DESTIERRO VOLUNTARIO

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...a veces, en la pausa de una piedra a la vera del destierro,
se oye susurrar el viento alborotando las estrellas.
Y la agonia de un hombre solo
camina ancha y errabunda en medio de los pastizales,
en medio de la noche estentórea
tan llena de murciélagos y de esperanzas muertas.

Alguna vez en la orilla _en la otra orilla del sueño_
nos guía hacia las fogatas de los hombres.

Es posible que todo comenzará con fantasmas de mi propia imaginación,
pero he ido marchando,
hincando él hambre en alguna fruta del arroyo,
por lecho el campo llano
y por amante una ilusión noctivaga, un no sé que, una nostalgia,
una impresión de haber nacido antes,
de estar solo soñando este desierto.

Pero me posesiono de todas las historias y de todos los rostros,
nunca se cansará el corazón de conocer los habitantes de la tierra
aunque en todas partes la historia de Caín y Abel
es tan vieja como el principio del mundo,
y en todas partes la cara del diablo o la del ángel
asoma cambiante y sardónica.

Hubiera deseado tanto llegar a nuestro seguro
pero es como decir "llegar al Paraíso".
Sin embargo estoy vivo y pisando la tierra,
los vientos del Caribe traen sueños vagos...
y el mundo parece venir a plomo de repente.

Es necesario ir a buscar nuevos vientos
y darse cuenta
que es la brújula quien nos vuelve locos,
que todavía existe una pulgada de tierra
no descrita en ninguna de las cartas marinas.

Y uno termina en el fin del mundo, muerto a campo traviesa.

Poemas surrealistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora