-¡No,no,no,no y no!- decía alterada a mis padres que me observaban con una mueca. A su lado un hombre alto bien vestido gran sonrisa, pálido de ojos de un azul intenso, tan intenso que asustaba. Sus colmillos estaban al descubierto sumado a su terrorífica sonrisa no era muy alentador. Si no todo lo contrario, todo su apariencia me gritaba sin control; "¡Aléjate!!Robale la cartera y aléjate!" Os preguntareis a que viene lo de la cartera, o no cosa que me da igual lo explicare queráis o no, pues él hombre parecía adinerado y yo suelo robar a esos hombres o mujeres. Aunque sean vampiros, casi siempre atento contra mi propia vida.
-¡No,no,no,no y no!-repito en un pequeño ataque de furia-¡No iré a ese estúpido internado lleno de sangu...-me conteni ante la mirada amenazante de mis padres, cerré los puños con fuerza-¡Que no!-vuelvo a decir con ganas de asesinar a ese vampiro, que había venido a llevarme a el internado Humans Blood, ¿porque creéis que se llama así? ¡Acertaste!, porque los malditos nos enseñaban a vivir con vampiros, a convivir con ellos y, ni una semana pasa, te ponen de donante de cualquier idiota que quisiera alimentarse de nosotros. ¡Una abominación! Y no olvidemos que tenían que soltar dinero patatero para ganarnos. ¡Algunos he escuchado que valen millones!¡Millones! Lo mejor de eso es que te podria tocar cualquiera, literalmente cualquiera. Ademas los aposentos de los humanos son siempre acesibles para que tu "amo" pueda entrar por allí cuando quiera y alimentarse de ti.
Odiaba que hubiera llegado mi hora, pues todos los humanos de mi edad, trece, entran por primera vez a la escuela.
-¡Maldita sea!¡No podéis hacerme esto!- el vampiro sonreía con curiosidad, ya enfadada le plante cara de mala manera-¿¡A usted que le pasa nunca vio a una chica de trece años rebelarse contra sus padre humanos que quieren llevarla a un internado de vampiros!?- mi voz cargada de sarcasmo pareció sorprender al vampiro. Se giro a mis padres mandándome una mirada mortal, el problema que el tipo era guapo no lo siguiente, el tio era perfecto... ¡Como todos los vampiros! Todos dejaban que desear a los simples rostros humanos, me molestaba mucho pues, a pesar de que no me gustan los vampiros, tengo ojos en la cara y no puedo evitar ver que es muy guapo.
Perdida en mis pensamientos no me di cuenta que el vampiro me miraba, como esperando una respuesta.
-¿Preguntabas algo?- dije con aburrimiento, desde aquí podía ver como mis padres estaban por tirarse por la ventana.
-Vendrás mañana al internado- decreto él serio.
-¡El internado empieza hasta el lunes!- dije con enfado. El vampiro parecía querer matarme, tenia la mandíbula desencajada, sus ojos se volvieron rojos oscuro. No retrocedí me acostumbre a esos rojizos ojos. ¿Como no hacerlo si casi todos los vampiros de la ciudad tenían sed de mi sangre? La razón de eso era simple, según algunos niños vampiros medio amistosos que he conocido dicen que mi sangre es adictiva, que mi aroma desprende algo superraro o algo así. Tampoco le preste mucha atención que se diga.
Él sonrió siniestro.
-Mira señorita, si me da la gana empiezas hoy mismo, cuando aun no han llegado los otros humanos pues los vampiros entraron hace dos semanas- sonrió macabro el hombre encargado de el internado. Me estremecí, su mirada daba miedo.
-Mira que ganas- me señalé con sarcasmo, entonces su mirada se volvió mas fría, casi podía sentir frió y eso que hacia calor.
-Tiene diez minutos para preparar sus cosas nos vamos.-me quede estática ante las palabras del vampiro, mis padres me miraron con reproche y tristeza-¡Ahora!- dijo al ver que no me movía, yo fruncí el ceño pero no me moví.
Entonces con su supervelocidad que hacia que le perdiera de vista, ahora el estaba delante mía, tenia los ojos rojos y estaba, literalmente, entre la boca del vampiro y la pared.
