Amigos.

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¿Cómo podía odiarlos sí al final había sido toda su culpa?

Y es que aunque el Hokage hubiera resultado de gustos "poco convencionales", al final y tal como se había esperado a todos se les terminó por pasar la impresión del primer golpe.

El sexto Hokage, el genio Kakashi Hatake era abiertamente homosexual y a la Hoja no parecía importarle menos. No cuando a la altura de su reputación se encontraba velando por El Progreso de la aldea, procurando La Paz después de aquel tiempo tan tormentoso.

Y a su lado, caminando junto a él, el sexto... estaba el mismísimo "capitán Yamato" y como se esperaba, todo un Jounin, nada menos que la élite.

¿Siquiera debería permitirse tener celos de aquella pareja?, eran perfectos. Yamato tenía un cuerpo que a él siempre le pareció atractivo y unos ojos expresivos, acompañados de una sonrisa bonita y además el sujeto era fuerte. No era necesario y sí impensable ponerlo en duda cuando lo aceptaron para junto a su pequeño escuadrón cuidar de las actividades de Orochimaru y evitar que volviera a planear alguna de sus fechorías o al menos asegurarse de que no iba a escaparse a ningún sitio, aunado a aquellas particularidades, el hombre era inteligente y un shinobi único con ayuda de su elemento madera.

Luego estaba Kakashi, el sexto Hokage y por si el cargo fuera poco, un genio que pese a haber perdido el sharingan tenía la voluntad suficiente para enfrentar las adversidades, para ocupar su cerebro en las cosas importantes y traer La Paz a la aldea tras la guerra, tenia el suficiente raciocinio e intelecto para lograrlo a través de tratados y maniobras políticas complicadísimas porque aún tras la gran cooperación en la guerra, existían prejuicios entre las aldeas.

Y finalmente estaba él, un ninja promedio y un maestro de escuela que solo era bueno para formar a los shinobis del mañana, y no es que demeritara su trabajo pero todos sabían que jamás podría esperar el aspirar a un reconocimiento real y fue por eso mismo que había terminado por arruinarlo todo.

Había echado al desagüe años de relación tras terminar la guerra y Kakashi ser nombrado sexto Hokage.

Lo aceptaba, había temido todo aquel peso, aquellas miradas sobre él todo el tiempo y por supuesto había temido por la reputación de Kakashi y el rechazo,  por más que este le dijera que resistiría cualquier cosa a su lado y que se mantendría firme en su decisión. El hombre incluso había estado dispuesto en hacer su relación pública, ya que era una época de cambios y modernidad, también debía serlo para aquellas relaciones que no se atrevían a salir a la luz con anterioridad, ya era tiempo pues de ser incluyente.

Pero todo aquello no logró tranquilizar a Iruka, no, su inseguridad era más grande que eso y aquella diferencia de rangos siempre le había pesado a través de los años, así fue que tras pensarlo mucho y racionalizar nada, en un arrebato guiado por su impulsividad, terminó con Kakashi, lo dejó y le echó de su vida como a un perro. Le abandonó justo cuando necesitaba apoyo para llevar a la aldea de su mano.

Y ambos se quedaron solos, solos por su decisión egoísta y mientras él se hundía en su trabajo como profesor, Kakashi se metió de lleno en su papel como dirigente de la aldea.

Iruka le veía en los eventos públicos siempre con gesto solemne, mirando desde la torre del Hokage a todos los aldeanos, casi ajeno a su presencia y eso le dolía en el fondo. Del otro lado del cristal, En silencio Kakashi lo miraba a él pasar siempre camino a la academia, listo para enseñar a los pequeños ninja en formación y pronto comprendió que no era tiempo de lamentarse más nada.

Así fue que,  entonces después de un largo año, llegó Yamato. Iruka lo sabía porque después de todo entre ellos dos, al terminar, su vínculo más grande era Naruto y el chico siempre era transparente aún cuando se convirtió en un adulto fuerte.

Yamato quien nunca había salido del todo de la vida de Kakashi volvió a escena y él sí que se animó a darlo todo por el Hokage. No le importó que lo señalaran o que le miraran por la calle y a Kakashi poco le importó también cuando le censuraron al principio , cuando le sugirieron dejarlo para buscar una mujer con quien tener muchos hijos con su sangre, mucho menos se lo tuvo en cuenta cuando, al hacerse público sufrió rechazo. Y entonces por un momento Iruka pensó que siempre había tenido razón.

En contraposición a Kakashi eso No le importó porque pasadas unas semanas a todos terminó olvidándose y lo normalizaron, volvieron a aplaudir su ingenio y su voluntad.

Meses después Yamato y Kakashi eran una pareja oficial y que asistía incluso a eventos juntos.

¡Que celos le daban cuando en alguna ocasión Yamato sirvió incluso como jefe de guardaespaldas del Hokage!, después de todo si se tenían ese nivel de confianza.

¿Pero qué podía hacer cuando él mismo se lo había buscado?, ahora Kakashi era feliz y él seguía siendo solamente Iruka. Claro que tenía a todos sus alumnos, a los más pequeños e incluso a los héroes pero de noche, estaba solo y ahora solo era nada más que Tan solo un "amigo" más del Hokage y lo asumía solo porque se habían visto un par de veces más por obra de Naruto y sus invitaciones al Ichiraku. Kakashi había sido educado con él y Yamato incluso había sido amable con él, le había sonreído un par de veces y no puedo odiar a Kakashi por enamorarse de él, no cuando incluso Naruto lo tenía en alta estima y aún le llamaba "Capitán".

Intentó tanto olvidar el hecho, intentó ignorar a aquella pareja pero era demasiado difícil porque ¡demonios, se trataba del maldito sexto hokage!, su cara estaba tallada en el monte de piedra a escala colosal y tenía que mirarlo todos los días y quisiera o no, a todas horas desde cualquier punto de la aldea y aquello dolía.

Pero los días pasaron y meses y meses se añadieron a las cuentas.

La herida se le fue cicatrizando a la fuerza de a poco pero el amor se fue cubriendo de polvo. La imagen cotidiana de Yamato y Kakashi, aún cuando este primero no se encontraba siempre en la aldea se volvió su plató común y fue así que a base de sobre exposición de a poco pudo digerir mejor cada ración de su amor que para él era agridulce.

Porque era obvio que aquellos dos estaban enamorados y que Kakashi le había superado cuando cometió el error de sacarlo de su vida.

Iruka lamentó su cobardía y su inseguridad pero lo hecho, hecho estaba.

Que sí, que Kakashi por fin se había casado, que había sido una boda discreta pero muy feliz, ¡Todo el equipo siente lo felicitó, incluso Sasuke!. Su compromiso civil al que todos los Kages habían asistido de buena gana porque Kakashi a pesar de todo era inteligente y un camarada íntegro, Gai había llorado bien dramático por su mejor amigo, celebrando la flama intensa de amor juvenil –aunque ya fuera relativo el término– y él había asistido porque no quería ser un aguafiestas cuando le habían invitado, e incluso había aplaudido solo porque los demás lo habían hecho.

No podía estar feliz. ¡Que vivan los novios!, ¡en hora buena al Hokage!

Sin embargo, pese a todo... pronto celebrarían en la aldea el 14 de febrero ¡para los amantes y los amigos! y bueno, debería enviarle unos chocolates a Kakashi, ¿no?, porque aunque no se hablaran más... aún eran amigos.

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Concuerdo con KimyMondragon esta es época de sufrimiento y de crear trauma.

Por inseguridad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora