Caminaba por la calle, después de salir de la estación de metro que queda cerca de mi nueva escuela. No sabía por qué, pero me sentía demasiado emocionado por esta nueva etapa de mi vida. Comenzaba la preparatoria y, para serles sinceros, sentía que ya lo había visto todo; todo de todo. Creo que muchos a esa edad pensamos lo mismo, nos aseguramos tener el mundo en las manos, nos convencemos que de que podemos controlar todo, y lo controlamos (o eso creemos). Creo que el cambio es lo que más nos aterra, pero hoy... Hoy no era el caso, hoy quería un cambio. Todo comenzó así.
Hacía mucho calor, estaba sudando. No pasó mucho tiempo para que entrara a mi escuela, pues ya me habían dado una identificación. No hubo ningún filtro en la entrada ni algo parecido, sólo mostré mi credencial al guardia de seguridad, entonces comencé a cantar: "Empezar desde cero, encendiendo el fuego que me pone a temblar. Comenzando de nuevo, convenciendo al tiempo que me deje suspirar...". Súbitamente, un hombre pasó corriendo; chocamos, casi tropezamos. Él, quien creo que era un profesor, se disculpó y se acomodó los lentes.
── ¡Ay no, no, no...! ──dijo frustrado──. Lo siento mucho, buena suerte ──me dio unas palmadas en el hombro.
──No se preocupe ──le respondí, pero creo que ni siquiera me escuchó; ya iba demasiado lejos de mí. No pude seguir cantando, me había interrumpido y ahora tenía que llegar a mi salón.
Seguí caminando y vi tres edificios, nombrados A1, A2 y B respectivamente, según pude ver por unas grandes letras doradas que estaban incrustadas en ellos. Vi mi credencial, decía: "1B-A1. Salón 13, edificio A1"; entonces supe hacia dónde ir. Avancé tratando de no chocar con las personas que había en mi camino. Llegué a las puertas del edificio, un aire fresco me rosó la cara. Lo sentí de inmediato: aire acondicionado. En la radio de la escuela sonaba "Love Me Do", de The Beatles. Suspiré, aliviado del calor. Aún iba a tiempo para mi primera clase. "Love, love me do, you know I love you. I always be true, so please... Love me do", cantaba mientras iba al salón 13. Cuando llegue, había una chica en el salón, sentada en la quinta fila, que queda frente al escritorio del profesor y pegada a la pared. Estaba en la sexta butaca.
── Hola ──me dijo──.
── Hola ──le contesté──. Me llamo Rodrigo ──me senté en la butaca que estaba a su derecha──. Gracias a Dios que todavía no llega nadie.
── Ya llegué yo ──rio un poco──. Por cierto, soy Miranda.
── ¿Apoco te llamas así?
── Sí, ¿por?
── No, no es nada importante. Es sólo que... Me recordó a algo. Oye... ¿Por qué tan temprano, eh? Digo, falta un rato para que empiece la clase.
── Pensé que, como vivía cerca, podía aprovechar para conocer a todos desde el inicio. ¿Tú vives lejos, Rodrigo?
── En Coyoacán.
── ¿Coyoacán? Me suena... ¿Queda cerca? ──preguntó.
── Uhm... Pues sí. ¿No eres de aquí?
──No exactamente. Verás... Yo soy de otro estado, de Jalisco ──explicó──. Es sólo que estoy rentando un departamento a unas calles de aquí para poder venir a esta escuela.
── ¡Ah, con razón! ──exclamé──. No tardarás mucho en acostumbrarte a la Ciudad de México. Una vez que llegas, ya no puedes dejarla.
La luz del sol formó una sombra en la puerta. Era un chico con el cabello un poco largo y lentes, traía una camisa con cuadros amarillos y negros, y usaba unos jeans deslavados. Llevaba puestos unos audífonos de esos que llaman "cascos". Se sentó muy lejos de nosotros, no parecía haber notado nuestra existencia, él venía en su mundo. La música que escuchaba estaba muy alta, y me pareció que él también lo notó, pues se quitó sus cascos y se talló los ojos como si estuviera cansado. El eco del salón me dejó escuchar un poco de lo que aún se reproducía: "Tears rain down from the sky". En español eso significa "lágrimas caen desde el cielo". Eso era raro. Suena muy poético, y la canción más bien sonaba muy ruda, muy golpeada. Bueno, supongo que tendría que escucharla completa.
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¡Con Ritmo!
Novela JuvenilDe vez en cuando la vida suele ser aburrida; por suerte, siempre está la música para remediarlo. Rodrigo es un chico de 15 años que ama cantar y pronto comenzará la preparatoria. Nuevas personas, nuevas historias, nueva vida y, lo mejor, nuevas canc...