Capítulo 15: Un nuevo comienzo

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(Sucrette)

Viajamos por ocho horas, el vuelo fue tranquilo pero al llegar...

- Sucrette... ¿Qué es eso?

- Es turbulencia Dake, a veces pasa

- Osea... es normal... que el avión se mueva... ¿verdad?

- Si, es normal

- ¿No moriremos?

- No, como crees eso- sonreí, aunque Dake realmente estaba algo preocupado- Tranquilo ¿si?

- Estoy tranquilo

- Ajá- en eso el avión se movía un poco más y Dake se aferró a su asiento

- Si-si-sigo tranquilo

- Como digas- decía yo leyendo mi libro favorito, Lydia se encontraba terminando de verificar que todas las cosas estén en el vuelo siguiente.

Cuando logramos llegar a tierra firme, Dake bajaba las pequeñas escaleras con mucha precaución

- Al fin...- dijo logrando bajas

- No pensaba que te darían miedo los aviones

- No me dan miedo...

- No tienes que fingir conmigo- dije, demostrando que no me burlaría de él por eso

- Solo es que prefiero más estar en mar que en el aire; además esta fue mi primera vez que viajó en un avión o jet privado, tú me entiendes

- Ah, ya veo, no te debe dar pena reconocerlo, por ejemplo yo no sé nadar 

- Entonces te tendré que dar un par de lecciones- dijo él con un tono de superioridad

- Por favor sensei- bromeé, ambos reímos

- Señorita, joven Dake, las maletas llegaron, estas vendrán luego junto con el vehículo de mudanza- dijo Lydia

- Oh, entonces  ¿Qué haremos?

- Su padre me indicó que fuéramos a la nueva casa, el joven Dake nos acompañará- dijo ella, Dake y yo asentimos y abordamos la limusina.

- ¿Cómo será la nueva casa?- pregunté al azar

- Supongo que será igual que la antigua- dijo Dake

- Ya lo veremos- dijo Lydia, estábamos tomando un poco de té para calmar las ansias. Si, estaba demasiado emocionada, no sé por qué, pero me sentía muy feliz, es que como que sentía que las cosas cambiarían, aunque sea un poco.

- Disculpen, ya llegamos- dijo el chofer, el auto se estacionó, el señor abrió la puerta del automóvil y cuando los tres bajamos nos sorprendimos... eso era muy poco, estábamos boquiabiertos

- Ok, no sé si a esto le podamos llamar mansión 

- Estoy de acuerdo contigo- dije, dándole la razón a Dake

- Bu-bueno chicos... será mejor que entremos- dijo Lydia abriendo la puerta principal, esta "mansión" era demasiado grande y elegante, no entendía a mi padre, su gusto por comprar estos lujos, como si eso fuera lo más importante

- Los veré en un momento- Lydia salió a recibir las maletas

- ¡Su! ¡Mira esto! ¡Hay una sala de juegos!- dijo Dake, él se veía emocionado a morir, la sonrisa en su rostro era la descripción de la felicidad pura

- Que genial- dije algo desganada, lo dejé admirando el lugar y yo subí hacia la azotea, que se me dificultó un poco en llegar, pero si, pude comprobarlo, este lugar tenía una vista hermosa.

No esperaba enamorarme (Dake x Sucrette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora