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CAPITULO 1: Un viaje inesperado
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Habían pasado ya un par de años desde la derrota del mago tenebroso Lord Voldemort. La paz había llegado finalmente al mundo mágico, o al menos en su gran mayoría. De vez en cuando, aún surgían pequeños grupos de alborotadores, en su mayoría formados por los que durante la última guerra se habían denominado carroñeros, o simplemente, ladrones y demás calaña, que aprovechaban el terror que aún provocaba el nombre de Lord Voldemort para cometer sus fechorías.

Harry Potter se apareció como tantas otras veces antes, justo en los límites de las barreras de protección de la madriguera. Después de aquellos años, la casa de los Weasley no había cambiado en lo absoluto. El jardín continuaba como siempre, con el césped crecido, los árboles y enredaderas creciendo cerca de los muros. Las gallinas continuaban escapándose del gallinero y picoteaban el suelo cerca de los escalones de la entrada principal, donde aún se amontonaban botas viejas de goma. Apoyada contra el cobertizo y rompiendo la imagen de antigüedad y leve sensación de abandono, se encontraba la Saeta de fuego de Ginny, que brillaba al sol del ocaso. De los dispersos setos del jardín, asomaban pequeñas cabezas calvas en forma de patata, pertenecientes a los gnomos que habían salido a curiosear advertidos por el sonido de la aparición del joven de pelo azabache.

Harry atravesó caminando la verja de entrada y sonrió para sí. Después de todo lo sucedido durante la guerra, resultaba gratificante saber que algunas cosas nunca cambiaban. Aunque esperaba que algunas otras cosas pudieran cambiar en breve.

Distraídamente alzó la mano hasta el bolsillo interior de su túnica y palpó una vez más la pequeña cajita que había extraído de su bóveda de Gringotts.

La puerta que daba a la cocina se abrió de golpe, y lo que parecía un relámpago de color rojo se abalanzó sobre él.

Los delgados brazos de Ginny se abrazaron a su cuello y como tantas otras veces antes, sus labios se unieron en un cálido beso.

"Menudo recibimiento" .Susurró con una sonrisa cuando la menuda pelirroja se separó de él.

Ginny sonrió ampliamente y le tomó de la mano antes de contestar.

"Hoy ya te estabas retrasando" .Replicó encogiéndose de hombros.

"Tampoco he tardado tanto" .Se quejó colocándose nerviosamente las gafas en su sitio. "Tuve que hacer algunos recados antes de venir"

Ginny abrió la boca para seguir preguntando, pero ya habían entrado en la cocina y la señora Weasley la interrumpió.

"Harry, querido" .Exclamó dándole un gran abrazo como de costumbre. "Que bien que ya has vuelto. Justo para cenar. Ya había comenzado a preocuparme, Ron volvió hace rato del ministerio y no nos dijo a donde habías ido"

"No se preocupe señora Weasley, tan solo fui a hacer un par de recados" .La tranquilizó con una sonrisa.

"Estupendo, id pasando al salón, que la mesa ya está puesta"

Como bien había dicho la señora Weasley, cuando Harry y Ginny entraron al salón, se toparon con la mesa preparada, y sentados alrededor se encontraban el señor Weasley, Ron, Hermione y para sorpresa de Harry, también estaba George.

"Vaya cuñadito" .Exclamó sonriente éste último. "Dichosos los ojos que te ven. Ya pensábamos que habías huido para no tener que soportar a la pequeña Ginny"

INTERCAMBIO《Harry Potter》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora