Capítulo 2

11 1 0
                                    


Se pone serio.

- Me preocupas, ya se que en los últimos años no he tenido mucho tiempo para ti- Frunzo el ceño- Pero estos dos últimos años se ten han ido de las manos Alexia, volver borracha todos los fines de semana no ha sido algo que debería haberte dejado hacer. Desde el principio pensé que eran cosas de la adolescencia, yo también he sido joven, pero lo que has hecho es pasarse, y no estoy dispuesto a que sigas así, y menos en Santa Mónica.- me dice.

- Hasta ayer te ha dado igual como he venido a casa, nunca me has preguntado que he hecho ni siquiera te han levantado ni llamado cuando he vuelto a las 10 de la mañana de fiesta, ahora no me vengas coque te preocupa lo que hago o dejo de hacer. he hecho lo que he querido desde los 15 años y ahora por culpa de tu novia pija y millonaria de mierda no lo voy a dejar de hacer...-inmediatamemte me mira furioso y me grita - ¡QUE NO SE TE OCURRA VOLVER A INSULTAR A SOPHIE, NO DELANTE DE MI, SUBE A TU CUARTO AHORA MISMO ALEXIA!-

-¡HARÉ LO QUE ME DE LA GANA!- Le grito furiosa- ¡HARÁS  LO QUE YO TE DIGA QUE PARA ESO SOY TU PADRE Y VIVES BAJO MI TECHO Y AHORA SUBE A TU CUARTO DE UNA MALDITA VEZ!-

-¡SOLO ERES MI PADRE CUANDO TE CONVIENE!- le digo porque sé que eso le hará daño pero en seguida me arrepiento por como una oleada de tristeza arrasa con la furia de la cara de mi padre, por un segundo me parece ver que se le cristalizan los ojos. Enseguida se recompone y me mira con tristeza pero con semblante serio y me dice - Alexia sube a tu cuarto ahora mismo por favor cuando llegue la cena te avisaré- yo aún enfada, obedezco y subo arriba.

Cuando llego a mi cuarto dejo la puerta entornada y enciendo una pequeña luz  me tiro encima de mi cama, dejo el móvil cargando y pongo una alarma para despertarme por la mañana mas bien pronto.

Después de unos 15 minutos oigo que llaman a la puerta y mi padre entra en mi habitación. -¿Vas a cenar? - le miro pero no respondo.
-Las pizzas están en la cocina, baja cuando quieras.- dicho esto cierra la puerta del todo pero enseguida la vuelve abrir me mira y la deja entornada de nuevo.

10.00- suena la alarma.

10.05- vuelve a sonar.

10.10-suena de nuevo.

10.15- maldita alarma, estiro el brazo para apagar el puñetero sonido que suena cada vez mas alto, muy cerca de mi jodido oído.  Despertarme es lo peor que me pueden hacer y mas si tengo hambre mucho peor si tengo hambre.

Con pereza me destapo y  salgo de la cama, cojo mi móvil y voy al baño, me lavo la cara, me peino y me doy una ducha. Salgo  con una toalla alrededor del mi cuerpo y vuelvo a mi cuarto a ponerme la ropa; lo único que deje fuera de la maleta es una camisa de tirantes blanca que me llega a la mitad del estómago y unos pantalones pitillo negros. cojo la chaqueta de cuero, me la pongo y me calzo. Meto el cargador,unos chicles y "orgullo y prejuicio" que es mi libro favorito y el que me estoy releyendo por 5ª vez este año, en el bolso y me lo cuelgo del hombro.

Miro mi habitación desde la puerta; esta totalmente vacía excepto por la cama y por las 3 cajas que quedan por meter en el coche.

Bajo a la cocina y no  veo a mi padre por ningún sitio, abro la nevera y dentro solo encuentro un brick de leche, mi padre debe de haber metido todo en la nevera portatil. Abro el cajón y saco la única cucharilla que hay, cojo una taza y me preparo un café y salgo fuera a tomar mi último desayuno en este jardín.

Vivo en esta casa desde los 13 años, y aunque no hayan sido los años más felices de mi vida, ha sido mi hogar durante la etapa más dificil de ella. La idea de mudarme sigue sin hacerme mucha gracia, aunque creo que me haré a la idea de vivir en la playa y encima más cerca de mi mejor amiga de lo que estoy ahora mismo.

He visto a Sophie muchas más veces de las que me gustaría, y pensar que voy a tener que tenerla cerca durante todos los puñeteros días, me estresa. Solo espero que se sigan comportando al menos delante de mi, porque una cosa es vivir con ella y otra aguantar como se besuquean en mi cara, eso ya si que no.