-Mira niña no estoy de humor, tu olor es muy fuerte y no creo poder controlarme- esas palabras me hicieron estremecerme- así que tienes tres segundos para irte si no quieres acabar mal- me observo durante cinco segundos con los ojos rojos tan oscuros que me daban miedo. Entonces me soltó, corrí rápidamente a las escaleras, donde ya tenia las maletas hechas pero no precisamente para ir a el internado si no para escaparme pero todos mis planes son frustrados por un vampiro impaciente que me observaba descaradamente desde la puerta.
Cogí la maleta y salí para afuera con mala cara. Baje abajo donde mi madre me miraba triste me abrazó con fuerza y se le salieron unas lagrimas.
-Mi niña compórtate ¿vale?- pidió ella entre lagrimas.
-Vale mama pero no prometo nada- ella hizo una mueca de disgusto negando con la cabeza. Entonces mi padre se acercó y me abrazó.
-Se buena mi vida... Mejor dicho intenta no meterte en demasiados líos...-una triste y destrozada risa sale de los labios de mi padre, le abrazo con mas fuerza.
-Lo intentare papa, lo juro- le abrazo con fuerza, me conteni las lagrimas, ese vampiro descarado no iba a parecer débil ante ese molesto vampiro carahuevo.
Entonces él carahuevo me arrastro hacia afuera , le regalé un hermoso quejido y le empujé.
-¿Y el respeto por tus superiores niña?- casi escupió el vampiro.
-En la polla de tu padre- le respondí descaradamente. Recibiendo una buena bofetada, la parte en que me pegó ardía, no solté una lagrima ignore el dolor le fulmine con la mirada y le grite:
-¡No me toques maldito asqueroso chupasangre!- él gruño con fuerza al escucharme hablarle así.
-¿No sabes callarte niña?- murmura él rabioso- ¿sabes quien soy?- pregunta amenazante.
-¿Y sabes quien soy yo?- le miro descarada. Él me mira confundido, el suficiente tiempo para soltar la bulla- No soy nadie así que si quieres me devuelves a casa y olvidamos todo esto ¿si?
Él se rió, con fuerza y escalofriantemente.
-Pues mira pequeña rebelde- eso me halago, ya me consideraba una rebelde, un poco mas y me seco una pequeña lagrima de felicidad- yo soy el rey, si el maldito rey de todo esto. El gobernador ¿entendiste?
Le mire con desconfianza- ¿Que mierda hace el rey- hice énfasis en rey para molestarle- yendo a buscar a una simple humana?-Me burlé, <<dios Alexia, querida tia ¡Cállate por todos los colmillos del mundo, maldita masoquista!>> Me reprendí al ver la mirada de odio que se empezó a formar en los ojos del vampiro.
-Hay no se...-empezó sarcástico <<Genial, Alexia ni lo conoces y ya le pegas tu sarcasmo>> Tuve que luchar conmigo misma para no reír- sera porque soy el único vampiro capaz de controlarse ante tu olor- la obviedad y ferocidad en su voz me tomo por sorpresa.
-¿No había otro menos irritante?- pregunté << ¡Eres una suicidad!¡Una masoquista, sucida y rebelde!>>. ¿Enserio pero en que pienso al hablarle así? ¿¡Al rey de los vampiros!?
Pero es que me encanta ver como frunce el ceño y me mira mal, como aprieta los dientes y hace muecas de vez en cuando. Como se controla para no tirarse encima de mi cuello y desecarme. Jugar con fuego es peligroso decían, pero nunca dijeron lo divertido que es hacerlo.
-Mira niña muévete antes de que haga una locura- me demandó. Empece a andar con tranquilidad él frunció el ceño, seguramente no fiándose de que le haya hecho caso tan fácilmente.
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N.Steal
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Blood & Rebels
VampireUn mundo gobernado por los vampiros, Una chica de trece años,obscena, maleducada, extrovertida, alegre, pesimista,rebelde, sarcástica y chistosa. Un día su vena rebelde le hace incumplir la primera y la mas importante de las normas de los vampiros...