Sinfonía. [Lumin/Xiuhan/One Shot]

Capítulo Único.

El sol quemaba demasiado para estar en primavera aunque ya pronto empezaría el verano, las flores volvían a nacer en aquella época y puede que todos se pongan de buen humor en aquellos días primaverales, así cómo también puede que, para otros, no sea tan grato aquella temporada.- Te extraño.- un joven de veintidós años mencionó ante el retrato de su gran amor, aquel que lo había dejado hace cuatro años por culpa de un conductor ebrio.- Cada día siento que no lo lograré sin ti.- él se aseguró de que su hija estuviera lo suficientemente lejos para que no lo viera llorar.- Hye, tiene tus ojos estoy seguro de que lo sabes, es tan hermosa cómo alguna vez nos la imaginamos, deberías verla, ha crecido demasiado, le encanta bailar y es tan sociable que a veces debo aprender de ella cuándo se trata de mantener una conversación.- secó sus lágrimas y sonrió ante la imagen de su niña.

》》》- Lu, pienso que ella se parecerá a ti.- el chico hizo un puchero encantador.

-¿Por qué lo dices?- habló con la boca llena tratando de no ahogarse con todos aquellos bizcochos que se había metido a la boca.

- Es que tus genes son más poderosos, al fin y al cabo eres el de arriba.- se cruzó de brazos.

-Podría contradecirte pero, tienes razón.- le guiñó un ojo.- Sin embargo, ella debe sacar tus mejillas, baozi.- le sonrió enormemente.

-¡No me digas baozi, que me siento gordo!

- Pero si eres una bolita de masa.- lo abrazó.- Eres mi bolita de masa.- Luhan apretó su abrazo.- Te amo, te amo demasiado.- él era sincero.- Sé que arruiné nuestros futuros pero te juro que ella y tú tendrán todo, trabajaré duro para que nunca les falte nada, lo juro.

Minseok acarició la mejilla del alto y negó...- No me arrepiento, a pesar de que ambos tenemos dieciseis, tener a Hye será la mejor aventura de nuestras vidas, no te pido grandezas, lo único que deseo es que nunca me dejes solo, nunca nos dejes, Lu.- el ciervo lo hizo, él hizo aquella promesa que se encargaría de nunca romper.》》》

-¡No, esto es mío!- Luhan escuchó la voz de su "delicada" hija.

-¡Mamiiiiiii!- aquel niño empezó a llorar y a pedir desesperadamente que su mamá vaya a su encuentro.

-¡Choi!- la señora corrió a su pequeño y frunció el ceño ante Hye.- Niña, devuélvele su carrito a mi hijo.

-¡No!- la pequeña sacó su lengua ante la mujer.- ¡Ésto es mío!

-Pero eres una niña, los carros son para niños.

-¿Estás bien, princesa?- Luhan verificó a su hija.-¿Qué sucedió?

-¿Eres el padre de esta niña?- el ciervo asintió.- Pues bien, dile a tu hija que le devuelva su carro a mi niño.

-No lo haré.- el ciervo habló sin complicaciones.- ese carro se lo compré ayer, es de ella.

-Pero es una niña, debería jugar con muñecas.

- Ella es libre de jugar con lo que se le pegue su regalada gana, no tengo prejuicios con eso.

-Ella podría crecer "falladita", ¿No te das cuenta del gran daño que le haces?

-Soy gay y también un ejecutivo de Gangnam, mi orientación sexual no me ha impedido triunfar.- él alzó a su pequeña y se alejó de aquella mujer llena de prejuicios quién no se da cuenta de que los tiempos han cambiado y que ahora incluso los varones pueden albernar vida.