Recorro toda la casa vacía en busca de mi padre para decirle que me voy al Wall's bar donde trabaja Dan, a despedirme de mis amigos, pero no lo encuentro por ningún sitio, paso de llamarle así que salgo de mi casa, pero no sin antes hecharle un vistazo al que ha sido mi hogar estos últimos 5 años. Cierro la puerta de un portazo por última vez, gesto al que me he acostumbrado desde hace bastante tiempo.

De camino al bar, llamo a Dan, Fred, Mike y Steph para decirles que  estoy llegando. Llego 5 minutos después.

Conocí a Steph el día que me mudé, ya que su familia nos había vendido la casa a mi padre y a mí, ella fue la que me presentó a los chicos y ahora no puedo imaginar mi vida sin ellos, pero gracias a mi padre voy a tener que irme a vivir a Santa Mónica y dejarles a todos en Lewistown.

Entré en el local y les vi sentados en nuestra mesa, me acerqué y en cuanto Mike se percató de mi presencia, se le iluminó la cara, lleva enamorado de mi desde que le conocí, y en alguna que otra fiesta le he tenido que poner en su sitio cuando se ha puesto muy pesado conmigo.

Steph se levanta y mientras me abraza me dice -Eh guapa, ¿qué tal lo llevas?- le sonrío, - Como puedo, os voy a echar mucho de menos- Steph se aparta dejando paso a Fred - ¿Qué pasa pequeña? ¿sigue sin ser una coña eso de que te vas?- frunzo el ceño sonriendo- Ojala lo fuera Freddy- me coge por los hombros mirándome a los ojos- Escucha pequeña, si en algún momento necesitas volver, siempre vas a tener un hueco en mi casa, y sabes que mis padre te adoran, llámame siempre que lo necesites y allí estaré, ¿vale?- se que va enserio -Gracias, no dudaré en llamarte, te quiero muchísimo- le digo y vuelvo a abrazarle.

Cuando le llega el turno a Mike de abrazarme, me dice que siempre seré su amor platónico y eso consigue sacarme la primera carcajada con ellos.

Saludo a Dan desde el otro lado de la barra, y él me devuelve una enorme sonrisa.

Pasamos todo el día entre carcajadas y abrazos, y cuando me estoy despidiendo de ellos Dan acaba el turno y me da un gran abrazo- No te emborraches mucho y así cuando vuelvas tendremos la mejor fiesta del universo, ten buen viaje y recuerda que te quiero mucho hermanita- le doy un beso en la mejilla y me despido de ellos con la mano y con un sonoro os quiero mientras me alejo.

Miro el reloj que me han regalado entre los tres, para que deje de llegar tarde a todas partes... ¡MIERDA! el vuelo sale dentro de 15 minutos y estoy todavía en la calle miro el móvil, 13 llamadas perdidas de mi padre. Le llamo enseguida;

Un tono.

Dos tonos.

tres tonos. Jodeer...

-¡Joder Alexia vamos a perder el vuelo. ¿Donde coño estabas?-

-Lo tenia en silencio, perdona. Estaba despidiéndome de los chicos.

-Date prisa en llegar el avión sale en diez minutos cógete un taxi y dile al taxista que se de mucha prisa estarás en 5 minutos aquí Max esperara fuera para pagar.-

-Vale.-

Fin de la llamada

Es lo bueno de vivir a 5 minutos de el aeropuerto.

Cojo un taxi enseguida y me deja allí en 4 minutos. El avión sale en 5.

Efectivamente cuando bajo del taxi veo a Maximiliano en la puerta pero no me paro a saludarle salgo corriendo y entro.

Voy volando por todo el aeropuerto buscando mi puerta de embarque la Nº154. Cuando la encuentro, veo que todo el mundo a embarcado menos mi padre que está en la puerta mirándome furioso.

-¡Vamos Alexia no te quedes ahí parada!- corro a la puerta y una señora coge nuestros billetes los mira y nos los devuelve. - Buen viaje señores.- nos dice con la sonrisa mas falsa del mundo pegada en su cara de arpía.

-Gracias- responde mi padre y me mira pidiéndome que no sea desagradable. Ruedo los ojos y respondo a la azafata con un gracias en voz baja.

Mi padre sonríe y cruza la puerta de embarque. Genial quedan 6 horas de vuelo hasta California y luego un trayecto de media hora para llegar a Santa Mónica.

Entre NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora