Capítulo 4

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*Punto de Vista de Draven*
Ya esta aquí siento su aroma cada vez mas fuerte, suena el teléfono de mi oficina
-Dr. VanEwen la Srta. Oxedine está esperando por usted, ella es la nueva recluta de su equipo de trabajo
-Mela dile al empleado de mantenimiento que desaloje un poco el área de la ultima oficina esa sera la oficina de ella.
-Dr.VanEwen la oficina de la nueva recluta ya esta lista, esa oficina que usted dice la tenemos como almacén y está sucia
-Mela ya escucho lo que dije esa sera la oficina de la Srta. Oxedine, estamos claros?
-Si Dr. VanEwen
-Dígale que pasé
-Okay Dr. VanEwen
Enganche el teléfono de muy mala manera, estaba siendo un imbecil al poner a esa chica en ese lugar pero necesito tenerla lo mas lejos de mí, porque su aroma me va a volver loco. Jamas pensé que esa chica hiciera ese efecto en mí, la escogí aun cuando no tiene experiencia previa en este trabajo pero sus profesores de la universidad enviaron excelentes referencias de ella y se graduó Summa Cum Laude, siendo la primera en su clase, así que la acepte en mi equipo, ahora mismo estoy arrepintiéndome de esa decisión. Demonios como una humana tan simple puede tener ese maldito aroma que causa este efecto en mí...

*Punto de vista de Jess*
Estaba leyendo una revista de la compañía cuando la secretaría Mela me indica que ya puedo pasar a la oficina del Dr. VanEwen. Ella me indica el camino
-Suerte Srta. Oxedine- me dice
Camino despacio por aquel pasillo observando todo a mi alrededor hasta que llego a una puerta que dice Dr. Draven VanEwen Director del departamento de Biología Marina. Llego el momento Jess, estas frente a su oficina, no ahí marcha atrás, tu puedes con esto, toco a la puerta
-Puede pasar Srta. Oxedine - escucho al Dr. VanEwen decir
Abro la puerta y al ver quien era mi cuerpo se paralizó completamente, el hombre sensual, caliente, buen mozo, sexy que vi esta mañana es nada más y nada menos que el Dr. VanEwen, con razon las chicas de la facultad suspiraban por el, es un Adonis y yo quisiera ser su Afrodita...

*Punto de vista de Draven*
Frente a mi esta la dueña de ese aroma que me esta matando, que me hace no ser yo, que me descontrola, si no fuera por ése aroma nunca la hubiera mirado, ella no es el tipo de mujer que me llama la atención aunque debo de reconocer que es bella, su bellaza emite misterio, un misterio que en estos momentos yo quisiera recorrer, ella tiene curvas bien formadas, tez blanca pero es un blanco diferente muy distintivo, no es de alta estatura lo cual hace que me encante, porque puedo dominarla a la perfección, su color de ojos es marron claro pero sus ojos esconden otro color, me fascina su mirada, penetrante, cautivadora, directa, tiene unos labios jugosos a lo cuales me encantaría besar en estos momentos y esa sonrisa que hace hasta que yo sonría pero lo más que me tiene loco es ese aroma. *Draven ella es una simple humana tienes que tener cuidado, no puedes perder la cabeza por una simple humana, no está permitido*. Debo controlarme, yo soy el director de este departamento. La miro a los ojos y le hago señas de que puede sentarse.
-Bonjour Mlle Oxendine!
-Bonjour Monsieur Dr. VanEwen! -contesto, me sorprendío, no pensé que supiera frances
-Muy bien sabe frances Srta. Oxedine
-Si un poco Dr. VanEwen, mi mejor amigo me enseñó un par de cosas.
-No me interesan los detalles de como es que sabe frances, la hice pasar a mi oficina solo para darle la bienvenida. Mela la secretaría la estara llevando a su oficina que esta al final de este pasillo, habiamos dispuesto otra oficina para usted pero a ultimo minuto se daño algo de la electricidad., así que no podrá utilizarla. Durante el día Mela la dera un pequeño tour por nuestras instalaciones para que se vaya familiarizado.
-Gracias Dr. VanEwen por la oportunidad de trabajar aquí. - yo interrumpí, lo menos que quiero es que se quede mas tiempo aquí, estoy poniendo toda mi fuerza para no tirarmele encima.
-No le he dado autorización para que hable, necesito que aprenda algo importante Srta. Oxedine, usted no es nadie aquí, usted es solo peón en este grupo así como en un juego de ajedrez. Usted solo hace el trabajo que se le pida, entendido?
-Si, Como usted diga Dr. VanEwen- ella contesto, tenía una mirada dura e intimidadora.
-Me alegra que haya entendido Srta. Oxedine, ahora salga de la oficina
-claro
Ella agarro sus cosas, abrió la puerta, se volteó para mírarme y me sonrió. Tuve que sonreir tan pronto cerro la puerta nadie había hecho eso despues de algo como le hice hace un par de minutos. Se que me porte como un canalla pero tenía que hacerlo, necesito tenerla a distancia, el aroma de ella va hacer que caiga y no puedo. Ella es una humana y yo... un monstruo.

*Punto de vista de Jess*
Dios mío que hombre mas arrogante, se cree que porque tiene el toro agarrado por los cuernos puede tratar a las personas como basuras, pero conmigo no va a poder, aunque debo de reconocer que se veía tan sexy, su voz es sumamente prenetrante y cautivadora, si no fuera por su estupida arrogancia sería el hombre perfecto. Al cerrar la puerta recordé lo que el idiota me había dicho
*-tu solo seras un peón en este grupo como en un juego de ajedrez. *
Me dieron unas ganas de levantarme de mi silla y pegarle por idiota, yo no soy ningún puto peón bastante me fastidie estudiando para ser lo que soy, pero me contuve ya que no quería perder mi trabajo.
Mela ya me estaba esperando afuera para llevarme a mi nueva oficina, se le notaba un poco avergonzada pero hasta ese momento no sabía porqué, caminamos todo el pasillo, yo pensé que me llevaría rumbo al infierno de tan largo que era hasta que por fin Mela hablo
-Hemos llegado a la que sera tu oficina Srta. Oxedine, disculpé el desorden que ahí aquí, no sabía que el doctor la cambiaría para aca, todo fue muy rápido. - Acababa de entender del porque de la cara de vergüenza de Mela y entendí las palabras del Dr. VanEwen, realmente estaba en el infierno pero eso no iba a quitarme la felicidad de mi trabajo.
- Mela primero que todo por favor no me digas mas Srta. Oxedine, odio cuando me llaman así, me puedes llamar Jesse or Jess como se te haga mas fácil y segundo el Dr. VanEwen me informo que la oficina que me habían asignado tuvo problemas con la electricidad y por eso me enviaron aquí, así que por el momento podre sobrevivir. - Mela me miro sorprendida
-Jesse la oficina que le asignaron esta perfecta, no tiene ningún problema eléctrico, fue un cambio que quiso hacer el doctor por su propia voluntad. - Al escuchar eso la sorprendida era yo, al parecer el idiota sexy del Dr. VanEwen quería jugar conmigo a ver si puedo resistir el empuje, lo que el no sabe es que se dio con la persona equivocada, esta oficina y sus palabras no me van a quitar las ganas de trabajar aquí. No le voy a dar esa satisfacción.
-Gracias por la información Mela y no te preocupes que yo transformare este infierno en un cielo con oceano. - Mela me sonrío- Por lo pronto voy a necesitar limpiarlo, ustedes tienen algo de limpieza que pueda utilizar.
-Me gusta tu actitud Jesse y si tenemos lo que necesitas para limpiar, sígueme.
Seguí a Mela hasta el cuarto de limpieza que para mi sorpresa quedaba a unos cuantos pasos de mi oficina, el imbecil me puso casi en el cuarto de limpieza, que coraje tengo. Mela se despidió porque tenia que seguir su trabajo, yo recogí un par de cosas que necesitaba para comenzar y caminado de regreso, jure que si el idiota sexy ese pensaba que me iba a quitar mi felicidad haciéndome la vida imposible, no se le iba a dar, yo no le entregaría mi felicidad y mi sonrisa a un estupido como el.

*Punto de vista de Draven*
Pude escuchar su pensamiento, entendiendo que no se me haría fácil sacarla de ahí a menos que la despidiera.

Continuara...

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