DIARIO DEL APOCALIPSIS

CAPITULO 4

martes 12 de septiembre 12:24 p.m

Cuando al fin los gritos cesaron, salimos de debajo del escritorio.

Me acerque un poco a las ventanas para asomarme y esas cosas estaban quietas, parecían congeladas.

Retrocedí un poco y me agache acercándome a la ventana que daba vista al patio, me asome un poco y la entrada estaba repleta.
Como si antes de entrar algo los congelara, era imposible salir por ahí.

Pero si por la salida de maestros.

Mire con detenimiento él pequeño edificio donde  estábamos se podía caminar por él borde hasta llegar a la sala de maestros, y bajar por la escalera de incendios.

Sonreí un poco, pues la idea era fácil y rápida, pero no se sabía si habia criaturas en esa habitación.

Me acerque a los chicos para contarles mi plan.

- estas segura? - pregunto Sebastian, uno de los chicos - no de si podamos hacerlo - dijo aún en susurros.

- si, somos jóvenes y ágiles - le alenté - solo que hay un problema - baje la vista.

- que?- preguntó Carlos, él otro chico.

- no sabemos si hay de esos sujetos en la sala de maestros - dijo Erik acomodando sus gafas pensativo. - puedo ir yo primero.

Dijo poniéndose de pie, pero lo detuve tomándolo de la muñeca.

Se sentó de nuevo para escucharme.

- lo mejor es ir todos juntos, en silencio, no estoy segura pero parece que los despierta él ruido.

- ya veo, es por eso que dejaron de atacar de repente.- comentó Carlos tomando su mentón pensativo.

- bien hagamoslo - dije poniéndome de pie.

Karla con dificultad se levantó temblorosa.

Le tome del hombro para alentarla, tenia él presentimiento de que ella debía ir al final de la fila.

También debía ir a buscar a tía eliza, seguramente estaría preocupada, y estarán a salvo en casa de tío Em.

Formamos la fila para salir de este maldito lugar y correr hacia él bosque detrás de la preparatoria que daba al puente, pero iríamos por las alcantarillas ya que seguramente estaría estancado él camino.

Erik se asomo por la ventana y la abrió en silencio saliendo por ella y comenzando a avanzar, seguido de los dos chicos y luego yo y por ultimo karla.

Sebastian resbalo pero por suerte no cayo, había alumnos escondidos en los salones les dimos la señal de que no hicieran ruido y que nos siguieran.
Por suerte un profesor estaba con ellos.

Al llegar a la sala de maestros en total eramos 12, él profesor, 6 chicas y 5 chicos, incluyendo a los que ya estábamos.

Les contamos él plan y él profesor estaba de acuerdo, debíamos buscar un lugar seguro fuera de la ciudad.

Y aunque varios De los chicos protestaron. Al final sedieron.