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—Sana y Momo parecen una pareja. —Leyó Sana concentrada y sin pensarlo demasiado, ambas chicas quedaron en un silencio abrumador. Se encontraban desde hace un rato haciendo un directo para hablar con sus fans, quienes se alegraban por ver al "Samo" interactuando en la aplicación. Hacía un rato que leían comentarios y aquel en especial, las había tomado por sorpresa.
Sana casi rió por el comentario tan fuera de lugar para el tema que estaban discutiendo hace algunos minutos, pero, al menos sabía que los fans la ven como... una chica que le gustan otras chicas. —¿Una pareja? ¿Qué tipo de pareja?
La menor formuló una sonrisa provocadora e insinuante observando a Momo quien la miraba confundida. Momo llegaba a ser la persona más mal pensada del mundo, pero ahora era solo una pequeña chica confundida enfrente de un enorme tigre dispuesto a atacarla.
—Supongo que amorosa. —Comentó Sana mirando a otro lado fuera de la vista de la cámara, mordiéndose ligeramente los labios en un intento de reprimir las ganas de abalanzarse sobre momo en pleno directo. —Momoring, ¿quieres ser mi pareja? —La voz melosa inundó los oídos de Momo quien sonrió adorable para luego formar una mueca pensativa poniendo desesperada a Sana.
Y a la mayoría de las personas que veían el show.
Sin embargo, la respuesta que esperó de Momo no fue la correcta. —No, ya tengo a Nayeon unnie. —Respondió triunfante observando la boca abierta de Sana. ¡No podía creer que Momo le dijera eso en frente de su cara! ¡Y en miles de caras a través de la cámara! Por un instante dejó de hablar, incapaz de formular una respuesta en venganza. —¿Sana? ¿Estás bien?
—Aish, por supuesto que estás bien. ¡Deja de ignorarme! Sabes que te quiero más que a nadie en el mundo. —Se aseguró de no crear confusiones para los fans y continuó bromeando acerca de la situación.
Sana no le prestó la debida atención a la otra y procedió a despedirse, claro que antes haciendo algún otro chiste con Momo para que los fans no se hicieran ideas equivocadas a causa del "enojo" de Sana. Momo sonreía nuevamente pero un tanto desconcertada.
En cuanto el directo dejó de estar en vivo, inmediatamente el teléfono de Momo que usaban como cámara fue aventado a algún lugar de la habitación, y tal vez solamente fue suerte el que cayera encima de uno de los peluches de la japonesa de cabello color melocotón.
Sin decir una palabra más, Sana tumbó a Momo en una de las camas aprovechando su distracción e inconscientemente la japonesa jadeó cuando Sana se subió encima suyo y se sentó sobre sus caderas, meciéndose de adelante hacia atrás como una niña pequeña. —¿Por qué Nayeon y no yo? —Formó un adorable puchero que provocó que el corazón de Momo se detuviera por un mili-segundo, pero no podía mantenerlo quieto cuando tenía a la otra meciéndose encima como si no provocara nada.
—F-Fue sin querer... ¡Y-Ya sabes que siempre bromeamos! —Momo nunca creyó que su novia podía ser de ese modo, teniendo en cuenta que era la persona más tranquila cuando de celos se trataba. Pero, de algún modo, le divertía la escenita que su novia estaba montando por algo tan tonto.
Se quitó a Sana de encima la cual fruncía el ceño e intentaba librarse de los brazos de Momo, quien no planeaba soltarla en ningún momento. —Nosotras no somos una pareja. —Momo acomodó a Sana a su lado sobre la cama, rodeando su cintura con su brazo acercándola hacía su cuerpo. —Somos más que eso.
Acto seguido la mayor besó y mordisqueó los labios de Sana suavemente, movimientos que aumentaron de velocidad y la otra no dudó en seguir el ritmo. Manos pasajeras iban de allá para acá acariciando todo a su alcance.
Supongo que no debo decirles lo que pasó después.
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