"No podría decirte como se sentía, trataba de entender, pero sólo la veía cometer errores y no podía ayudarla. A veces el amor simplemente no es suficiente"- Camila Cabello.
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Camila's POV.
Era tarde y no encontraba a Karla por ningún lado, teníamos que llegar a casa de mi tía Karen o nos iría muy mal. Ella sabía la dirección, yo tenía que llegar ahí y ella prometió traerme, pero me dejo y ni siquiera pude llamarle porque perdí mi teléfono otra vez, estaba claro que mamá me iba a matar cuando se enterara.
Subí a un autobús que iba de regreso a casa, era el único del día, así que tenía que estar ahí. De inmediato la chofer me gritó que debía pagar mi pasaje. –Espere un momento, ya bajaré. Karla, ¿Estás aquí?- Gritaba mientras caminaba por el pasillo. Comenzaba a desesperarme. Ni siquiera traía dinero para volver. Tenía que encontrarla. –Vas a pagarme o te bajas de una buena vez- Seguía gritando la mujer.
Sin más bajé del bus y caminé algunas cuadras. Me topé con una mujer hablando en su teléfono y le pedí de favor si me lo podría prestar en cuanto terminara su llamada, pero no quiso hacerlo, así que seguí caminando. Nadie me quería prestar uno, quizá creían que se los robaría, pero sólo necesitaba una llamada.
Se había hecho ya muy tarde, pronto iba a anochecer y yo ni siquiera había comido nada, el calor de Miami me tenía sedienta y si no tomaba pronto agua me iba a deshidratar.
Me topé con una tienda de tatuajes y entré, la pintura del lugar era blanca con salpicones negros en los muros de los lados, el muro de fondo estaba lleno de grafiti de diferentes colores pintado en el centro el logo del lugar; un jaguar tras las letras "Jaguar's-tattoos". Caminé al fondo donde se encontraba un hombre gordito como de unos 40 años, con barba de candado, tras el mostrador. –Buenas noches, ¿podría prestarme un teléfono?- pedí con el tono más amable que pude.
Había música de fondo a un alto volumen que parecía venir de la parte trasera del negocio, por lo que el hombre no me escucho bien e hizo un gesto de disgusto. -¿Qué? ¡Lauren, baja el estúpido volumen de tu mierda!- el hombre gritó algo molesto por el ruido. –Un teléfono, necesito hacer una llamada- repetí exasperada, el ruido comenzaba a molestarme también. Estaba ya muy cansada, había pasado todo el día caminando, buscando a Karla, necesitaba saber de ella, estaba ya muy preocupada. En la mañana me dejó y se fue con un chico, tenía que volver hoy a casa de mamá y yo con mi tía Karen.
-No tengo ningún teléfono, niña, anda, vete de aquí- respondió el hombre ya irritado. -Pero lo necesito, es sólo una llamada, necesito llamarla- insistí mientras escuché cómo la música iba bajando. –Oye, tranquilo, Mike- Escuché una ronca, pero dulce voz. Quité mi vista del hombre y la dirigí hacia el lado del mostrador encontrándome con unos hermosos y penetrantes ojos verdes. "Wow" dije para mis adentros. Era una chica, de unos 17 años, más o menos, lucía un año mayor que yo, tenía la piel blanca, muy blanca, el cabello castaño oscuro, vestía con una camiseta blanca y encima una camisa de cuadros roja con azul un poco desgastada, pantalones cortos de mezclilla azul un poco arriba de las rodillas y unas converse negras, sin duda tenía un gran estilo. -¿Necesitas ayuda con eso?- se dirigió a mí sacándome de mi transe, estaba tan hipnotizada con su belleza que no me di cuenta que la nariz me comenzó a sangrar. Tan sólo asentí con la cabeza y la seguí.
