Las apariencias engañan, y lo peor es que no conocemos a las personas, por eso es que siempre juzgamos sin saber, y cuando ya lo sabemos, se hacen los ofendidos.
No tiene que ser así.
Dañamos a las personas con nuestros malos comentarios y los malos actos.
Nadie se merece eso, por mas daño que haya provocado