DR. MIN...[Taegi]

.1.

Miré la hora discretamente en el pequeño reloj digital en la mesita junto a mí. Cambié mi postura, llevaba sentado en la misma posición por casi 40 minutos, mis músculos comenzaban a entumirse. Aún faltaban 20 minutos para que mi inseguro paciente Kim Seokjin, terminara su sesión de hoy.

Lo miraba ahí tumbado en el diván frente a mí, con sus manos cruzadas sobre su abdomen, mirando al techo. Él nunca hacía contacto visual conmigo, lo cual agradecía en este momento porque me encontraba severamente distraído.

-Le pregunté que si me consideraba atractivo y él sólo se burló de mí, bueno, sonrió pero eso es considerado como una burla, ¿cierto? ¿Eso quiere decir que en realidad no me considera atractivo? ¿Debería terminar con él? Llevamos saliendo apenas unas semanas pero...-su voz hacía eco en mis oídos y se volvía como un somnífero.

Asentía de vez en cuando y apuntaba algunas palabras clave en la libreta sobre mis piernas y ajustaba mis lentes cuando comenzaban a resbalarse por el puente de mi nariz. Algo que hacía más llevaderas mis sesiones con Seokjin es que él sólo hablaba durante toda la hora y al final solía darse cuenta de algún factor interesante y progresaba constantemente.

-Tiene razón, he exagerado, como siempre. Él no se burlaría de mí y no creo que salga conmigo si no me considera guapo- concluyó.

-Bien, Seokjin. Eso ha sido un gran progreso- le dije cerrando de golpe mi libreta justo al momento en que el reloj marcaba las seis en punto.

Se incorporó lentamente hasta sentarse en el diván. Se estiró un poco y se puso de pie.

-Excelente. Me siento mejor- hizo una pequeña reverencia- Hasta la siguiente semana Dr. Min-.

-Cuídate, Seokjin. Nos vemos aquí a las 5 en punto-.

Sin respuesta, mi paciente cerró la puerta con cuidado y me quedé sólo por un momento. Miré mi agenda, mi amable secretaria anotaba todo lo relevante en ese librito y lo colocaba abierto en mi mesilla todos los días, de esa forma pude notar que tendría un paciente nuevo.

Apenas tuve tiempo para leer su nombre cuando dos toquidos fuertes se hicieron presentes en la puerta.

-Adelante- dije acomodándome de nuevo en mi silla.

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Holaaaaa esta es mi....cuarta historia y como les prometí en The color of heaven (sí, sirve que hago publicidad de mis otras historias) voy a echarle más ganas al lemon y en esta ocasión la historia tendrá muchos encuentros de este tipo para que me digan qué les parece. Denle mucho cariño a esta historia, por fi.