"La verdad Oculta" ( Amor Popular 2) CHRISTOPHER VÉLEZ

«07.»

Christopher's POV

Manejaba como un loco, tenía tanta rabia y estaba desepcionado, yo a ella la amo con todo mi corazón, pero se que ella me tiene una verdad muy grande la cual lleva mucho tiempo ocultando

Luego de un corto tiempo, logre llegar a mi destino, la casa de mi mejor amigo zabdiel. Me estacione fuera de su casa y golpe su puerta, para mí suerte me abrió el.

—dímelo papi, a estas horas que llegas son las diez de la noche—dijo zabdiel pero no no termino de decir nada y rompí el llanto que tenía en mi garganta el solo me abrazo como bueno amigo y me llevo a su habitación, tapandome la cara sin que su hermano Carlos me viera por que sino de seguro se reiría de mi de por vida, ya Al llegar a su habitación nos sentamos en la cama y el solo me consolaba hasta que me calme un poco

—perdón Bro por molestar a estas  horas, solo que no se dónde ir y no quería llegar a casa—dije un poco mas tranquilo

—tranquilo hermano, ¿pero dime qué te paso? ¿porque estabas llorando?

—termine con _______—volví a hablar pero está vez solte todo el llanto

—espérate ¿que? ¿pero porque? Si hace algunas horas estaban bien, ¿que fue lo que pasó?—pregunto Zabdiel 

—lo que pasa es que lo que dijo Erick esta tarde sobre las chicas me quedo dando un par de vueltas y pues fui hasta su casa a preguntarle o mejor dicho a exigirle que me dijera la verdad, pero ella solo se negaba y me decía que no tenía nada que decirme, por lo que  me enoje y la termine.

—¿enserio? Bueno se que te cargan las mentiras, pero no es para tanto, además tienes que entender que lo que les pasó no fue lindo y ellas necesitan estar preparadas para sea lo que sea que tengan que contar—habló zabdiel

—pero es que  zabdiel, ella comenzó está relación a bases de mentiras no puedo continuar, además creo que es mejor que esto allá terminando, ella en unos meses se va a reino unido a estudiar, haci que aquí se acaba el mágico cuento- dije bajando la cabeza

—estás enamorado Bro, tu nunca has llorando por una chica, estás dejando ir al amor de TU vida por algo que quizás no es importante, ¿y que tiene que se vaya a reino unido? Te puedes ir con ella y estudiar en otra universidad que a lo mejor no sea tan buena como a la que ella vaya, ¡pero estarás con el amor de tu jodida vida! Serás feliz y ¡eso es lo que cuenta! En el amor siempre hay obstáculos pero tienes que pasarlo de la mano con la persona que amas, ¿porque que pasa si todo es pura felicidad? Sería aburrido, demasiado monótono, hermano, la vida no es como los cuentos de hadas es más difícil—dijo dándome una palmaditas en la espalda, sus palabras me hicieron derramar algunas solitarias lágrimas, me dolía aceptar que el tiene razón.

—tienes razón, pero lo siento, tengo algo llamado orgullo y hasta que ella me diga la verdad no volveré con ella- dije mirándolo directo a los ojos—gracia Bro por permitirme desahogarme en tu casa eres el mejor.

—sabes que puedes venir cuando quieras, aun cuanto rechaces mis consejos —dijo dándome un abrazo, y sin más que hacer ahí, me fui.

Al llegar a mi casa, mi mamá estaba sentada en unos de los sillónes viendo televisión, sabía que ella me estaría esperando, al entrar solo baje la mirada sabía que me iban a regañar por llegar a estas horas

—¿y estas son horas de llegar CHRISTOPHER VÉLEZ? Van a ser las 12 de la noche, Además ¿¡porque te llevaste el coche si sabes que estas castigado!?—me regañó bastante enojada 

—lo siento—dije levantado mi cabeza, por lo que el rostro de ni madre cambió me manera radical.

—¿que te paso bebé? ¿Estabas llorando mi amora—dijo con un todo mas relajado, a lo que yo solo asentí y fui corriendo a sentarme a su lado necesitaba el consuelo que solo mi adora madre me podría dar, díganme mamón pero ella es la única mujer que nunca me traicionaría

—abrázame mamá —pedí escondiendo mi rostro en el cuello de mi madre, mientras ella me daba cariño en el cabello dejaba un dulce beso en mi pelo

—¿que te pasa mi amor?, me estás preocupando.— habló preocupada

—termine con ______, pero la amo y no sé qué haría sin ella—hablé en susurro

—no te preguntaré el motivo, porque se que te dolerá más. Pero tienes que ser fuertes, se que quizás no es tu primera novia, pero se nota que es tu primer amor, y créeme no sera el último, más adelante vendrán muchos amores más y no te darás ni cuenta cuando la hayas olvidado y si es la chica indicada con la cual Dios va a permitir que pases hasta el ultimo día, espera, puede que esta sea un obstáculo que tienen que pasar, junto mi amor — dijo mirándome a los ojos, y me di cuenta que ella tenía razón, como siempre la tiene

—gracias madrecita, eres la mejor— dije dándole un beso en la mejilla para luego quedarme dormido en sus brazo como cuando era pequeño

_________'s POV

Solo lo vi salir tan decidido de mi habitación que solo me dediqué a mirar cerrarse la puerta, ¿se había acabado? ¿Mi historia de amor y felicidad había terminado? Mis ojos poco a poco comenzaron a estar cristalinos y no fue mucho tiempo en el cual me largué a llorar, mi Chris me había terminado y todo por culpa de una verdad ¡que no quiero decir! Es que esto me duele, ¿porque soy tan egoísta? Esto lo hago solo por mantener mi imagen, pero me estoy haciéndome daño a mi misma y sobre todo a las personas que amo Sin más rompí en un llanto desconsolado y me tiré en mi cama

—¡Odio mi vida!—dije llorando muy alto, a lo que segundos después entra Joel.

—¿hermanita que te pasa?—hablo joel preocupado acercándose a mí y abrazándome—cálmate corazón —decía desesperado al ver que me costaba respirar por tanto llorar, pero luego de unos minutos me logro calmar.

—Christopher me termino, se acabó —hable entre sollozos

—¿como que te termino? ¿porque?—preguntó preocupado

—hay algo que Amanda, Ana y yo no les hemos contado y pues el me dijo que si no se lo contaba me terminaría y así fue , pero es que hermanito ¡Ya no puedo más! ¡Ya no quiero vivir así! ¡Estoy cansada! ¡Y necesito soltarlo!—dije con pens

—pero dime qué te pasa hermanita, ¿que es eso que tienes que contarnos?—dijo preocupado...

—yo mate a una persona inocente— dije bajando mi cabeza.