Almas Gemelas||tk|| EDITANDO

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“¡Jungkook, tenemos visita!, ¡Baja ya!” el omega soltó un quejido lastimero al escuchar el grito de su madre. Tenía más que claro que tipo de visita se trataba. 

Se quitó sus gafas y las dejó sobre el informe que se encontraba leyendo. Se acercó al espejo para arreglar un poco su cabello y su ropa, y no es que le importase mucho su apariencia pero a su madre sí,y la verdad es que lo que menos quería era recibir un gruñido acompañado de una mirada cargada de desaprobación. 

Su madre era una alfa que con tan solo su presencia lograba intimidar a cualquiera, pues era una alfa pura. Para Jungkook había sido muy difícil presentarse como omega siendo hijo de dos alfas puros. Aunque de los dos, su madre tenía mucho más carácter y temperamento que su padre, y todo se complicó cuando su hijo se presentó como omega y no como alfa, como ella había estado deseando desde que se enteró que estaba embarazada. 

Ella se encargaba de arreglar citas con alfas que ella consideraba apropiados para mantener el prestigio y el linaje de la familia, cosa que a Jungkook lo ponía de los nervios, pues todos los alfas que su madre escogía eran unos completos imbéciles y de seguro que el que se encontraba en el salón era uno más. 

“Así que, ¿Me cuentas que tu padre es uno de los mejores cirujanos de la ciudad?” Su madre fingía sorpresa, por supuesto que ella lo sabía, de otra forma no le habría conseguido una cita con su hijo. 

“Así es señora Jeon, mi padre es uno de los cirujanos más cotizados en Corea, Japón y Norteamérica.” 

Cuando Jungkook entró a la sala, se encontró a su madre y a una alfa con un marcado aroma a menta. Frunció la nariz, como odiaba la menta. No alcanzó a retroceder cuando su madre se puso de pie para tomarle del antebrazo y sujetarle con fuerza antes de llevarlo a uno de los sillones. 

“Oh, Suni cariño, él es mi hijo Jungkook…” La chica sonrió encantada mostrándole sus iris rojos. 

A menudo los alfas solían mostrar sus iris cuando a su lobo parecía gustarle la persona que tuvieran enfrente. Jungkook se sintió un poco asustado, esa alfa ponía inquieto a su lobo y no de buena manera. Se encogió en su asiento mientras jugaba nervioso con sus manos. 

“Jungkook, cielo, ella es Suni. Es una alfa de muy buena familia que está interesada en conocerte, y ha venido para llevarte por un helado.” su madre le sonrió diciéndole con la mirada que no iba a permitir que se negara. “Me parece que es una buena idea para que se conozcan y puedan divertirse juntos.” 

La alfa mantenía su mirada fija en él, tenía un cabello negro oscuro y lacio. Se veía el dinero escapando de sus poros, sus uñas largas y rojizas demostrando la elegancia y el peso de su linaje. El omega sólo pudo encogerse en su lugar, inseguro y reacio a la idea de tener que aceptar esa cita, sin embargo, la mirada filosa de su madre, le ordenaba aceptar. 

No tuvo mucha opción y pronto ambos se encontraban sentados en una heladería unas cuadras cerca de su casa. El silencio entre ambos era tenso. Ella le miraba de manera intensa, sus iris mostrando aquel carmín indicando la presencia de su lobo. Su aroma a menta ahogando al omega. 

○○○

"Si tuvieras la oportunidad de estudiar, ¿qué te gustaría estudiar?"

El ambiente estaba tenso, Jungkook odiaba las citas organizadas por su madre, todas las alfas que su madre escogía para él eran tan clasistas y compartían un pensamiento de superioridad por ser alfas.

"Estoy estudiando Criminología." murmuró concentrado en su helado. El helado de vainilla era delicioso.

Suni frunció el ceño un poco desconcertada, miró al omega e incomodamente