Segunda parte

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Resumen: John cree que el simple hecho de que Sherlock no sepa mucho de ciertas cosas puede darle una posibilidad... algo a lo que aferrarse mientras intenta contener sus sentimientos y sus deseos lo mas que puede.

Serie: Sherlock.

Pareja: John-Sherlock.

Clasificación: Romance.

Advertencia: Lemon.

Capítulos: 02/03 + Extra.

Palabras: 2794. (Capítulo dos)

Notas: Segundo capitulo de este fic... no tengo mucho que decir al respecto.

Fecha: 20/03/2013.

Beta Reader: Pleasy TheYoko Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Arthur Conan Doyle.



¿Celos?


Segunda parte.


Había tenido demasiado cuidado, quería mantenerse lejos, a resguardo de cualquiera que pudiera tener malas intenciones. Sabía que se estaba arriesgando demasiado... y de que no estaba segura de conseguir nada a cambio como para que valiera la pena.

Llevaba la cabeza cubierta por una delicada pañoleta de seda, pero lo que se podía ver de su cabello demostraba que este ya no era de su color original. El rojo le quedaba bien; eso, en conjunto con los grandes lentes y su figura elegante, la hacían parecer una estrella... ¿Una actriz, o cantante?

No se molestó en pedirle al chofer que la esperara, no pensaba salir en poco tiempo si corría con suerte.

No necesitó golpear, y no reparó en la señora Hudson cuando subió las escaleras hacia el 221 B de la calle Baker. Tampoco tenía una llave, pero atravesó la puerta como si esta no estuviera cerrada... porque verdaderamente no lo estaba

"Muy mala costumbre". Se dijo a sí misma, mientras veía la sala repleta de las cosas de Sherlock.

Pero no había ido para ver el departamento, no era para eso que estaba allí. Se quitó la pañoleta y los lentes, dejó los guantes y su cartera sobre la mesa del centro, y se dirigió al cuarto de Holmes.

Por qué se molestaría en llamar, ¿no?

Por supuesto que, si lo hubiera hecho, no se habría llevado una impresión complicada de asimilar.

Ambos hombres ocupaban la misma cama, despreocupados y sin reparar en la presencia que los acompañaba en la habitación.

Sonrió de lado, alejando sin embargo la idea que se había formado rápidamente en su cabeza. ¡Sería imposible! ¿O no?

Estaba dispuesta a sentarse a esperar, pero la forma en la que el doctor Watson roncaba estaba amenazando con volverla loca. Sacó el teléfono de su saco, escribiendo rápidamente un mensaje, y se acomodó mejor a los pies de la cama de ambos hombres.

El gemido se oyó; 'su' gemido... Pero el primero que despertó para tomar el teléfono fue John. Mas bien, no se despertó, sólo atinó a tomarlo de arriba de la mesa de noche de Sherlock, sin siquiera abrir los ojos.

—Sher... Sherlock. Es para ti... —sacudió al detective lo suficiente como para que este tomara el aparato entre sus manos. Irene no pudo reprimir la sonrisa. 'Sher', ¿eh? Pero cuando Sherlock volvió a dormirse, incluso con el teléfono en mano, debió apretar sus rojos labios, en disconformidad.

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