Una Segunda Oportunidad. SasuSaku.

4.

Aquel día de la discusión marcó un antes y un después en la relación de Sasuke y Sakura, ella haría todo lo que estuviera en sus manos para salvarlo, nunca permitiría que el hiciera eso. Pasó noches en vela tratando de idear un plan para hacerlo cambiar pero el Uchiha era un hueso duro de roer. Cuando le informaron que tendría que bañarlo por que el joven que se encargaba de eso renuncio quiso morir, nunca había bañado a un hombre.
—A mi me gusta menos que a ti, Sasuke — a Sasuke no le interesaba el baño sino que tenía un año que una mujer no lo tocaba y que el fuera cuadraplejico no quería decir que su pene no sintiera. Las manos de Sakura eran tan suaves que la ereccion era algo que el no podía remediar y aunque se moría de pena tenían que hacerlo. Aunque Jugo la ayudo en todo momento.

Sasuke y Sakura no paraban de pelear, el no la soportaba y deseaba que se fuera pero ella tambien era testaruda y no se iría tan fácil.
Ya los baños se habían echo costumbre, su aroma se habia impregnado en su cuarto, ella estaba haciendo que Sasuke se acostumbrara a tenerla en su casa, tocando todo y preguntado lo que se le ocurriera.
Una mañana en que el humor del Uchiha era oscuro, Sakura no toleraba mas sus malas contestas y enfadada con el se fue a su casa sin decirle nada, Sasuke le pareció extraño que ella no volviera a su cuarto en toda la tarde.
—Jugo, ¿Donde esta Sakura?
—La vi salir de la casa muy enojada, no dijo a donde iba— contesto el grandullón de cabellos naranja— espero que regrese, es una buena chica.
—Hmp— cuando la luz de la luna iluminaba todo a su alrededor se preocupo, esa niña inconsciente se habia ido sin decir nada y podia pasarle algo, como si todo estuviera en su contra comenzó a llover, tan fuerte que no se escuchaba nada que no fueran las gotas caer, no pego un ojo en toda la noche por culpa de esa joven que se habia metido en su vida.
Sakura habia ido a su casa, sus padres la recibieron felices. Desde que habia comenzado a trabajar en esa enorme casa no la veían mucho pero ese día era especial. Cumplía 26 años ese día y Sasuke con sus malas contestas y sus gruñidos la hicieron molestar y quiso irse a donde la quisieran y les importara ese día. Sus padres le hornearon un pastel de manzana y celebraron junto a sus amigos mas cercanos su nuevo año de vida.
A la mañana siguiente llego bien temprano a casa de los Uchiha, traía un pedazo de pastel para el grandullón de Jugo y para Sasuke aunque no se lo mereciera.
—Buen día, Jugo.
—Buen día, señorita Sakura— respondió tan cordial como siempre.
Ella sin pensarlo le tendió una bandeja pequeña donde estaba el trozo de pastel.
—Espero te guste, mi madre lo horneó para mi. Ayer fue mi cumpleaños — dijo ella encogiéndose de hombros. 
—Oh, feliz cumpleaños perdón por no felicitarle ayer.
—Tranquilo, no tenias por que saberlo— susurro avergonzada— subiere con Sasuke.
Ella le dijo adiós con la mano y subió las escaleras de dos en dos, hoy estaba de buen humor. Entro al cuarto pensando que Sasuke estaba durmiendo pero se sorprendió al verlo sentado en la cama viendo la tv.
—Buen día, Sasuke. ¿Como amaneces hoy?— el la miro entrar, tan sonriente como siempre.
—Igual— musitó el. Ella sin decir nada se sentó en la cama, le mostró la bandeja con la torta y el alzo las cejas—¿Que es eso?
—Pastel de manzana, mi mama lo preparo para mi y pensé que te gustaría comerlo— lo destapo y corto un trozo con el tenedor— abre la boca.
—No me gusta nada dulce— murmuro.
—Ni siquiera por que es el pastel de mi cumpleaños, vamos come un poco— el se quiso morir, estaba de cumpleaños y no tenia un regalo.
—No sabia que estabas de cumpleaños...
—Fue ayer, tranquilo— ahora si deseo estar muerto, era el peor ser humano del mundo. El ayer se porto de lo peor con ella y nunca se entero de su cumpleaños.
—Lo siento, no lo sabia. Feliz cumpleaños— soltó el, avergonzado.
Ella sonrió, y le ofreció de nuevo el pastel este sin inmutarse abrió la boca, ella se sintió feliz por eso— esta rico.
—Mi madre hace los mejores pasteles del mundo— argumento orgullosa.
—Siento mi comportamiento de ayer, si hubiera algo que pudiera hacer para disculparme dímelo.
—Quiero que vayas hacerte los exámenes, puede haber una posibilidad y me gustaría que fueras.
—Esta bien, lo haré por ti. Dile a Jugo que prepare el carro que vamos a salir.
—¿Ahora?
—Si, si no te apuras me arrepentiré— su ultimátum fue letal, corrió escaleras abajo y le informo a Jugo que iban a salir, Sasuke habia dicho que irían hacerse los exámenes y no podían perder tiempo. Estaba de muy buen humor. Tras vestir al Uchiha se encaminaron al hospital de la hoja donde Tsunade trabajaba, allí ella se sorprendió de verlos pero cancelo todas las citas para antender al Uchiha antes de que cambiara de opinión. Luego horas llenas de diferentes radiografías y exámenes físico el Uchiha estaba agotado, su agilidad habia disminuido desde el accidente y se cansaba con facilidad. Salio del hospital con los nervios de punta, Tsunade le dijo que eran buenos sus exámenes, pero para tener un diagnostico mas certero prefería consultar con varios doctores mas y le daría una respuesta. Por dentro tenia una esperanza pero no quiso demostrarlo ya que no quería ilusionarse con cosas que nunca pasarían.
—¿Te invito un helado?— propuso ella.
—No me gusta el dulce, gracias— musitó con tranquilidad el.
—Vale, ya entendí que no te gusta nada.
—Hmp.
—¿Le dirás a tu madre que viniste a ver a la doctora Tsunade?
—No y te agradecería que tu tampoco. No quiero que se emocione por algo que tal vez no suceda— eso tambien iba para su fiel ayudante Jugo. Su madre era muy sensible y débil y no quería que sufriera.
Kabuto, el doctor que lo opero cuando tuvo el accidente le dijo que nunca se recuperaría y eso lo destruyo. Ni todo el dinero del mundo podia devolverle lo que perdió ese día. Esta nervioso y angustiado, aunque no quisiera una esperanza estaba instalada en su corazón.
Cuando llegaron a la casa Sakura fue directo a buscarle algo de comer al Uchiha, este fue subido a su cuarto por Jugo.
—¿Tienes lo que te pedí?— susurro Sasuke para que nadie mas que el lo escuchara.
—Si la señorita se entera que le espíe su diario me matara, pero encontré algo muy bueno para regalarle, y mientras usted estaba en el hospital yo buscaba el regalo— eso alegro al Uchiha, quería darle algo a Sakura para disculparse por lo grosero que habia sido con ella ayer— ya se lo traigo, Sasuke.
—Hmp.
—Sasuke, tuve que preparar unos panes por que la chica que cocina no hizo nada. Ni siquiera esta en la casa— eso le confirmo sus sospechas, su hermano tenia algo con esa joven.
Jugo lo recostó en la cama y bajo en busca del presente para Sakura. 
—No importa, tranquila.
—Si importa Sasuke, tu tienes que comer para que tengas energía.
—No soy un niño Sakura.
—Señor, aqui tiene— Jugo dejo un paquete en la cama y se retiro.
—Sakura, abrelo. Es para ti— susurro Sasuke con lentitud y la voz mas ronca de lo normal. Ella se sorprendió y sin creerlo se sentó en la cama poniendo la bandeja con los panes y el jugo para Sasuke a un lado de la cama.
—¿Para mi?— gimió, el sonrió y afirmo. Ella sin pensarlo tomo el paquete envuelto en un papel rojo con un lazo azul. Lo abrió con cuidado de no romper nada y saco cuatro libros de su escritora favorita. La saga de las guerreras maxwell, todos era de primera edición y casi chillo de la emoción. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero de mucha felicidad.
—No llores, no puedo hacer nada y me siento impotente— gruño Sasuke.
—Gracias, es el mejor regalo que pudieron darme. ¿Como lo sabias?
—Nunca te diré mis secretos.
—Y es de primera edición. Nunca ni en mil años podría pagar esto— ella se lanzo a el, lo abrazo y le lleno la cara de besos. Sasuke no sabia que cara poner ante tanta demostración de cariño. Su corazón comenzaba a latir de una manera que no sabia como descifrarla. 

Otro para compensar el retraso mi gente bella.
Besos.
Los amo.