Un simple escrito.

Pesares del corazón

Es gracioso cuando uno se pone a pensar pero sin encontrar más que pensamientos tristes en las ideas y recuerdos más felices, pero ¿será así que la felicidad muere y empiezan los pensamientos suicidas?, de cierta manera no lo creo o simplemente no quiero aceptar una realidad tan cruda, tan violenta pero tendría miedo de encontrar una respuesta para tal lúgubre pregunta.

Ya ha pasado tiempo desde que formule esa pregunta, de muchas preguntas sin una sola respuesta, incógnitas que ahora están que circulan en mi mente, en esta mi pequeña habitación de cristal donde me siento a divagar sobre el origen del pensamiento delirante que sufro pero es una locura, un simple escrito que esta luchando para tener el control de un cuerpo que le pertenece a miles de seres que tratan de expresar sus palabras en una lengua que muchos entienden pero que pocos comprenden al final del tiempo...

Seré yo de esa creencia de alegría y emoción que siente al estar triunfando, pero ala vez soy la tristeza de la música que escucha al ponerse a llorar. Soy todo. A lo mejor puede que sea una efímera ilusión para él y para los demás, tal vez sea sola una ilusión, porque sólo soy real en instantes mientras que un cuervo lunático que busca ser escuchado sin miedo a ser callado es más real que mi propio ser, que un escritor delirante que se encuentra atrapado en las palabras que con el pasar de los años ha olvidado, es más real que mi mera existencia en esta mente fragmentada, y yo, ¿que soy?, seré un simple personaje en un poema, donde la emoción muere y sólo se escucha el llanto del invierno o quizás sea un simple zorro de muchas colas, de muchas emociones, que busca entender el amor de un corazón de vidrio, soy diferente a todos, no soy poeta, no soy agresivo, soy emocional e inestable, soy la duda del amor y la agonía del odio, sólo soy el vacío que dejan los demás, sus retazos.
Es triste.
Pero es así que me estoy mostrando, presentándose mi alma esta en este tenue escrito de efímeras palabras que se van con el fugaz suspiro del amor de juventud, que como viene también se va, dejándonos vacíos y sin ganas de seguir añorando el amor...

~Zorro