BROKEN LOVERS ➳ Jungkook

일곱

Jeon abrió la puerta de una de las puertas que se encontraban en el segundo piso de su departamento.

—Aquí dormirás, mi habitación es la de enfrente. —Señalo la puerta blanca y con una imagen de una nota musical.

—Es muy...Grande. —Pase saliva.

—Ahora que si lo prefieres, podemos dormir jun...—Lo interrumpí.

—Está bien así, gracias.

—El baño esta en tu habitación hay uno hasta el fondo del piso y uno abajo. —Señalo cada parte que mencionaba.

Él se dio la vuelta y entro a su habitación dejándome parada en la puerta de la habitación. ¿Cómo puede hacerme esto Jungkook? Solo utiliza a la gente por conveniencia, eso lo aprendí bien. Entré a la habitación y cerré con seguro para que no entrara. Una cama que parecía ser realmente cómoda, un closet mucho más grande que el que tenía en Inglaterra. Un baño con tina, una pantalla, una cama que realmente me está llamando la atención. Dios la cama.

Camine hacia ella y me senté era realmente cómoda, me recosté por un momento, era la cama más cómoda que había sentido en mi vida...

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Termine de ponerme mi playera negra y salí de mi habitación hacía donde se encontraba SunHee, gire el pomo, pero al parecer ella había cerrado con seguro. Tonta. Regresé a mi habitación busque una llave en mi cajón que estaba en la mesita de noche al lado de mi cama. Salí de nuevo de mi habitación introduje la llave y abrí sin pensarlo dos veces, reí al ver a SunHee recostada en la cama con los ojos cerrados, camine hacia ella, saque mi teléfono celular que tenía en mi bolsa mi pijama azul. 

Le tome una foto.

Y otra.

Una más.

Acomode la cama con leve cuidado para no despertarla, retire las sabanas y acomode las almohadas, tome a SunHee entre mis brazos con una ''princesa'' y la recosté de nuevo en la cama. Estire mis manos para colocar las sabanas en ella, mi mirada se desvió cuando note que su falda estaba más arriba de lo normal.

—No me provoques mientras duermes. —Reí a lo bajo.

Ella hizo un movimiento leve provocando que su falda se alzara más.

—SunHee...—Deslicé un dedo desde su pie hasta el borde su falda que se encontraba un poco más arriba de su muslo.

Soltó un suspiro que pudo haber sido confundido con un gemido.

—No sabes cuánto te extrañe...—Continué acariciando su pierna. — No solo eras sexo.

—Jeon...—Soltó un leve gemido.

Provocando que quitara mi mano de su pierna y ella se moviera una vez más.

—Te necesito dentro de mí...—Volvió a gemir.

Me acerque más a ella me arrodille y bese su pantorrilla para después subir y besar su rodilla hasta su muslo.

—Jung...—Gimió.

Me puse de pie y salí de la habitación colocando una vez más el seguro. Volví a mi habitación y tuve que terminar el trabajito que me había provocado yo solo y con tan solo ver las piernas de SunHee.

—SunHee...—Gemí mientras trataba de mover mi mano lo más rápido que podía para llegar al estúpido climax.

Odiaba masturbarme, no era algo que hacia podía decirle a alguna de mis empleadas que se acostara conmigo y lo haría. Pero esta vez no podía acostarme con nadie que no fuera SunHee. Ella era la culpable de esto, ella tenía que arreglarlo.

Ella obviamente no lo haría.

—Estúpida SunHee...—Llegué al clímax.

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Abrí la puerta de la habitación pues un golpe se escuchó desde la primera planta del departamento de Jeon.

— ¿Jungkook? —Baje las escaleras, lentamente.

—Buenos Días, dormilona. —Jungkook se encontraba en la mesa desayunando. — Siéntate come un poco te hará bien.

Tome asiento al lado de él y deje mi teléfono junto a al teléfono de él.

—Jeon.

—Kim.

—Anoche... ¿entraste a la habitación cierto? —Fruncí el ceño.

— ¿Cómo lo sabes? —Dejo de comer.

—Si no mal recuerdo yo me recosté en la cama, y desperté en otra posición y con las sabanas encima. —Me recargué en la silla y me crucé de brazos.

—SunHee...Escucha yo no te hice nada indebido. —Me miro con sinceridad.

Mentiroso.

—Lo sé. —Le quite el pan tostado que se encontraba en su plato— La necrofilia no es lo tuyo. —Mordí el pan.— ¿me equivoco?

—No.

— ¿Me puedes llevar a mi tra...—El sonido de mi teléfono me interrumpió.

Ambos miramos mi teléfono y volvimos a mirarnos. Lo tome y conteste.

—A...Aár....Aáron.—Se escuchaban leves gemidos de una mujer. — Más rápido amor.

—¿Te gusta? —Se escuchaban grandes gemidos de parte del otro teléfono. — Eres la mejor.

—Aáron...Duro amor.—Un ultimo gemido y se escucho que colgaron.

No reaccione, me quede inmovil. ¿Habían marcado al propósito? Me lleve las manos a mis ojos y tape mi cara, lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas y mis manos comenzaban a estar humedas.

—Hijo de puta.

— ¿Estas bien? —El tomo mí ante brazo para quitar mis manos de mi cara.

—Sí, perdón. —Dije mientras comencé a limpiar mis lágrimas.

Las desaparecí con el borde de mi suéter del trabajo. Lo mire y le sonreí.

— ¿Te vas a comer eso? —Mire su plato.

— ¿Lo quieres? —Alzo una ceja, mostrándose confundido.

—Si.

— ¿Te lo puedo dar?

—No.

—Hice el intento...

[EDITADO: 6/Febrero/2018]