que mil cuchillos apuñalándolo.

- N-no, Jimin, no me hagas esto. - Yoongi se derrumba sobre sus rodillas frente al menor, aferrándose a las piernas de este como un cachorro. Jimin se encontraba tan enojado que intentó zafarse del abrazo del rubio, a lo cual este apretó más fuerte al sentirlo removerse con molestia entre sus brazos. El pelinegro volteó hacia abajo para encararlo y empezar a reclamar.

- ¿Por qué no pudiste acordarte, Yoongi? ¿Qué fue lo que pasó hoy? - El menor cambió su tono de voz, de uno enojado a uno triste, a penas audible para Yoongi.

Rápidamente el rubio se levantó, se secó las lágrimas con el dorso de la mano y empezó a explicar con detalles cómo pasaron las cosas. No quería mentirle, pero tampoco quería perderlo. Dijo la verdad aún sabiendo que probablemente Jimin estallaría de rabia y de decepción.

Le explicó todo con lujo de detalle: su tardío despertar, la compra del regalo, la inesperada visita de Namjoon, los videojuegos...

- ¡Te importan más tus estúpidos videojuegos que yo!- Le interrumpió el menor, pero continuó contando a pesar de verlo tan enojado.

... el apagón, el accidente, el embotellamiento, casi olvida el regalo en el auto...

- ¡Te olvidaste por completo! No creí que fueras capaz, Min Yoongi.

Yoongi estaba condicionado a sentir que los problemas se avecinaban cuando escuchaba a alguien decir su nombre completo, porque nadie lo llamaba así a no ser que estuviera en aprietos y, ahora, en efecto lo estaba. No sabía cómo solucionarlo, su mente estaba completamente en shock y se sentía sin salida, como si no pudiera evitar que Jimin diera por terminada la relación ese mismo día, así que solo le quedaba rogar, rogar y rogar. Entonces se hincó nuevamente con la cabeza agachada, esperando que Jimin se compadeciera de él, pero este solo se cruzó de brazos y se puso mucho más rígido que antes.

Jimin, al escuchar la explicación del mayor, comenzó a preguntarse si realmente estaba con la persona indicada, con el amor de su vida. Sus decisiones y su modo de pensar giraban alrededor de todas esas fantasías del amor romántico que los adolescentes compran en los libros y en las películas. Cualquier cosa fuera de ese contexto es imposible para los ojos de Jimin. La imperfección y el descuido no tienen cabida en su concepto del amor, las equivocaciones no son válidas y los perdones no se otorgan tan fácilmente.

- Haré lo q-que quieras, cariño, p-pero por favor no me dejes, y-yo te necesito, ha-haré lo que sea. - Rogó Yoongi.

Lo que sea, ¿haría de verdad lo que sea por no ser botado de la vida de Jimin?

- ¿Lo que sea? - Jimin se hincó frente a él y le levantó la cara con sus manos, obligándolo a hacer contacto visual.

- Lo que sea. - Respondió Yoongi.

Jimin empezó a considerar perdonar al rubio, pero no podía hacerlo así de fácil, tenía que hacerlo pagar, darle un castigo justo. Entonces, una idea completamente incompatible con su relación uke-seme se le pasó por la cabeza. Yoongi pudo notar cómo el rostro del menor cambió de uno enojado a uno extrañamente provocativo. Jimin arqueó una ceja y su mirada se tornó un tanto oscura, y junto con esa sonrisa maliciosa formó un semblante por completo sospechoso para el mayor.

El cambio de expresión tan repentino hizo a Yoongi confundirse, pero asintió al presentir que Jimin estaba considerando perdonarlo. ¿Lo haría? ¿O solo estaba jugando con él? Esto le olía a que se aproximaba un chantaje.

VOY A CASTIGARTE // TWO SHOTS // YOONMIN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora