ᴄᴇʟᴏs | ✎KookGi; JimSu; TaeGi. [E.D.I.T.A.N.D.O]

『 ᴋᴏᴏᴋɢι 』; Celos Reactivos.

ʙʀᴇᴠᴇ ᴇxᴘʟιᴄᴀᴄιóɴ:

En los celos, siempre aparece un tercero en las paranoias de el/la celos@ de un modo fantasioso [sentido dónde el/la celos@ se imagina/sueña/piensa a un tercero].

En los celos reactivos ya no se hablan de fantasías, ya se vendría hablando de una realidad. De algo que realmente pasó.

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Yoongi ya no podía más.

Estaba harto de que todas las tardes su esposo, Jeongguk, llegara tarde a su hogar y que siempre llegara con un perfume diferente impregnado en su traje.

En un inicio solo fue un perfume, pero lo quiso ignorar, simplemente se quedó en silencio y siguió con su rutina diaria omitiendo comentario alguno, ya que pudo haber sido tal vez una simple casualidad.

Luego de eso ya no sólo era una fragancia, sino que varias; y aquéllas fragancias diferentes no solo era lo que le hacia sospechar, si no, que ahora le sumaba el hecho de que su querido esposo comenzó a llegar más tarde de lo habitual, excusándose en el hecho de que la compañía donde el menor de la pareja era el vise presidente, lo necesitaba.

Okey, el pálido tenía que admitir que por un momento se sintió realmente mal consigo mismo ya que en ese entonces pensó que era realmente egoísta y muy celoso de su parte el reclamar, después de todo, creía que la empresa dónde trabaja su esposo realmente lo necesitaba en esos momentos, por lo que decidió callar con una linda sonrisa entre sus labios para que su pareja no se preocupara de nada y hiciera su trabajo.

No fue hasta una tarde en la que salió de compras apresuradamente por materiales para su pequeño hijo de 10 años, Woozi, que recién descubrió la verdad.

Para llegar a su destino, decidió acortar camino por un pequeño atajo que descubrió hace ya varios meses, decidió pasar por la zona de Seúl dónde más se concentran Moteles, hace ya unas cuántas semanas que no lo usaba, así que no vio nada de malo en ir por ahí.

Mala elección.

En su camino se dedicó a mirar con cierto asco a todos esos viejos que salían y/o entraban a los diferentes moteles de la zona con una o más mujeres que utilizaban una vestimenta que dejaba muy poco a la imaginación.

Siguió mirando por unos instantes más hasta que su andar se detuvo abruptamente al ver algo que lo dejó desconcertado.

De uno de esos moteles salía alguien muy especial para el, salía su querido esposo, el hombre que tenía su corazón desdé hace ya varios años, ese hombre que había borrado toda su inseguridad a base de besos y palabras de amor, ese hombre que ama tanto y que siempre le preocupaba al llegar tarde estaba besando no, corrección, estaba devorando los labios de una chica de cabellos cortos hasta el hombro y de color castaño claro con un ligero toque de anaranjado en ellos.

Al verlos, sintió cómo su corazón se estrujaba y quemaba. Sin mencionar que las lágrimas ya habían comenzado a caer por sus pálidas mejillas.

Pero no se quedaría de brazos cruzados, se acercó con todo el coraje que corría por su cuerpo y los separó.

La chica estaba pasmada, no era nada más ni nada menos que la misma novata que había conocido hace unas semanas cuando esta se había presentado en su casa para dejarle algunos papeles a su esposo.