Capítulo 1 (reeditado)

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No lo entiendo, la verdad.

No entiendo nada, la verdad.

Como un perro abandonado en un callejón corriendo tras el auto de su dueño, no entiendo por qué ella dejo de quererme.

No soy un perro, claramente, soy algo de lo que es más difícil deshacerse.

No me puede dejar en la calle porque se la dirección de su casa.

No puede soltar mi correa esperando a que escape, porque volveré a ella, siguiendo su cara, gritando su nombre.

Siempre me pregunto ¿por qué lo hizo?

¿Por qué se sentía sola? ¿Por qué amaba mucho a papá?

Si me odia tanto ¿Por qué simplemente no se deshizo de mi antes de que todo empezara?

¿ella me quería? No, esa es una pregunta tonta, ¡por supuesto que ella me quería!

Paso años pensando en mi nombre, gasto miles decorando mi cuarto.

Planeo cada segundo de cada minuto de mi vida con ella.

Pero ahora ¿ella me quiere?

Otra pregunta tonta. No, ella no me quiere.

Porque no salí bien.

Bueno, técnicamente si salí bien, mis manitas me sirven para muchas cosas, puedo contar hasta 10, salto muy alto, bailo muy bien, a veces me enfermo cuando hace frio, pero mi abuela me decía que era por tomar demasiado chocolate.

No es mi culpa, el chocolate es rico, es dulce y siempre esta calientito... ¿en qué estaba?

¿en mi madre? Mi mamá...

¿sabes? Yo la quiero mucho, pero ella... ella no me quiere.

Antes de que yo naciera mamá era feliz, yo la hacia feliz, ni siquiera existía en esos momentos, pero los extraño.

Luego mamá me tuvo, y ella, ella dejo de ser feliz.

¿acaso fui un capricho? Mi maestra me decía que los niños caprichosos son niños malos, y santa no les trae regalos a los niños malos.

Tal vez fui un capricho, tal vez santa pensó que mamá era una niña mala por tenerme y ya no le trajo nada en navidad, tal vez por eso no me quiere.

Pero yo lo sé, sé que mamá me quería mucho, tanto que peleo por mí.

Después de dar a luz, aun sangrando, aun adormecida, ella se levantó.

No lo vi, pero lo sentí, sentí su miedo.

Al escuchar que el doctor decía que era demasiado pequeño que un bebé normal, que era muy pálido, que tal vez podría ser uno de ellos, mi mamá se levanto y grito.

Grito y lloro.

Lloro y peleo.

Peleo contra las enfermeras, botando todo lo que estaba su alcance, con la esperanza de romper cualquier aguja letal que se podría encontrar en la habitación.

Cuando la sujetaron de regreso a la camilla, sus latidos eran desgarradores, su respiración era violenta, ella me quería.

El doctor me llevo lejos y ella se derrumbó. Minutos después volvió conmigo y su felicidad era tan inhumana que ni siquiera puedo describirla.

-no se preocupe, es humano, ¡es un niño, un hermoso niño! -

Se rompió.

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2021 ⏰

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