Capítulo II - ¡No me gusta!

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  — ¿Y bien? ¿Ya me vas a contar lo que te ocurre? 

Luego de aquella escena en la que Yoohyeon había quedado en ridículo frente a su clase, y en donde además su profesor terminó llamándole la atención, Siyeon siguió insistiendo en cuestionar sobre lo que le pasaba a la primera, y después de tanto insistir, la más alta finalmente terminó cediendo. 

  — Bueno... El otro día hice algo y no me ha salido de la cabeza. 

Ambas chicas se encontraban en el receso de clases, por lo que al menos unos minutos tendrían para charlar. Pero, claro que Yoohyeon se llevó a su amiga a un lugar más privado, donde nadie pudiese escucharlas. Y eso, fue en la biblioteca, donde si suerte tenían, apenas un par de almas estarían merodeando por ahí. 

— ¿Y qué fue eso que no puede salir de tu cabeza?

Cuestionó una Siyeon curiosa mientras apoyaba su cabeza sobre una de sus manos, que se encontraba sobre una de las mesas. Su mirada en todo momento se mantenía al tanto de lo que su amiga, quien se hallaba frente a ella, fuese a decirle. 

  — El otro día... —Yoohyeon tomó un poco de aire antes de continuar hablando. — Minji fue a mi casa y estuvimos conversando de esto y de aquello. —Siyeon sólo asentía conforme la iba escuchando. — Y nos dimos cuenta que ninguna de las dos había recibido su primer beso. Entonces... decidimos probar entre nosotras... Nos besamos. 

  — ¡¿QUÉ?! —Siyeon no pudo esconder la impresión que le dejó la historia, sin embargo, recordó que estaba en la biblioteca, y si no mantenía silencio, seguro la encargada la regañaría antes de expulsarla de ahí. — Creo que ya entiendo. Ahora no puedes dejar de pensar en ese beso, y te sientes atraída por ella. O es que... ¿ya te gustaba desde antes?

  — ¡Que no me gusta! —Respondió en un murmuro, aunque el color rojizo de sus mejillas decía lo contrario. — Además ella dijo que eso no contaba como un beso... —La cara de Yoohyeon cambió a una de tristeza tras recordar ello. Aún no comprendía porque le dolía el que Minji no tomara eso como un beso, es decir, era la primera vez que ambas se besaban, ¿cómo era posible que no contara?

— Por la cara que has puesto, pareciera que estoy en lo cierto y te gusta ella. —Insistió Siyeon. 

La más alta volvió a negar con la cabeza, mientras que con la mirada fulminaba a su amiga.  

— Menos mal que no es así... por las cosas que se están escuchando por ahí.  

— ¿Por lo que se está escuchando? —Cuestionó Yoohyeon. 

— Sí. Se están escuchando rumores de que YoungK, está interesado en Minji. Con eso de que van a la misma clase, creo que podrían salir. Harían bonita pareja... Los dos son muy populares, se llevarían muy bien. 

— ¿Estás loca? ¡Minji no saldría con alguien como él! En serio que fastidias cuando quieres. Mejor me voy.  —Por alguna razón Yoohyeon sintió una gran molestia al saber eso, por lo que se levantó de ahí y se fue sin decir más, dejando a Siyeon con una media sonrisa. 

Aún no entendía ese arrebato de enojo que le había dado. Desde hace mucho sabía que Minji era popular entre todos, la chica con la que muchos querían salir, pero, ¿por qué ahora diferente? ¿por qué ahora le importaba tanto el si ella se interesaba en alguien más? O el que su estómago sintiera una especie de dolor. No tenía idea de lo que le estaba pasando, sentía odio hacia todo y todos. 

  — No puede ser... —Murmuró Yoohyeon mientras sus pasos ahora se volvían lentos. 

Ahí estaba Minji, a unos cuantos metros de ella, pero, eso no era lo malo... Lo malo es que estaba con ese chico que antes su amiga le había mencionado. De tan sólo verlos reír tan juntos, su estómago dolía de nuevo y con mayor fuerza. "¿Qué hacen juntos? ¿Eso quiere decir que los rumores son ciertos?" pensó ella. Sus manos fueron cerradas con fuerza, quedando en puños, que si hubiese sido por ella, los hubiera estampado contra el rostro de ese chico. Sin decir más, se giró y se desvió de su camino con tal de no pasar cerca de ellos. 

  — Estúpido YoungK, ni que fuera tan perfecto. —Seguía murmurando la chica con notable enojo. 

El instituto contaba con un pequeño jardín, uno que tenía diversas flores y plantas, que claro, Yoohyeon desconocía el nombre de todas ellas, sin embargo, en ocasiones, y para tener momentos relajantes, le gustaba observarlas de cerca. 

— ¿También has tenido un mal día?

Interrumpió una chica. Yoohyeon nunca la había visto ahí, aunque claramente también pertenecía al instituto, pues llevaba el mismo uniforme que ella. 

— Sí... —Asintió. — Disculpa... ¿eres nueva?

— Apenas me transferí hoy, pero como no he hecho amigos todavía, decidí venir aquí, pero, no pensé que alguien más estuviera. Me llamo Handong, vengo de China, llevo muy poco tiempo aquí en Corea... Si no te molesta, espero que podamos ser amigas. —La chica sonrió un poco avergonzada, se notaba que era muy tímida. 

— Mucho gusto, Handong, yo soy Yoohyeon. Y estaré encantada de que seamos amigas. —Le sonrió tratando de hacerla sentir en confianza, al menos por un momento se había olvidado del incidente con Minji. 

— Te noté un poco triste... ¿puedo ayudarte en algo? —Cuestionó la extranjera. 

— Es difícil de explicar... Ni yo me entiendo, creo que estoy un poco confundida. Nunca me había enojado de ver alguien con otro alguien, al punto en que me doliera el estómago y que incluso quisiera golpear... —Respondió de manera tan rápida que hasta Handong quedó algo sorprendida. —No me gusta... 

— Pero, son celos...

— ¿Celos?

— Tiene celos, ese "alguien" te gusta. 

— Me gusta... —Yoohyeon dijo en voz baja. — Me gusta. —Volvió a repetir con mayor seguridad, y finalmente entendiendo su situación, la cual había negado con Siyeon. 

La nueva estudiante transferida le había sido de ayuda al salir de su negación, pero eso apenas era el inicio, sentía que tras descubrir y aceptar sus propios sentimientos, varias cosas cambiarían y quizás nuevos problemas. ¿Sería buena idea decírselo a Minji? ¿O era mejor tragarse sus sentimientos por ella y fingir que nada ocurría?  

La campana del regreso a clases había sonado, por lo que ambas chicas tendrían que volver a sus respectivas aulas. 

  — Creo que es hora de irnos, Handong. ¿Te parece si mañana nos vemos aquí mismo? 

La china asintió con una sonrisa, y Yoohyeon sin decir más, se fue casi corriendo a su siguiente clase mientras se despedía de ella.

Handong se quedó ahí de pie, observando como la chica se marchaba. La impresión que le había dejado Yoohyeon era muy buena, al punto de querer saber más de ella, y saber también quién era ese "alguien" que la había hecho enojar. De cualquier manera, no tenía de qué preocuparse, estaba segura que ella ganaría el "trofeo". Ya había encontrado la manera de divertirse mientras estaba en Corea.  

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