Capitulo 2- Stupid Human

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Andamos un rato hasta que paro en una limusina, le mire con cara flipada.

-Snob nos salio el señorito...-murmure entre dientes divertida. El problema eran los maravillosos oídos de vampiro, por lo cual me escucho perfectamente.

-¿Que esperabas?¿Que yo fuera en un simple coche familiar?- arqueo una ceja con diversón.-lo siento niñita pero necesito esto-señala el cochazo- para llevar a mis guardaespaldas personal-señala a un montón de hombres y mujeres con aspecto tenebroso que salieron de la nada

Me mordí la lengua para no sorprenderme, malditos vampiros y maldita velocidad de vampiros.

-¿Impresionada?- se burló.

-Si mucho,- él me miro confundido, no esperándose que lo admitiera... Pobre espera a que acabe la frase guapo- me ha fascinado que el rey de los vampiros sea tan infantil como para buscar el enfado de una niña de trece- entonces allí lo ignore. <<¡Buuum!¡Puto!>>

-Métete en el coche- gruñe con enfado, entro en la limusina y... ¡Wow! nunca vi algo tan lujoso antes...

-¿Impresionada?- dijo él entrando y sentándose en la limusina con una sonrisa triunfante. Mire al vampiro con rabia, el cual, por cierto, aparentaba unos venti pocos pero sabiendo lo que se de los vampiros podría tener un millón de años e seguir igual.

-Déjame en paz viejete- le gruñí.

-¿Viejete?- alza una ceja impresionado. ¿Porque todo lo que hace se ve tan... tan sexy?

<<¡Malditas hormonas!¡Contrólate Steal!¡Que te controles!>>

Me di una bofetada mental.

-A saber cuantos años tienes, ¡Podrías tener millones!- exclamó dramática.

-Anda niña cierra la boca ¿quieres?- dijo ya de mal humor. Pegué mi cara a la ventana sin moverme esperando asustar a la gente que miraba. Que era mucha pues no es que una limusina como esa se llegue a ignorar fácilmente. Alguna saltaba sorprendida, otra me miraban con envidia y algo que otra me saludaba, confundido, reconociéndome.

-Eres un amargado...-murmuro aun haciendo caras raras.

-¿Que has dicho?- murmura muy cerca de mi oído y echando su aliento en mi oreja. Me giro de golpe sorprendida.

-¿Pero qué?- ahora estaba en la otra punta de la limusina.

-Maldita velocidad...-murmure con rabia.

Volví a mi "trabajo" de asustar a los mirones, hasta que siento su aliento en mi cuello...

-¡Ah!- digo asustada, pero él ya estaba en la otra punta.

-¡Para!- me quejé.

-¿De que?- dijo inocente.

-¿Cuantos años tienes?- dije con enfado- ¡Parece que tú tengas trece y no yo!- exclamó. Alza un ceja, luego señala la ventana que tiene la marca de mi aliento. -¡Pero soy una niña!- me "excuso".

De pronto él coche se paró.

-Llegamos a el internado señor...-se escuchó una voz femenina, seguramente la chófer. Empalidecí de golpe.

-¿Tan rápido?-digo asustada.

-Si- asintió el rey loco- baja- ordeno estando de golpe en la otra punta de el coche abriendo la puerta. Bajo del coche y respiro con fuerza, miro a mi alrededor. Estabamos en medio de la maldita nada.

Bufé frustrada.

-¿tengo que entrar ya?- dije con nerviosismo


-¿Nerviosa?- se burló.

-No si te parece- le respondí con sarcasmo. <<Ni aun en esta situación me callo>>

-Ni en esta situación te callas- me reclama. Me sorprende que haya pensado lo mismo que yo- vamos a entrar, ahora y ademas te presentare como es debido,- me estremecí, no por lo que decía si no como lo decía-con las razones de tu precipitada entrada- fulmine con la mirada a ese asqueroso y molesto vampiro.

-Anda- ordenó, tuve muchas ganas de desobedecerle pero una mirada vasto para que me lo quitara de la cabeza al instante.

Caminé detrás suya con aparente seguridad, mientras por dentro moría de miedo. Sobretodo por mi supuesta olor que es adictiva para los vampiros. Estuve varias veces expuesta a una buena mordedura. Pero se paraban a la mínima mención de que no podían morderme, mínimo, hasta que me internaran.

Sin darme cuenta estábamos en las grandes puertas, con la simple mirada del hombre que me acompañaba las puertas se abrieron. <<¡Mierda es enserio el rey!¡Creí que me estaba troleando!>>

Solo al pasar, literalmente, todas las miradas se posaron en mi, todos con los ojos rojos...

-¿¡Que miráis tanto!?- me estaba cabreando la actitud de esos mini-vampiros.

-¡No nos hables así simple humana!- exclamó uno, que fue respaldado por los demás.

-¡Pues porfavor dejad de mira a esta simple- resalte la ultima palabra- humana!- mi voz salio sarcástica y acusativa. Y a los vampiros no les gusto, mientras que algunos humanos que habían (los que eran mayores y por eso entraban con los vampiros) que distinguí por sus ojos normales, me miraban con algo parecido a la admiración.

Me estaba frustrando y enfadando, cosa que no le gustaría ver a nadie. Los vampiros me miraban descaradamente de una forma no muy normal, lo peor es que muchos eran mayores.

-¡Agh!¡Parad de miradme malditos chup- me mordí la lengua fuertemente para no insultarlos. Todos tenían cara de querer asesinarme.

<<¡Felicidades! Este es tu nuevo récord personal Alexia nunca habías conseguido poner a todos los vampiros de tu instituto tan rápido como hoy>>

Me felicité con sarcasmo.

-En serio niña eres genial para exasperar a la gente.- dijo sin ocultar su burla y diversión, el rey loco.

-Lo se, es un don- dije usando mi mejor tono de diva, mire atrás y me sorprendí al ver medio instituto siguiéndome con cara de tener sed... Y no precisamente de agua.-Medio instituto ya me quiere desecar...-murmuro con falsa diversión.

-¿Como?- el rey se gira confundido y entrecierra los ojos- pues tendrán que pagar- añadió con seriedad. Yo ruedo los ojos.

Entonces llegamos a una gran sala, en la cual estaba el otro medio instituto.

Era una gran sala con un escenario en el medio, las sillas giraban alrededor del escenario. El rey se fue para hablar con el que creo que era la directora. Intercambiaron unas palabras y el rey loco me llamó para que me fuera a su lado. Rodee los ojos acercándome, todas las miradas puestas en mi.

<< No insultes, contente, no insultes>>

Me repetía constantemente.

<<¡A la mierda!>>

-¡Tenéis a el maldito pinche rey allí delante!¡Prestarle atención!- dioses del olimpo, todos me miraban entre impresionados y enfadados. Me fulminaron con la mirada-¡Oh si!¡Seguro que unas malditas miradas me mataran!-exclamé sacando a flote mi hermoso temperamento.

Escuche a alguien murmurar cosas como; "Que carácter""Maldita humana""Relaja la raja" y cosas así.

Me acerqué al rey quien me murmuro.

-Eres una suicida- le miro y sonrío con amabilidad.

-Gracias, lo hago con amor- respondo sarcástica.

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N.Steal

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2018 ⏰

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